jueves, 4 de marzo de 2010

*Dead Promise* cap 90

CAPITULO 90: asunto solucionado

–Bill exageras todo, como crees que…
–Ey, ey, ey… ¿¡Qué demonios dijiste Bill!?–Grite al instante en que volví a la cordura. Ni siquiera permití que Reiko hablara, ya todo esto me había desbordado del límite y si tenía que excusarse aun más, yo ya no tenía la paciencia para eso… Que Bill dijera que creyó que iban a abusar de el, era algo que…Dios no se…
Me intrigo muchísimo, pues me puso a pensar en algo…Reiko, ¿Qué tantas cosas le pudo haber hecho a Bill para que pensara semejante atrocidad? Por las buenas o por las malas, me entero ahorita mismo– ¡¡Reiko contesta!! –Aunque la pregunta que había echo fue para Bill, en este último segundo que paso me retracte…Ahora quería escuchar a Reiko, quería escuchar que fuera el mismo quien me aclare las cosas ya de una puta vez.
–N-no le hice nada Tom tranquilízate–El y Bill me observaron algo asombrados…Definitivamente no se esperaban el repentino cambio de actitud de parte mía…Con decir que ni siquiera yo, hasta pienso que me estoy volviendo un jodido bipolar de tantas veces que e cambiado de actitud en este día…Pero me vale madres.
– ¿Qué no le hiciste nada? Joder Reiko ¡Si acabo de escuchar decir a Bill que casi abusas de el!...Que quieres decir ahora eh, ¿Qué escuche mal? ¿Qué estoy sordo? ¡Que! – Mi amenazante voz se escuchaba potente, en un tono muy alto, yo ya había perdido los estribos desde hace un buen rato, así que no tenia piedad sobre el. Que Reiko se estuviera comportando como lo estaba haciendo, me ponía como toro en brama, casi se me podían ver los ojos de color rojo por tanta sangre que de golpe subió a mi cabeza, y para colmarme mas la paciencia, Reiko…Mudo como siempre– ¡Coño dime que le hiciste!
– ¡Tom basta!... –Bill trato de meterse, pero no lo deje.
–Por que no te tranquilizas Tom, ya te dije que no pa…
-¡¡De una maldita vez dime!! ¡Que rayos le hiciste a Bill!! –Sentía la sangre quemándome y mi cuerpo arder, tenia tantas ganas de tomarlo por el cuello de la camisa y estamparlo contra la pared una y otra vez, hasta que por fin se indignara a hablar, pero sabia que me arrepentiría de eso después. Así que lo mejor ahora seria conservar la calma de nuevo, y tratar de no parecer un demente desquiciado, para que por una puta vez me diga lo que paso exactamente. En verdad era sumamente desesperante tener mil ideas en la cabeza tratando de adivinar cual de todas era la correcta. Clave mi mirada directamente en sus ojos quienes me miraban llenos de temor, pero no me importo, yo seguí con la postura completamente rígida y de esa nadie me movía…
–Tom ya basta ¿Si? Como que te estas pasando. Ya dije una y otra y otra vez ¡NO LE HICE NADA! Ya bájale a tus enfados innecesarios que muy ridículo te ves haciendo este berrinche de crio…–Un bochorno insoportable me penetro el cuerpo al escuchar semejante error de Reiko ¿Que patraña había dicho? Sonreí de lado y negué constantemente con la cabeza…Se había pasado. Ni unos cinco segundos habían pasado cuando la sonrisa sarcástica de hace unos instantes desapareció y en su lugar, apareció la mirada mas furica que pude haberle brindado. Me molestaba demasiado la manera en que me estaba hablando. Sin pensármelo, camine rápido hasta encontrarme frente a el, quien seguía cómodamente sentado sobre el borde de la cama mirándome aterrado.
– ¡Escúchame Reiko! ¡Déjate de idioteces de una puta vez! Estas provocando que te rompa la cara, y créeme que en este momento no me importa si te enfadas o no, ¡Ya me tiene harto tu maldita indiferencia!
–A ver atrévete…–Se puso de pie quedando frente a mi…Yo no retrocedí ni un mínimo paso–Quiero ver que lo hagas–Vaya, vaya, vaya…Ni siquiera se limito a pensárselo dos veces antes de meterse con migo…Estúpido, que estúpido eres Reiko. Se me encaro sumamente cabreado a pocos centímetros de distancia, casi pegando su pecho contra el mío…A mi este chico no me intimidaba. Pude ver como apretaba una y otra vez los puños fuertemente, en verdad que estaba enojado, ya que si de algo estoy seguro, es que Reiko es demasiado tranquilo, muy pacifista por así decirlo. El repugna la violencia, hasta el punto de hartarnos siempre con su insoportable lema de “Los problemas no se resuelven a golpes…Si no hablando” “Eso déjenselo a gente incivilizada” y Blah, blah, blah. A decir verdad, a el nunca lo había visto encarar a alguien y mucho menos soltarle un golpe, todo lo contrario, era a él a quien tomaban como juguete golpeándolo brutalmente. Pero de todas esa palizas nunca le vi levantar las manos para defenderse, solamente lo hacia para usarlas como escudo, nada mas. Por eso ahora, me había sorprendido un poco, hasta tengo que admitir que abrí los ojos de la impresión que me dio cuando hizo este gesto…Pero no retrocedería…Nunca. Me acerque aun mas a el, desafiándolo, a lo que el lo único que pudo hacer fue solamente alzar sus manos y colocarlas sobre mi pecho…Lo sabia....



