CAPITULO 91: Reflexiones
–Bueno, ya que todo este “Asunto” se soluciono, me retiro…–Gire en dirección hacia la puerta quedando de espaldas a ellos dos y camine a paso veloz hasta llegar a mi salida–Nos vemos luego–Tome la perilla de la puerta con intención de abrirla e irme lo mas rápido de aquí cuando…
– ¡Tom espera! –Esa única y conocida voz de Bill me hizo parar…Volteé rápidamente– ¿Te vas tan pronto? –Estaba más cerca de mí. Había caminado unos cuantos pasos hasta llegar a donde me encontraba. Me miro con esos ojos de suplica como diciendo “Tom quédate aquí un poco mas, quédate conmigo”. Me sentía agobiado y un poco estresado, la verdad no tenía ganas de quedarme un rato más en esta habitación…Todo lo contrario. No es por ser mala onda, simplemente no me apetecía. Por muchas ganas que tuviera de quedarme con mi precioso Bill, besarlo, tocarlo, abrazarlo, o simplemente sentirlo cerca, la ahora siempre indeseada presencia de Reiko espantaba cada sentimiento y deseo producido en mí. No lo se…Me hacia sentir incomodo con el simple hecho de estarnos mirando…Justo como en este momento…Desde que hablo Bill, no a apartado su angustiante vista de nosotros. No quiero imaginarme como seria después. Cada vez que me dieran ganas de darle un beso por muy sencillo que fuera, me tendría que contener las ganas por miedo a que nos fuera a cachar. ¡No y No! Prefería estar en mi cama, relajarme, estar tranquilo y tomar un pequeño descanso.
–Quiero irme a descansar, ya soporte mucho de ustedes por este día. Me iré a mi habitación y tratare de dormir un poco, claro, si puedo conciliar el sueño de nuevo, ya que por sus estúpidos jueguitos y con tanto susto me lo espantaron–Observe a Bill fruncir el ceño y cruzar los brazos…Estaba claro que se había ofendido, pero de igual forma eso no haría que cambiara de opinión. Mire a Reiko, me sonreía sin sentido desde donde se encontraba, con un gesto indiscutible en su mirada, diciéndome “Vale, vete de una vez”…No me molesto tampoco. Tome de nuevo la perilla y abrí la puerta por completo–Me voy– Así de simple salí de la habitación rumbo a la mía, sin ni siquiera mirarlos ni nada. Ni tarde mucho en llegar a mi habitación, ya que esta a un metro de la de ellos, pero antes de meter la molestosa llave y abrir, me detuve. No iba a irme sin dejarles un pequeño mensaje. Regrese de volada, solo con dar dos largos pasos ya me encontraba de nuevo en su cuarto…Abrí la puerta– ¡Ah! Por cierto…–No se si fue por mi elevado tono de voz o por mi rápida y continua visita, que Bill, quien me daba la espalda, dio un pequeño brinco y avanzo dos pasos lejos de mi para después voltear y ver a la persona que lo había asustado…Tenia los ojos muy abiertos, definitivamente lo había espantado…Pero solo me causo gracia. Reiko solo se me quedo mirando con la cabeza de lado y el ceño fruncido– Esta vez usen la cabeza y piensen muy bien si es necesario sacarme de mi sueño antes de llegar gritando como Nenazas a mi cuarto. Ni de coña quiero volver a pasar por todo esto– Estaba a punto de cerrar completamente la puerta pero me retracte…–Ah y otra cosa…Bill si no quieres volver todo esto en realidad ¡Cierra bien la puta puerta coño! Mira yo acabo de abrirla así de fácil, así que no dudo que para otra persona no lo sea…No seas descuidado–Y dicho esto, salí dejando a los dos mas irritados que antes, pero en cierto modo todo lo que dije es verdad…Muero si le pasa algo a Bill. Me adentre a mi habitación y me encerré, ya no quería saber nada de nada ni de nadie…Ya tuve suficiente con todo este mal momento. Yo ahora a lo que quería…Relajarme y dormir por fin.
