Capitulo 5
Pov Dulce
— ¿Qué tienes pensado hacer?—Pregunto Josh
— ¿Cuándo se reúne Tom con Gustav?
—Pasado mañana, en la noche, como a eso de las 12 o 1 de la noche, ¿Por qué?
—Entonces pasado mañana nos vengaremos.
Nos encontramos en la casa de Jacobo. Drake está planeando como vengarse de Tom porque supuestamente él, le quito algo suyo. Según escuche. Drake siempre a tratado de vengarse o de eliminar a Tom de su camino por todos los medios, pero aun no lo ha logrado, sigue enojado por lo que paso con Elena, para mi eso es una pendejada, la verdad, todo mundo la conocía y no como persona, sino como la puta que era. El chiste es que Elena termino acostándose con Tom cuando ella aun andaba con Drake, pero al parecer eso no le importo en lo mas mínimo ¿Cómo se entero Drake? Pues de la manera menos conveniente, entro a la “oficina” de Tom apurado ya que tenia prisa porque estaban en problemas, ¿Pero quien diría que tendría una sorpresa al atravesar aquella puerta? Los encontró en plena acción, Tom acostado en el sillón y ella cabalgándole, ¿Cómo lo sé? Fácil, yo iba con el cuando los vio, su cara era un completo dilema, para mí que tenía un combate interior sobre el que hacer, al final decidió caminar hacia donde se encontraba situado el sillón, jalo a Elena y la aventó tirándola al piso, como cual calzón lanzas al suelo sin importarte que pase con este, Tom se paro, gran error, apenas se puso de pie, recibió un duro y desprevenido golpe por parte del novio cornudo. Después de eso Drake abandono la pandilla llevándose con el a varios integrantes mas poniéndolos en contra de Tom, también se han empastado a pelear por todo, aun así sea el mínimo problema, el objetivo es acabar con el enemigo, antes de que el termine contigo.
— ¿Tu que piensas, nena?—Me pregunto Drake. Estoy sentada en sus piernas, sus manos en las mías, sobándolas por encima del pantalón azul oscuro que traigo.
— ¿De que amor?—Pregunte. La verdad es que ni sabia el porque de su pregunta, me perdí del tema al estar recordando el momento en el que Tom y el dejaron de se los grandes amigos que eran, mejores amigos no, ya que el lugar del mejor amigo estaba ya ocupado, por Andreas, pero aun así los 2 ex amigos parecían uña y mugre, papas francesas y Ketchup, siempre juntos, en cualquier lugar que vieras a uno ya estabas mas que seguro verías al otro, lo único que no hacían juntos era: ir al baño, follar, e ir a casa, ya que ni viven cerca.
Drake, al igual que sus “amigos” vive en los barrios bajos, Tom, no estoy muy segura, pero el es de los barrios altos. Nadie sabe exactamente donde vive. Nunca se lo ha dicho a nadie, solo Andreas lo sabe y el tampoco lo a querido decir. El sabia perfectamente que no debía decir ni una sola palabra de la calle o dirección donde viva Tom, pues si un enemigo suyo se llegaba a enterar, seguro y trata de arreglar las cosas cuando el este solo. Y la verdad es que ese niño esta metido en miles de problemas y con personas de cuidado. En pocas palabras, no quisiera estar en su lugar.
—De Tom ¿Cómo te gustaría más su muerte? ¿Lenta y dolorosa? ¿O instantánea?
—No lo sé, pero si me fueran a matar a mi, preferiría que mi muerte fuera instantánea, le tengo miedo al dolor. No me imagino estar sufriendo en las manos de un enemigo mío, seria horrible.
—Me acabas de dar una grandiosa idea muñeca. Tener a Tom de rehén, haciéndolo sufrir, llorando, hare que me pida perdón por lo que me hizo, quiero que ruegue para que termine de una vez con su vida en vez de seguir aguantando con tanto dolor que le provocare, ¿Pero sabes que?, no lo hare, disfrutare tanto ese momento. Verlo derrotado, sufriendo, con su orgullo pisoteado, ver que el Tom que tanto se forzó en aparentar se valla a la mierda— ¿Es que no puedo tener mi boca cerrada? Ahora gracias a mi bocaza le acabo de dar una idea de maltrato de parte de Drake hacia Tom. Linda boca tienes Dulce.
—Me agrada la idea—Finalizo por decir Nick. Él al igual que su hermano Josh apoyaban incondicionalmente a Drake. Para ellos el a sido su ejemplo a seguir, desde que formaron parte de la pandilla de Tom lo conocieron.
Claro, cuando Drake se iba a retirar de la pandilla ellos dos fueron los primeros en unírseles, les gustaban mucho las ideas de Drake, todas para ellos, son buenas, y esta no era la acepción, no harían algo que no hubiesen hecho ya, pues hacer sufrir a la gente lo sabían a la perfección. Eran unos expertos respecto a ese tema y nadie lo discute.
Tenía que prevenir a Tom y a los chico, pero por el momento no puedo hacerlo, aquí no puedo llamarle, si alguien del grupito de Drake me llegara a escuchar, estoy muerta. Mejor mañana en la nochecita le pongo un pretexto a Drake y me voy al local, solo les avisaría y me regresaría, no puedo arriesgarme a que me vean.
Pov Narrador
Gente bailando y haciendo relajo en la pista de baile, Moviéndose al compas de la música, disfrutando de esta como cualquier persona disfruta a su edad, riendo, cantado con los amigo que se unieron a la fiesta, formando un grupo para poder divertirse ¿Y que mejor que hacerlo en compañía? , y tomando todo lo que su dinero les permitía pagar, gastándose hasta el ultimo centavo que sus padres les habían dado, o viene el cual habían ganado trabajando.
Otros más estaban entretenidos con los bailes que ofrecía aquel bar. Mujeres en poca ropa bailando, si no es que algunas ya estaban tan acostumbradas que se quitaban toda la ropa en frente del público, algo así como un bar nudista, ofrecían bailes en el tubo, privados, y algunos bailes eróticos junto a otras chicas, asiendo una escena de lesbianismo, también hay hombres que hacen lo mismo que las mujeres, escenas eróticas de homosexualidad, la verdad es que soy muy gustosas por la mayoría de los hombres que vienen a ver el espectáculo.
Muchas personas consideran una cierta repugnancia hacia este bar por lo que ofrece, varias personas lo llaman “Bar de mala muerte” ya que dicen que siempre que una persona que entra aquí la echa a perder con toda su porquería, también debido a que muchos salen muertos de ahí gracias a circunstancias desconocidas, ¿La policía? No hace nada, solo pasan del tema y aparentan que nunca han oído de ese lugar, la única quejas que hubo fue de una señora que se atrevió a dar parte a las autoridades. Fue ignorada. ¿Miedo? Quizás, pero lo mas probables es que el dueño, Tom, tenga a policías a su favor, eso explicaría porque después de que salió de la comandancia, nadie volvió a molestarlo. Lo único que tenia que hacer para no levantar sospechas (cosa que ya no podían evitar, pues todo mundo se daba cuenta, la gente, mensa, no es) era que cuando oyera a una patrulla saliera corriendo como si tuviera miedo a que lo arrestaran.
A pesar de las personas que están en la pista de baile y las que ven el show, nadie podía llamar más la atención que aquel grupo. El grupo de Tom en la zona V.I.P, lo que mas sorprendía era ver al tan deseado Tom bailando con un hombre. Se le conoce por su fama de gigoló tanto con hombres como mujeres, ya que él era el bisexual, pero ninguno tenía tanta suerte para estar mucho tiempo con él, de una noche no pasaba, la única que se conocía que a estado con el mas de una vez es Paola, pero a muchos les sorprendió que hoy ella no estuviera con Tom evitando a toda costa que cualquier persona se le acercara para ligar, tampoco abrió el show como solía hacerlo, hoy lo hizo el nuevo, el que bailaba con Tom ¿Sera que ya la remplazo? Pregunta que todos quisieran fuera respondida.
Tom y Bill decidieron sentarse de una vez, ya llevaban un buen de tiempo bailando. Después de los besos que se dieron en los vestidores decidieron salir para disfrutar un poco del ambiente, pero al parecer el único que disfrutaba era Tom, platicando con sus amigos, jugando y criticando a las mujeres que había en el lugar, diciendo cual estaba mas buena o cual era la que seguro no serbia ni para el arranque.
Bill prefería no meterse en el tema, nunca le gusto criticar a una persona sin conocerla y mucho menos a las mujeres, para el eran algo sagrado, tal y como le enseño su madre desde pequeño. “Las mujeres son lo mas bello que puedes encontrar, por eso trátalas bien, nunca les llegues a pegar, a una mujer no se le pega ni con el pétalo de una rosa”,Palabras que su madre siempre le decía, y no olvidaría.
Bill se prometió nunca tratar mal a una mujer como lo hacia su padre. El jamás llegaría a ser como el, eso nunca, De vez en cuando mantenía una pequeña conversación con Andreas, pero no duraba mucho todo se terminaba con un “A que hora se termina esto” “Sabes a que hora se va Tom” “Falta mucho” Se sentía incomodo, no se habla con ninguno de ellos aparte de Andy y muy poco con Tom, con el era algo diferente, algunas palabras de conversación y se terminaban besando, ¿Pero porque se besaban? ¿No se suponía que el era heterosexual? Estaba confundido, el los largos 18 años que tiene no le había sucedido eso, era vergonzoso pero no se avergonzaba de todo como lo hacia cuando estaba frente a Tom cualquier cosa que le digiera, piropo, lo bien que se veía, lo guapo que era, la cara tan bella que se cargaba, todo absolutamente, todo lo que saliera de los labios de Tom terminaba por avergonzarlo y ponerlo rojo como un tomate, y aun no entendía el porque.
Sus besos le gustaban y se sentía realmente bien ¿Amor a primera vista? Sí, creía en el amor a primera vista, pero no pensó que le fuera a suceder tan rápido y menos con un hombre, se lo imaginaba diferente, ¿Pero que más da? Nunca sale algo como lo deseas o imaginas. Cansado de estar sin hacer nada, decidió empezar a tomar, sabia que esa no era la solución y el método para pasársela bien, pero si que le serbia para quitarle un poco de la pena que sentía y darle mas valor para hacer lo que el quisiera.
Mareado, ese era su estado. 4 vasos en el vestidor y 5 aquí le afectaron de sobremanera, no estaba acostumbrado a beber y menos a tomárselos como si de agua se tratara ¿Pero eso que importaba si ya había conseguido lo que tanto quería? Su vergüenza y temor se fue y pronto se integro al tema que trataban Tom y sus amigos. Hablaba con ellos como si ya los conociera desde hace mucho tiempo, dando a conocer su punto de vista en todo momento.
—Bueno, nosotros ya nos vamos—Tom se levanto de su lugar agarrando a Bill de la mano para que hiciera lo mismo.
— ¿Tan pronto?, pero si todavía es temprano, son las…—Georg, dirigió su mirada a su muñeca derecha para ver la hora. No lograba ver del todo bien, después de beber tanto no se sabe controlar, él al igual que los demás estaba igual de borracho o más, el único al parecer con su sentidos bien puestos era Tom y la verdad es que el así era mejor. Quería estar consiente de todo lo que esta noche pasaría con Bill en su cuarto—3:30 de la madrugada—Para Tom también era temprano pues comúnmente solía irse a eso de las 5:00 de la madrugada, ya que en los cuartos que tiene el bar solía acostarse con quien le diera la gana, pero decidió que esta vez fuera diferente, Bill vivía con el, mejor hacerlo haya y sin interrupciones de nadie, pudiendo hacerlo gritar todo lo que el quisiera.
—Y se te hace temprano. Mi ruca me va a matar—Dijo Edgar poniéndose de pie como pudo. Vivía con su madre en una casa de los barrios bajos, pero gracias al dinero que le paga Tom la podía tener en buen estado, dándole a su madre lo que necesitaba. Aun dándole el para los gastos de la casa su mamá le tenia algunas reglas con las cuales tenia que cumplir al pie de la letra y una de ellas era no llegar más tarde de las 3:00 am, cosa que ya no lograría, ya llevaba media hora de retraso, seguro y le daba uno de los mas largo sermones que solía darle, diciéndole que cuando ella tenia su edad, si no cumplía las cosas le daban a palos, o bien la dejaban dormir en la calle sin importarle lo que le pasara—Nos vemos mañana si salgo vivo del sermón, ya saben cómo es la rus—Tomo sus cosas y estrecho las manos de sus amigos y salió de ese lugar.
Ellos sabían de sobra como era Angelina, la llegaron a conocer bien las veces que han ido a la casa de Edgar. Puede llegar a ser la madre mas divertida, hermosa, alegre, cariñosa del mundo, pero a la vez puede llegar a ser el mismo Lucifer si la haces enojar y no respetas sus decisiones.
—A veces quisiera tener una madre como la de el, pero a la vez no ¿Han visto como se pone cuando se enoja?—Pregunto Erick.
—Ni para mencionarlo, aun recuerdo el día que lo regaño en frente de nosotros por lo que hicimos en su cuarto ¿Se acuerdan? Casi deja la casa sin vidrios de lo fuerte que grito su nombre cuando entro al cuarto y vio todo—Recordó Chris entre risas.
La verdad es que ese día les entro un miedo el cual nunca les da frente a otra persona, pero ella no era cualquier persona y mucho menos cualquier mujer. Tenía casi la fuerza de un hombre, al poco tiempo de la violación y el maltrato que le ocurrió decidió no dejar que ningún hombre le volviera a poner la mano encima. Se ejercito, va todos los días al gimnasio, sabe pelear y mucho mas. Sabiendo todo eso de sobra, cuando la vieron toda roja del coraje parada frente a la puerta, con lo ojos muy abiertos por lo que estos veían.
—Lo mas gracioso de todo eso fue ver la cara de Edgar. Estaba blanco como un cadáver, de verdad que le tiene miedo a su mamá jajaja—Dijo Tom soltando una carcajada la cual fue seguida por todos hasta la de Bill se hizo presente sin saber de que hablan en realidad. Pero la verdad es que estaba algo pasado de tragos hasta el punto que todo le causaba risas, hasta una estupidez—En fin, ahora si nos vamos nosotros. ¿Andy crees poder quedarte en la casa de Georg?
— ¿Y porque en la mía? Yo no lo quiero ahí, bastante tengo con aguantarlo todo un día en el trabajo. No, ni que estuviera loco.
— ¿Y crees que es bueno para la salud pasar una noche contigo? Ni tu novia te aguanta ¿Por qué crees que se fue? Porque eres I-N-S-O-P-O-R-T-A-B-L-E—Grito Andreas llamando la atención de varios chicos que estaban a poco metros de ellos. Georg se quedo callado con lo de la novia.
—A ella no la metas en esto. Aquí ella ni vela en el entierro tiene, así que no la metas. El problema es solo entre TÚ y YO, nadie más, no seas gallina y compite bien. TRAMPOSO—Recalco las palabras Tu, yo y tramposo, con lo que Andreas abrió la boca, indignado.
—De nuevo a pelear. Yo me voy, se ponen los 2 igual de insoportables cuando se ponen a discutir como un par de mocosos peleando por una galleta. Andy te quedas en su casa y punto, no hay mas de que hablar. Adiós—Estrecho su mano con la de Chris y Erick que son los únicos que le pusieron atención.
Andreas y Georg seguían peleando diciéndose lo enfadosos que son cada uno. Sacando todos los trapitos al sol del contrario. Bill también estrecho su mano, solo que este le agrego un beso en la mejilla, lo cual fue bienvenido por parte de Chris y Erick que sonrieron de manera halagadora.
—Nos vemos otro día, bombón—Dijo Erick guiñándole también un ojo de manera coqueta. Bill le dedico una sonrisa acercándose a su oído donde le pronuncio unas palabras.
—Hasta pronto guapo—Tan borracho estaba que le dio un pico en los labios dejando a Chris, Erick y Tom con la boca muy abierta y los ojos atentos a la figura de Bill. Si Bill estuviera en sus casillas jamás lo abría hecho, pero no estaba en estado de saber qué es lo correcto y no correcto, lo mas seguro es que mañana se levantara con un dolorón de cabeza insoportable y ni idea de lo que hizo en la noche del día anterior.
Tom tomo con un poco de brusquedad el brazo de Bill comenzando a caminar hacia la puerta esquivando a las personas que aun seguían bailando como si la hora no importarse o bien como si nada mas existiese mas que bailar y pasarla bien. Tom iba a paso apresurado, le había molestado lo que acaba de presenciar. Se suponía que les había dejado claro Bill solo era de él y de nadie mas. Que el solo tenia derecho a tocarlo, besarlo y todo lo que se le ocurriera, pero solo el, no mas.
Bill era arrastrado por Tom, sin importarle los empujones que recibían por parte de las personas. Bill mas de una vez se tropezó casi cayéndose, pero no tenía tiempo para quejas ya que tenia que seguir caminando si no quería quedarse tumbado y siendo arrastrado. Salieron de aquel bar que al parecer no tenia hora para cerrar, de hecho las mayorías de las veces se quedaba abierto toda la noche, de día solo venían las personas de nuevo turno. Soltó a Bill y abrió la puerta de su auto dándole una seña a Bill para que entrara. De verdad que se había enojado. Cerro la puerta algo fuerte, no tanto, no quería hacerle ningún tipo de daño a su auto. Rodeo por el frente, abrió la puerta y se sentó, cerró la puerta, busco las llaves, las saco y pronto lo encendió dando varios arrancones para terminar saliendo como rayo quemando llanta, llamando la atención de todas las personas que permanecían fuera de aquel local.
Aceleraba todo lo que su queridísimo carro le permitía. Quería llegar lo mas rápido posible a su casa y saciar sus ganas de tener a Bill bajo sus brazos, disfrutando, gimiendo su nombre con cada embestida, tenia tantas ganas de hacerlo gritar hasta que explotara gracias a el, que le pidiera mas, que le diera mas duro. Miles de posibles imágenes se posaron frente a sus ojos, haciendo que desear mas aquel futuro que estaba no muy lejano de su presente.
El moreno, después de esculcar sus bolsillos y darse cuenta de que no tenia con que escuchar música, estiro la mano prendiendo el mini estéreo y dándole un mini toque al botón de play. La música pronto se hizo presente, retumbando en todo el auto. El volumen estaba a todo, dejando escuchar claro y muy fuerte a Sami Dexule.
— ¿Pero que mierda?—Dijo el moreno apagando lo que antes había encendido.
—Esa mierda, como tu le dices, es Sami Deluxe
— ¿No tienes algo mejor?
—Solo Hip Hop o rap.
—Emm, mejor me hubieras dejado en el bule aquel, ahí sí que hay buena música. Me la estaría pasando de lo mejor, no como aquí y contigo—El Hip Hop y el rap aun no le lograban agradar. Para el los 2 eran igual pues no encontraba la diferencia de uno con otro, solo los llaman diferentes para hacerse los importantes. Por más que trata no podía llegar a entender como esos raperos podían llegar a ser famosos con tanta mierda que sueltan.
—Te divertirás mas conmigo, incluso disfrutaras mas—Dijo Tom sonriéndole con picardía al moreno. Moviendo su arete de forma coqueta.
— ¿En serio? ¿Y como harás eso?
—Lo sabrás muy pronto.
—Solo espero de verdad disfrutar tanto como tu dices—Tom, solo se dedico a sonreírle. Sonrisa que le aseguraba disfrutar de esta noche como nunca antes lo hubiera hecho. ¿Una noche? ¿Bill borracho? ¿Solos en la casa? ¿Qué más podrían pedir? Todo estaba saliendo según el plan de Tom y al parecer lo terminaría con lujo de detalle, sin hacerle falta algo.
…
—Solo déjate llevar—Le decía Tom mientras besaba insinuante el cuello del menor. Se encontraban en el cuarto del moreno, frente a la cama. Tom besándole el cuello y el menor haciendo intentos por alejarlo un poco. En algunos “besos” le llego a dejar unas marcas rojizas y que poco a poco se iban haciendo negras, como un morete, pero todos sabemos el nombre adecuado. Chupetones.
—No estoy seguro de esto—Bill intentaba en vano alejar un poco a Tom de su cuello pues podía sentir muy bien como este absorbía su piel para dejarle marcas que serian muy difícil de ocultar. Con maquillaje no las podría tapar, ya que según escucho por ahí se vuelven de color mas fuertes—Suéltame, me aprietas demasiado—Y era cierto. Tom lo tenía fuertemente pegado a su cuerpo con una de sus manos.
—Oh vamos, se que te gustara, a todos termina por gustarles—Dejo de besar su cuello y pego su frente con la del menor, mirándolo a los ojos, sonriéndole con la intención de darle un poco de seguridad y poder terminar con esto de una vez. Se estaba empezando a cansar por la actitud del menor.