Reiko no tiene las agallas de propinarme un golpe, simplemente es así…No se atreve. Nuestros ojos eran una sola mirada, podía ver en ellos un alto grado de temor hacia mí, al moverlos alternativamente de uno al otro. Pude notar como los labios le temblaban levemente, como si quisiera decirme algo o casi como si estuviera titiritando de frio. Camine un paso mas hacia el provocando que este retrocediera por insisto, fue ahí cuando estuve mas seguro que nada. Yo no lo creía capaz de hacerme cualquier cosa, un puñetazo en la cara o aunque sea un jaloneo en el cabello, no, no se atrevía, y lo sabía al ver los simples gestos que hacia al observar mis movimientos. Me reí para mis adentros, me causaba gracia verlo así, que me quisiera encarar, hacerse parecer el muy macho pues, y a la hora de la hora se arrepiente como nenaza asustada, me producía una clase de risas descaradas, casi burlándome de el. Me miro más aterrado que antes, estaba seguro que pensaba que le tiraría un tortazo en la cara justo en este momento, pues vi como levanto más las manos hasta quedar justo en frente de su rostro.
– ¡Ya paren los dos de una puta vez! ¡Me están volviendo loco! –Justo cuando creí que perdería los estribos, que ya no habría marcha atrás, Bill se levanto de la cama y se interpuso entre Reiko y yo, como si temiera a que lo peor estuviera por pasar y me refiero a que le propinara un puñetazo justo en la cara, acción que no paso desapercibida por mi mente. 



Bill se volteo quedando su rostro justamente frente al mío, coloco sus manos en mis hombros y me empujo ligeramente hacia atrás hasta quedar un poco mas alejado de mi victima la cual se encontraba cabizbajo detrás de mi gemelo. Observe como Bill infló el pecho y dejó salir al aire un cansado suspiro–Ya Tomi, cálmate ¿Si? Por favor… –Esa inigualable y duce mirada se poso en la mía, incitándome a que parara. No pude retenerla mas y la desvié de inmediato al sentirme tan patético… ¿Cómo escuchar un simple diminutivo de mi nombre, puede hacer que me aliviane un poco? No lo se…Pero de algo si, y es que algo tiene que ver con la clara y encantadora voz de Bill. Aun ante estas circunstancias me nombra con ese nombre que solo usa en raras ocasiones, después de todo lo que ha pasado, me entorpeció un poco esto…Que me tranquilizara con un simple diminutivo…Indiscutiblemente ya estaba preocupado. También me había puesto a pensar que yo, el chico que siempre defendió a Reiko de todos los asquerosos y demandantes golpeadores que lo atormentaban todos los jodidos días, de los que lo pisoteaban cada vez que querían, que lo humillaban cuando no era necesario… ¡Que ironía!... ¿Tom te quieres convertir en eso? ¿Quieres formar parte de la lista de acabar con Reiko? ¿Quieres romperle la cara y ser uno mas de los cobardes que lo golpeaban?...Sacudí la cabeza.


–Vale pues, me voy a tranquilizar, pero solo si me explicas de una buena vez que fue lo que te hizo este degenerado– No, no iba a convertirme en uno mas de la lista, en un golpeador, pero tampoco iba a dejar esto así de fácil… De esto no se me escapa, y yo tampoco. Escuche como Reiko soltó un suspiro como de queja, como diciendo claramente “Ahí va Tom con lo mismo” pero a mi no me importaba. Yo solo quería que me dieran una explicación para poder aclarar las ideas…Solo eso. Bill me miro suplicante como si me estuviera diciendo que lo dejara de una vez, trataba, pero no podía. Me quede quieto, cruzado de brazos, esperando por su parte una respuesta la cual no llegaba–Dime.
–Bueno…–Se coloco a un lado de Reiko para así hacer que este participara en la charla. El lucia mas tranquilo que hace un momento y a decir verdad yo también estaba mucho mas calmado…No me quedaba de otra–Si creí que me iban a violar fue por que Reiko me tomo por la espalda, sin que yo pudiera mirar quien era. Me dirigió hacia la cama y me tiro sobre ella y…
– ¡Espera un momento Bill! Yo no te tire apropósito– Reiko había levantado bastante la voz, casi provocando que mis oídos se taparan por un instante–Tu fuiste el que te tropezaste tarado. Yo te acerque a la cama y nada mas, tú diste un mal paso y caíste provocando que yo quedara justo encima de ti. Nada fue intencional. No se por que tanto alboroto.