NARRA Bill:
Me quede parado, solo recibiendo la suave brisa que emergió la puerta al ser azotada por parte de Tom. No hay ni un solo día en que piense que Tom, por mucho que me quiere, no puede dejar su enorme ego aun lado, y dando indirectas innecesarias de que el es el hermano mayor que se preocupa por su hermanito…El hermanito al que le encanta follarselo cada vez que le apetece. Siempre termina diciendo o haciendo algo, para descuadrarme por completo. Si no lo dice en broma es enserio, pero siempre quiere ser él quien tenga la razón pero… En este caso, yo era el que estaba equivocado y aunque a mi orgullo le duela admitir…Tom tiene toda la razón. Por un estúpido descuido y capaz que pasa todo lo anterior de nuevo, pero en este caso seria mucho peor…Seria real. No seria una broma, ni Reiko, y mucho menos vendría Tom para ayudarme, ya lo había dejado más que claro antes de marcharse. Seguro que no creería nada al volver a escucharme gritar.
Bueno ni hablar, por otra parte, se le notaba cansado y yo no iba a ser una carga o el responsable de que no pudiera irse a descansar. Ya bastante había tenido que soportar todo este martirio y a decir verdad, me aterra, me pone los nervios de punta cuando adopta ese carácter de hombre malo.
Lo mejor en este momento para Tom y para mi, era esperar a que se relaje lo suficiente y tal vez después podría darle una pequeña visita. Cuando ya se encuentre mucho más tranquilo. Quise imitarlo y me dirigí hacia la cama y caí rendido sobre esta, quedando acostado boca abajo, sin importarme ya nada de lo que pase…Hasta que Reiko interrumpió mis planes.
–Tom…Siempre tiene que dejar todo mas que claro, si no, no puede estar tranquilo–Yo solo asentí débilmente, dándole la falsa razón, mientras que él se paseaba por la habitación–Cambiando de tema… ¿Te bañas tu o me baño yo?–Cierto, antes de que se atravesara todo este ridículo embrollo, mi intención era meterme a la ducha y quedarme si fuera necesario horas dentro de la tina, relajando mi cuerpo con la templada agua tibia. Pero con Reiko en la habitación cambiaban un poco las cosas. No podría quedarme tanto tiempo como planeaba en la ducha por la angustia de saber que mi amigo se encontraba a unos cuantos pasos de mi, presionándome con salir tan rápido como me fuera posible ya que a el también se le apetecía bañarse. Pensándolo bien, creo que la mejor opción era dejar que el se bañara primero…Así no habría presiones –Si quieres me espero y te bañas primero–Me apoye con mis codos y levante la cabeza para mirarlo.
–No, no, báñate tu, anda que yo me puedo esperar– Le dije tratando de aparentar una total indiferencia.
–Seguro…Creo que tu lo necesitas mas que yo– Lo mire indignado y note como se llevo una mano a la boca para tratar de retener una risa burlona, lo cual no logro.
– ¿Como dices? –Con un poco de esfuerzo me levante de mi cómodo lugar y me senté en la cama cruzándome de brazos. Reiko desvió la cara hacia un lado y libero una risa muy molesta para mi…Detesto que se rían de mi. Me miro, levanto un dedo y empezó a hacer círculos imaginarios frente a mi rostro,
–Mírate…–Fruncí el ceño y rápido me lleve una mano a la cara, palpándome las mejillas…Esas que estaban manchadas completamente de negro gracias a que no podía para de lloriquear ni un solo momento…Las continuas lagrimas que había derramado, habían sido acompañadas del excesivo maquillaje que siempre llevo, y cada vez que pasaba una mano sobre mi rostro para limpiármelas, hacia todo lo contrario, me embarraba todo el maquillaje en la cara. Ni siquiera me había parado frente a un espejo para ver lo mal que e de verme…Ya me lo imaginaba.
–Eres un estúpido Reiko…–Escuche como se reirá con mas fuerza mientras me levante de la cama y me encamine hacia el baño para mojarme la cara y así parar las insoportables risas de el.
– ¿Como no te habías dado cuenta? Ya llevas un buen rato con la cara así–Lo escuche gritar desde la habitación, yo lo ignore y sumergí mis dos manos y las llene de la refrescante agua que salía del grifo. Me lave la cara, la seque y fui de nuevo a encontrarme con Reiko.
–Si bien recuerdo, fue tu culpa…Así que no quieras hacerte el chistoso conmigo…No estas en posición de hacerlo.
–No empieces Bill…–Me quede callado, mirándome las uñas nada más, ignorándolo. Creo que este tema ya no tenia que volver a recordarse así que decidí parar lo patético que estaba viéndome.
– ¿Que no ibas a bañarte?– Fue lo primero que se me ocurrió pronunciar para cambiar de tema…Y funciono.
–Si, ya voy–Se dirigió hacia su maleta la cual estaba a un par de metros de la cama, y de ahí saco las prendas de ropa que usaría hoy…Negras como siempre–No tardo nada–Y dicho esto se metió al baño cerrando la puerta tras de si. Solté un gran suspiro y estire el cuerpo, ya estaba demasiado agobiado de todo esto, así que solo quería despejarme. Camine hacia el balcón y salí. No había problema, mi habitación estaba a varios pisos arriba, así que para que alguien pueda reconocerme, iba a estar difícil. Me acerque lo más que pude hasta el borde, sintiendo el frio aire que me acariciaba la piel, observando todo con mucha claridad. Las luces, los autos, las diminutas personas, el cielo oscureciéndose y dando paso a hermosas y resplandecientes estrellas que en unos instantes adornarían toda la noche…Era precioso el paisaje. Desde hace tiempo que no salía a lugares como estos…Balcones, techos, lugares altos…No me lo tenían permitido.
Desde aquella vez en aquel edificio en donde casi cometo una locura, me habían prohibido estar en lugares como estos…Muy separados del piso por así decirlo. Mi madre, Tom, doctores y psicólogos, decían que para mi bien me alejara por un tiempo de situaciones así. ¿Pero que se creían? Yo no soy ni era un maldito suicida, solo fue…
A mí nunca, me afecto en lo más mínimo eso. Yo no soy tan estúpido como para tratar de hacer algo “Indebido”…Ahora ya no. Cerré los ojos con fuerza y trate de bloquear esos inquietantes recuerdos…No tenia caso vivirlos de nuevo. Sin el miedo que los doctores decían que iba a tener, me recargue del barandal del balcón, sosteniendo mi cabeza con mi brazo. Solo mirando al cielo…Al cual tal vez nunca podría llegar…
De lo acelerado que estaba mi corazón por el susto que había pasado hace un momento, ya se había tranquilizado lo suficiente para ya no darme un paro cardiaco. Ni siquiera quería recordar todas esas ideas que estuvieron deambulando por mi cabeza, Solo algunas preguntas me perturbaban la mente en este momento ¿Qué hubiera pasado si no hubiera sido Reiko quien me había tomado? Seguramente lo de hace un rato, Tom vendría a rescatarme como siempre lo a hecho bueno…Eso esperaba pero, ¿Y si no hubiera estado cerca de mi? ¿Que hubiera hecho entonces? Nada, simplemente dejarme vencer…Como siempre lo hago. A veces me pregunto por que soy tan débil, por que siempre tengo que depender de alguien.
Por que no puedo enfrentar mis problemas yo solo. De ninguna manera estoy diciendo que desapruebe el apoyo que siempre he recibido por parte de los demás. Me refiero a mis padres, mis amigos, de las personas cercanas a mí…De Tom. Todos ellos forman parte importante en mi vida, y por eso es mas que obvio que siempre podre contar con su apoyo, pero ya empezaba a cansarme de eso, de ser siempre el niñato débil a quien cuidar o de quien hacerse cargo. No quería seguir siendo eso, una carga. Ya era tiempo que dejara de depender de los demás y por una vez en la vida, poner las cartas sobre la mesa y enfrentarme a la realidad, a los problemas, al mundo...yo solo.
CONTINUARA...
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