Bill sonrió y pronto beso a Tom. ¿Qué más da? No perderé nada con experimentar Pensó el menor, pero la verdad es que tendría mucho que perder. Su virginidad anal y algo de la dignidad que le quedaba. Después de esto Tom ya tendría marcado lo que le pertenece y ninguna forma evitara lo contrario. Lo que el hace suyo, suyo se queda.
Los dos cayeron en la cama. Bill arriba de Tom. Su beso era apasionado, lleno de deseo y con ganas de sexo. La lengua del de trenzas combatía con la de, el de rastras para ver cual llegaba más dentro de la boca del contrario. Sus salivas se mesclaban dándole mas sabor al beso, las lenguas jugando, disfrutando del placer que esto poco les ofrecía.
Tom giro quedando el ahora arriba del menor. Se separo de la boca ajena y se fue hacia el cuello para comenzar a devorarlo como hace minutos estaba haciéndolo, solo que ahora sin intentos del otro por alejarlo de el. Bill soltaba pequeños suspiros, le gustaba la sensación y lo bien que se sentía el que besaran el cuello.
El de trenzas acariciaba el cuerpo que se encontraba bajo el suyo, con su pulgar daba suaves carias a la cadera del menor, disfrutando del contacto. Podía sentir como el menor se iba excitando, estaba comenzando a ponerse duro y el estaba igual. Necesitaba mas contacto con el otro, contacto que no fuera interrumpido por la ropa de los dos. Bill acariciaba la espalda del mayor, disfrutando del su contacto y del tacto que las manos del mayor le otorgaban en su cadera, asiéndole disfrutar de las pequeñas carisias.
La ropa ya sobraba, sus cuerpos pedían más, rogaban por más calor, por contactos mas íntimos y mas placenteros. El corazón del moreno estaba acelerado y se acelero mas cuando las manos de Tom poco a poco comenzaron a deshacerse del cinturón que sostenía un poco de su pantalón. Cuándo termino de quitárselo lo aventó por algún lado de la habitación. Siguió con los botones del pantalón. Se los bajo lento, disfrutando con la vista, viendo el comienzo de de aquellas piernas largas y un poco velludas, pelitos güeros se hacían presentes con cada tirón que le daba al pantalón hacia abajo. Cuando llego al final de las piernas le saco los zapatos de un tiro para seguir con su labor y sacar de una vez ese pantalón que tan bien se le veía puesto, ajustado y dejando mucho que desear bajo esa apretada prenda.
Su mirada se concentro en aquel bulto que se encontraba de bajo de aquel bóxer que al igual que el pantalón eran apretados, seguro que cuando se deshiciera de ellos el menor sentirían un gran alivio, pero lo quería hacer sufrir un poco. Sus manos siguieron el camino de los pies del moreno, acariciando cada parte de estas con cada recorrido que daba, le gustaba ver como se estremecía y se empezaba a poner chinito por el contacto del mayor al acercarse a los muslos, siguió su camino llevándose el filo de la camiseta y empezar a subirla cuando sus manos avanzaban mas arriba. Su abdomen era plano, pero le presto mas atención aquel tatuaje que se dibujaba un poco arriba de los bóxer, dejando ver un poco mas de la mitad. No pudo evitar acercar su boca y delinearlo con la lengua, dejando un camino de saliva con ello.
El menor hecho un poco la cabeza hacia atrás, estaba seguro que fue una buena decisión el experimentar un poco, por lo poco que ya llevaban haciendo se sentía excelente. La lengua de Tom le hacia disfrutar, su cuerpo se estremecía mas con cada lamida que este le otorgaba a su estrella. Sus bóxer apretaban, necesitaba bajárselos y dejar su erección al aire libre. El dolor que sentía era placentero, pero el quería mas, mucho mas. Al terminar de jugar un poco con su lengua en la estrella se deshizo de la camiseta. No le gustaba ser lento, pero con el era un poco diferente, quería observar su cuerpo, ver lo perfecto que era, ver que pronto aquel cuerpo que se encontraba bajo el suyo le pertenecería, seria de su propiedad y el solo lo podría tocar.
Tom volvió a pegar su frente a la del menor. Un beso se volvió hacer presente. La lengua de Tom pedía permiso para invadir la boca del contrario, Bill no la rechazó, abrió un poco más sus labios para darle vía libre a la lengua de Tom hacia su boca. Las lenguas jugaban dándole al beso un poco mas de pasión con la saliva revuelta de los dos, parecían uno solo, no cavia duda, sus bocas eran la una para la otra.
Bill sin romper el beso dirigió sus manos al comienzo de la camiseta de Tom, se dio cuenta de que no era una, si no dos, por lo pegada que estaba a su cuerpo comprendió que la de abajo era una de tirantes, nunca pensó que Tom usara de esas, ya que cuando acomodo su cuarto no se encontró con ninguna de esas, solo había largas y anchas como las que ya se estaba acostumbrado a verle puestas los 2 días que llevaba con el. Sin importarle que fueran 2, las alzó, se encontraba ansioso por ver lo que las prendas que usaba no le permitían ver. Al llegar a las axilas del mayor cortaron el beso para poder sacarlas, cuando las camisetas hubieron estado fuera sus bocas se juntaron en otro beso, abriendo la boca para que el otro entrara de una vez por todas, sin necesidad de que pidiera permiso, cada cabeza giraba para el lado contrario de la otra, pudiendo así darle mas profundidad al beso y sus bocas encajaran mejor a la perfección.
Bill aparte de estar concentrado en el beso, se concentraba también en acariciar los pectorales bien marcados que tenía Tom, subiendo y bajando sus manos por los costados, acariciando todo lo que el tenerlo sin camisetas le permitía. Su piel era suave, lisa, que dejaba con ganas de conseguir más piel la cual explorar, y no se espero para eso, sus manos se fueron al comienzo de los pantalones ajenos. Se deshizo del cinturón que sostenía a estos, no hubo necesidad de desabrochar el botón y bajar el cierre, ya que tan grandes le quedaban que solos comenzaron a descender por las piernas de Tom, este se saco los tenis por si solo, dándoles un pequeño empujón en la parte de atrás y quitándoselos muy fácilmente.
El único objeto que faltaba por quitarle a Tom para poder estar de la misma forma, era sacarle la gorra que cada que acercaban sus caras, juntaban sus frentes, movían las cabezas para seguir con el beso, le molestaba, no le lastimaba, pero si le estorbaba, y mucho. De un jalón, casi brusco se la quito de una vez por todas. El beso seso y se observaron por un rato, rato después Tom hacia un vaivén haciendo que sus miembros se rosaran y tuvieran pequeñas descargas de placer por sus cuerpos. Al poco tiempo de estar rosando sus miembros Tom decidió por fin quitarle el bóxer y pasar a la siguiente fase. Le bajo los bóxer a toda velocidad, ahora sin prestarle atención a nada, solo quería terminar dentro de el. El menor sintió un gran alivio cuando dejo de sentir la presión de su bóxer sobre su miembro totalmente erecto. Puede que se avergüence de todo, pero nunca de su miembro, estaba bien dotado, su orgullo se define gracias a el.
—hmmm…—No pudo evitar soltar un gemido cuando la mano del mayor, tan masculina, muy diferente a la suya, le toco la punta del pene con su dedo pulgar, acariciándola suave, dándole un gran placer al menor, haciéndolo desear mas de lo que le daba.
— ¿Lo ves? Dije que terminaría por gustarte—Se lo dijo con una gran sonrisa en su labios, demostrándole que el siempre llevaba la razón. Dejo de acariciar la cabeza del pene del menor, esperando una respuesta, Tan poco tiempo juntos y ya lo estaba conociendo a la perfección.
—Solo cállate y no pares—Dijo el menor desesperador por volver a sentir el placer que le otorgaba el mayor con su mano. Pero el mayor no lo hizo. Se giro de nuevo cambiando de posiciones. El abajo y el menor arriba, sentado a horcadas en su pelvis. Bill se le quedo viendo con un claro signo de interrogación pintado en su cara.
—Quiero sacarme las dudad. Metete mi polla en esa boquita tan linda que tienes—Tom sonrió de medio lado. Jugando con la lengua, moviendo su arete con este.