– ¿Que nada fue intencional? Haber entonces dime una cosa…– Bill se puso un poco mas serio de lo que estaba y cruzo los brazos de manera dominante. Ahora parecía que la discusión era entre Reiko y Bill. Yo solo me mantuve callado observando la situación…De nuevo– ¿Por que me tocaste de esa forma? Me refiero a…Bueno…El punto es que hiciste que pensara que querían abusar de mí.
–A ver, a ver, a ver, ¿Como estuvo eso? –Me impresiono, en verdad me había quedado atónito a lo que había comentado Bill ¿Pues que a caso entonces si iba enserio? Cada vez entendía menos. Pero tenía que estar pasivo…Y planeaba hacerlo, pero de repente, recordando algo del principio, pose mí vista en Bill, lo mire detenidamente y de nuevo algo inquietante se apodero de mi–Reiko,¡No me vengas que todo esto no lo hiciste apropósito!…Míralo, si hasta te dio tiempo de sacarle la playera a tu antojo…– Reiko y Bill abrieron los ojos desmesuradamente para después mirarse entre ellos. Bill bajo un poco la vista y se rasco la cabeza y Reiko me volvió a mirar con esos ojos que casi se le salían de si.
– ¿¡Que!? No, no, no, yo no…
– Reiko no tuvo nada que ver en eso…–Interrumpió Bill–Yo me la quite al entrar a la habitación. Había calor así que decidí quitármela para bañarme…Aun no sabia que Reiko estaba aquí. Así que deja de cargarle mas muertos a Reiko por que de esto si es inocente…No pienses mal– Bill me dedico una mirada amenazante…Joder, ya lo había notado. 



Algo de lo que odio es sentir celos…Lo odio mucho. Y en este caso no fue la excepción…Me jodia la madre en estar celoso de…Mi mejor amigo. Y Bill claro lo noto…Eso no me agradaba para nada. “Ya Tomi, cálmate ¿Si? Por favor” Por ti Bill, por ti lo hare, pero esto cada vez lo iba soportando menos. Sacudí la cabeza un par de veces y respire hondo antes de continuar
–Ya vale, perdón Reiko…Pero encajaba perfecto “eso” en la situación…Era certero que pensara mal…
–No te preocupes Tom…Entiendo–Me observo incrédulo y sonrió levemente…Esa sonrisa degradante no me agrado, pero no me importo. Tenia que mantenerme relajado, pues sabía que si seguía con el genio de los mil demonios jamás llegaría a nada concreto –Reiko…–Decidí retomar el tema y me pose frente a el de nuevo, pero esta vez en son de paz. Ya no tenia la mínima idea de hacerle daño, ahora me encontraba exaltado lo se, pero eso no justificaba que yo me comportara como un salvaje, y mucho menos con uno de mis mejores amigos– ¿Por que hiciste eso? Quiero que me lo expliques, eso es todo–Me miro confundido por el repentino cambio de animo que tuve, pero eso era lo importante, que lo haya notado…Que ya no me tuviera miedo. Respiro profundamente y después hablo.
–No creí que llegaría tan lejos, como ya dije, mis intenciones no fueron malas. Solo y sencillamente quería jugarle una broma a Bill, pero veo que si me pase un po…Bueno, mucho, y por eso ya les pedí perdón a ambos...



...Pues se que en tanto Bill como tu, me han de odiar en este momento–De nuevo, un chico cabizbajo apareció ante mis ojos, su fleco cubría la mayor parte de su rostro. Bill me miro conmovido, a decir verdad el ya lo había perdonado desde hace rato, en cambio el del problema, el del mal carácter, el que quería sacar respuestas a golpes y patadas era yo. Nadie mas se había puesto tan cabreado, yo había sido el único. Me rasque la nuca pensando mejor las cosas y deduciendo que tal vez me había pasado un poco con el. Ya había aclarado desde un principio que todo había sido una mala pasada. Pero la simple idea de pensar que le había hecho daño a propósito me hizo rabiar y perder los estribos. Por mi cabeza si llegaron a pasar varias ideas de que Reiko quería propasarse a propósito con Bill, por X razón, o la más perturbante de todas…Tal vez por que le gustaba. Pero de inmediato suprimí esos estúpidos pensamientos al momento en que reaccione del quien era del que estaba hablando, era nuestro amigo, a quien le tenía más confianza que a ningún otro.
–Vale Reiko, no te pongas en ese plan, admito que si te pasaste bastante y que no debiste hacer esa estupidez jamás, pero ya paso y ni modos. Lo mejor será que dejemos este asunto en el pasado, y tratemos de seguir como si no hubiera ocurrido nada, ¿Te parece? –Aunque era difícil, trate de hablarle lo más pasible que pude para que pudiera notar que ya no estaba tan molesto como lo estuve hace un rato. 





Lo único que quería en este momento era irme a mi habitación a descansar el rato que me quedaba ya que había perdido bastante tiempo tratando de solucionar este pequeño embrollo.
–Gracias Tom…–Observe como Bill nos miraba con un gesto de compasión y una sonrisa adorno su delicado rostro. No pude evitar sonreírle también.

CONTINUARA...


0 comentarios: