Capitulo 89: Todo empieza de nuevo
Sonreí irónico y comencé a caminar a paso vacilante, dando pasos lentos y cortos, caminando en la habitación sin rumbo fijo con los brazos cruzados, observando el suelo, pensando… sin darme cuenta, ya me encontraba justamente frente a Reiko. Note como se cohibió con mi presencia, al notar mis pies delante de el, fue lo primero que pudo ver, ya que estaba cabizbajo. Este tímido gatito ni siquiera alzo la mirada para encontrarse con este perro rabioso, solo la desvió hacia un lado, queriendo librarse de mí, pero ¿Por qué? No tenia que temerme…No mucho. Bueno quizás me había tranquilizado un poco, eso si pero con Bill. Reiko aun seguía provocándome rabia. Revire los ojos llevándome una mano a la frente y suspire tan fuerte que hizo que su cabello se moviera un poco…Esto ya me estaba cansando. Me incline hacia adelante y apoye mis manos sobre mis rodillas quedando a la altura de Reiko…Mi rostro justo en frente del suyo, y él claro…Ignorándome. Lo mire seriamente con el ceño fruncido, con gesto autoritario. Seguía cabizbajo, viendo hacia otra dirección, para ser exactos, estaba mirando sus manos que jugaban una y otra vez con el borde de la sabana. El sabia muy bien lo que le vendría encima en este momento, pues pude notar lo atento que estaba a cada movimiento que hacia, inclusive si me viera parpadear, estaba seguro que podría llegar a alterarse y alzar la guardia. Esperaba por lo menos una muy buena explicación por su parte, pero de su boca no salía ni una sola palabra. Mudo, estaba completamente mudo, y sin el valor de atreverse a mirarme, lo cual me altero. Levante una mano frente a su cara y chasqueé los dedos rápido. El parpadeo al mismo tiempo en el que hice el molesto gesto y…Por fin logre lo que quería–Eh, eh, aquí ¿Si?…– Apunte a mis ojos con los dedos índice y medio, para que por si acaso el fuera tan estúpido, pudiera captar a donde debe mirar. Y sin ni un segundo de demora, enfoco al fin sus ojos en los míos, mirándome de una manera singular y diferente que antes. Ahora si, Reiko estaba completamente cabreado también, lo pude notar sin tener ni siquiera que hablar con el. Pero a mi, en este momento me vale madres Reiko y todo lo que sienta…No se compara con lo que sufrí hace un momento…No puede. Solo sabe alterarme los nervios.
– ¿Y bien?
– ¿Que cosa? –Me enderece de nuevo colocando una mano en mi cintura y otra pasándola por mi cara ya harto de la situación. Le di la espalda por un momento mientras cerraba los ojos con fuerza para tratar de tranquilizarme. El por su parte, aprovechó para volver a desviar su mirada de la mía, exhalando exasperadamente ¿Cómo cojones se atrevía a hacerse el inocente? Esto ya esta llegando al extremo de mis casillas. En ese pequeño lapso, mire a Bill que seguía en la misma posición que antes, sin ni siquiera haberse movido un poco, lo único diferente es que se abrazaba entre si, sin duda alguna ya le había entrado frio. Levanto en un lento movimiento la vista, encontrándose con dos desquiciantes ojos que lo observaban detenidamente… ¿Y su camisa? Desde el momento en el que entre no la tenia. Busque con la vista a los lados más cercanos de Bill para ver si localizaba algo parecido a lo que llevaba, pero nada. Hasta que mire por la parte de atrás de el y ahí la encontré, tiradota en el suelo. Volví a mirarlo, plantando mi vista sin querer a los chupetones que le había dejado en el cuello, pensando en que cuantos días tendrá que usar ese tipo de ropa para encubrir mis desesperadas caricias que tuve con el…No creo que mucho. Pero Bueno, si tenía frio que sea inteligente y se vaya a poner algo en ves de estar titiritando como tonto. Ese ya no es mi problema…Mi problema ahora es otra persona. Volví a girar rápidamente hacia Reiko, como si de repente sintiera que queria escaparse de mí, percatándome de que estaba equivocado, seguía sentando al borde de la cama sin hacer ni decir nada…Pero yo si.
– ¡Pero que coño tienes en la cabeza eh! ¿Mierda quizás? En que estabas pensando…–De nuevo, esos misteriosos ojos se mezclaron con los míos en cuando termine de hablar, o más bien de gritarle. Parecía estar indignado pero, no lo juzgo, pues la manera en la que me estaba comportando no era tan apacible como debía ser, pero es que por mas que trataba de tranquilizarme, venían a mi mente esas terribles ideas que estuvieron pasando por mi cabeza cuando creí que perdería a Bill, no…Eso para mi era demasiado. No podía dejarlo pasar así nada más. Si, se que es mi amigo y que a veces todos cometemos errores pero esta vez se había pasado de la raya y por mucho. Según él fue una simple bromita, pero la verdad no le encuentro la gracia por ningún lado en el que lo veo…Recordar a Bill totalmente devastado, fue el extremo del límite.
– ¡Ya dije que lo siento Tom! se me salió de las manos.
–Vaya ¡Que irónico! se te salió de las manos, así de simple ¿No? ¿Esa es tu puta explicación? – Que se creía, ¿Que así de rápido se acabaría todo? Pero que diablos le pasaba.
–Tom ya cálmate ¿si? Ya viste que no le paso nada.
– ¿Que no le paso nada? ¡Eh! ¿Ya lo viste? –Apunté hacia Bill, quien estaba más acojonado que nada, hace unos momentos me hubiera apoyado con todo esto, ahora era todo al revés. Siempre, sea la persona que sea, terminaba teniéndole lastima si se presentaba la oportunidad y en este caso no era la excepción. Seguía inmóvil, observando la situación sin decir nada– Por dios Reiko ¡Esta destruido! ¿Que acaso no tienes vergüenza? –Me alteraba mucho mas ver la indiferencia que Reiko tenia sobre el asunto. Pareciera como si le valiera un comino lo que le decía. Odio su indiferencia, y mas cuando esta encabronado.
– ¡A ver que quieres que diga entonces Tom! Ya dije que lo siento ¿Si? y esa es la puta verdad…LO-SI-EN-TO–Ni siquiera se inmuto en levantarse de su cómodo lugar para levantarme la voz, todo le valía. Lo único que pude hacer fue apretar los puños para retener las inquietantes ganas que tenia de golpearlo ¿Por qué? Por que el muy estúpido tiene razón, siempre la tiene. El ya se había disculpado varias veces desde que empezó a salirse todo esto de control y la verdad ¿Qué más podía decirme? Ya las cosas pasaron y si, fue una broma de mal gusto, pero solo eso…Una Broma.
Y pues ahora que lo pienso, creo que lo único que quería en realidad era desquitarme con alguien, y si no era con Bill, pues el siguiente en la lista era “Reiko” Este desastroso cansancio, mezclado con el miedo que tuve de perder a Bill, agregando el enojo que tengo al darme cuenta de que todo esto fue una jodida farsa, hacen que pierda los estribos de una manera desquiciante. “Cálmate Tom, cálmate de una puta vez”.
Baje la mirada localizando a Reiko había cambiado totalmente la postura de hace unos instantes, pude notar que estaba mas calmado, ya no vi rabia en sus ojos, solo veía al mismo chico tranquilo que siempre es. Suspiró y miro a Bill–En verdad lo siento mucho Bill, no quise…Hacerte llorar–O era un buen actor o en verdad lo sentía, aunque esta vez si podía notar un poco de arrepentimiento en su rostro. Respire profundamente para así darle más aire a mis pulmones y exhalar para tratar de calmarme. Bill por su parte le correspondió la mirada y le regalo una sonrisa pequeña, pero de esas que dicen mas de mil palabras…Palabras conmovedoras.
–Ya, vale, vale…Admito que también me pase contigo, no te tomes a mal todo lo que te dije…–Ahora el indignado era yo, tener que darle una clase de disculpa al chico que hace rato quería destrozar era algo difícil para mi…Pero creo que si me había pasado con el–Ay Reiko, que haremos contigo ¿Eh? Bueno, la próxima vez piensa antes de actuar–Me acerque a el y pase una mano por su cabeza despeinándolo de contrapelo...
– Para que te sirve esa cabezota ¿Eh? – Si, tal vez daba algo de miedo la forma en que cambiaba de actitud, hace un instante estaba enojado y ahora bromeo con el como si nada hubiera pasado pero, eso es precisamente lo que paso…Nada. Reiko asistió con una pequeña pero distinguible sonrisa mientras me observaba y se acomodaba el cabello. Bill por lo tanto, se acerco hacia nosotros y se sentó aun lado del ahora avergonzado Reiko, sin nada de distancia entre el uno y el otro, sin apartar la mirada de su rostro acompañado de una sonrisa, haciéndole saber que lo había perdonado.
–Bueno, ya esta todo bien–Coloco una mano en su hombro, apretándolo levemente, como gesto de apoyo–Pero la próxima vez que se te ocurra darme la bienvenida de esa forma cuando entre a mi habitación, se un poco mas delicado ¿No te parece? – ¿Y quien dijo que había rencor o enojo? Al parecer entre estos dos el enfado ya había cesado. Bill siempre ha sido así, un chico sin resentimientos, lo cual admiro mucho, pues yo en cambio, puedo ser todo lo contrario. Pero por esta vez…
–Si, recordare eso–Soltó una risa que encajo perfectamente en la situación– Pero la próxima vez fíjate bien quien esta dentro antes de hacer cualquier otra cosa ¿Ok?
–Como iba a saber que estabas en la habitación, me tomaste por la espalda y ni tiempo me dio de reaccionar o hacer algo– ¿Qué? Como que… ¿Pero que tanto había sucedido?
–No pero ahí tu tuviste la culpa, debiste haber tocado primero antes de entrar.
–Pero para que tengo que tocar si es mi habitación…
–Si, y la mía también ¿Que tal si quiero andar desnudo por ahí y tu sin avisar entras y me cachas? Para eso sirve tocar…Y estuvo cerca eh, estaba en el baño apunto de bañarme cuando escuche que entraste, y me acerque a la puerta para salir a verte cuando de repente sentí como la puerta se estampo sobre mi cara, haciendo que retrocediera hasta quedarme pegado a la pared detrás de esta y vi que entraste al baño sin ni siquiera notar que estaba ahí, así que…No se, fue muy tentador asustarte, además tenias que pagar por aporrearme la puerta en la cara–Comenzó a reírse mientras que Bill lo miraba indignado, con las cejas levantadas y la boca abierta en modo de sorpresa, tratando de contener una risa discreta…¿En el baño? Pero de que rayos hablaban estos dos…
–Aja, ¡Entonces si fue apropósito!...
–Bueno Bill, yo nunca dije que no lo fuera, si ya te dije fue una broma, se supone que son intencionales ¿no? Lo que si admito fue que se me salió de las manos. Por eso te pido perdón.
–Ha-Ha así de fácil ¿no? – Bueno, por lo menos la incomoda situación en la que nos encontrábamos, ya había cambiado de rumbo a algo mas pasivo pero aun así, todo esto seguía sin tener sentido para mi, no entendía nada de lo que hablaban, de su estúpida broma y no se que tanto, y como yo del tema ni enterado pues mi única opción era seguir en silencio observando la escena...
Pues estaba seguro que si volvía a preguntarles que había pasado, se harían los sordos de nuevo.
–Ay Bill ya paso, olvídalo ¿si?
– ¿Qué lo olvide? Ja, si fue el susto de mi vida, esas cosas no se olvidan ni de chiste…En verdad, qué paso por esa cabeza dura que tienes ¿Eh? Creí que me iban a violar…-Un escalofrió electrificante me recorrió todo el cuerpo e hizo que las ganas que ya tenia de ir me a mi habitación para continuar con mi sueño, se me esfumaran de volada… ¿V-Violar? ¿A caso escuche bien? No, no, no. ¿Ahora que viene a contar? Esto si que no me lo esperaba…Para nada. Durante todo este tiempo había creído que lo que hizo Reiko había sido solamente una distracción, un pequeño susto, nada mas…Pero ahora escuchando lo que acaba de decir Bill, inevitablemente el coraje invadió de nuevo mi cuerpo. Haciendo que la sangre me ardiera quemándome las venas por dentro…Simplemente estallé.
CONTINUARA...
0 comentarios:
Publicar un comentario