La expresión de Bill primero fue de sorpresa, pero al igual que Tom, sonrió. Ya no cavia duda, el alcohol si que lo hacia hacer cosas que el no se atrevería hacer, no al menos sin sonrojarse y tratar de echar todo para atrás. Se deslizo hasta el final de las piernas de Tom, llevándose con sus manos la prenda que los separaba de estar cuerpo con cuerpo. Se mordió el labio cuando termino de sacar de una vez el bóxer de Tom, aventándolos a cualquier parte de la habitación, no le importaba donde cayeran, lo importante ahora para el era seguir viendo aquel miembro tan grande que se encontraba frente a el. Erecto en toda su extensión, la cabeza rosa, se veía apetitosa, tan apetitosa como lo es una paleta para un niño de 2 años cuando la ve en la tienda, su color, tamaño y sabor lo atraían más. Las ganas de probar cada vez se hacían más grandes.
Se puso a cuatro patas arriba de los pies de Tom, dejando su cara frente a su erección. Con una mano le empezó a dar lentas caricias, de arriba hacia abajo, recorriendo toda su extensión, de la base a la punta. La paso por toda su cara, tomando un poco de tiempo para jugar con ella y su nariz, pasándola de un lado a otro, como si se tratase de un cariño que se hacen 2 personas que se aman al jugar con sus narices. Le dio una lambida rápida en la punta experimentado en sabor del pene de Tom, no sabia mal como el creyó que le sabría, pero al parecer hoy todas sus creencias eran equivocadas.
— ¡Oh joder!—Jadeo fuerte y ronco Tom al sentir como su polla de un momento a otro era envuelta por la boca de Bill, sintiendo su calor, su lengua recorrer la extensión de su pene. Echaba la cabeza hacia tras, viendo la cabecera de la cama. La vista se le nublaba de tanto placer, estaba viendo las estrellas y rosando la luna con sus dedos. Bill había empezado con movimiento lentos, pero al tomar un poco mas de confianza fueron mas rápidas, disimulando una penetración, acariciando con su mano desocupada los testículos de Tom para darle más placer, con la otra mano se sostenía en el colchón para no irse y atragantarse con el pene de Tom.
Podía sentir la punta chocar con su garganta. La saco y tomo una gran boconada de aire antes de ser tomado del cabello por las manos de Tom para volver a su tarea. El ritmo con que Tom movía su cabeza de arriba hacia abajo era mas apresurado, la punta chocaba con su garganta con cada bajón que le daba a su cabeza. El pene de Tom se estaba empezando a poner pegajoso por el líquido del pre-seme que este soltaba. Tom sabia de sobra que si seguía así terminaría por correrse de un momento a otro, pero no quería dejar de sentir la estreches de la boca de Bill, quería seguir sentí el calor de esta, sentir como la lengua de Bill rosaba cada parte a la cual lograba llegar, dejándola mojada y resbaladiza, haciendo que el ritmo pudiera ir mas rápido. Quería seguir estremeciéndose con cada caricia de aquella bolita de metal que portaba la lengua del menor, dándole mas placer. Lo separo de su entrepierna, no quería pero tenia que hacerlo, aun no quería terminar, lo quería hacer dentro de el, marcar bien su territorio, sentir el orgasmo dentro de el.
—Ven aquí—Dijo acercándolo a su boca. Bill le dio un pico en los labios, pero el quería mas, así que lo tomo por la nuca y lo acerco de nuevo a sus labios profundizando el beso apenas sus labios hicieron contacto con los ajenos. Podía aun saborear su propio sabor, pues la boca de Bill aun llevaba el líquido que Tom comenzaba a soltar con la mamada. Tom fue bajando sus manos, de la nuca a la espalda, tomándose su tiempo y acariciando toda la extensión de esta. Lo sentó a horcadas sobre su pelvis y sus manos fueron directamente al trasero de Bill.
—hmmm…—Los gemidos de Bill eran callados por la boca de Tom, cada gemido salía por las carisias nada decentes de Tom, estrujando su trasero, separando sus nalgas y acariciándolas con sus manos. Sus bocas fueron separadas y Bill tuvo vía libre para soltar sus gemidos sin ser callados por la boca de Tom. Este solo se dedicaba a la tarea de acariciar descaradamente el culo de Bill, estrujándolo como tanto había añorado. La noche anterior soñó con esto, pero en definitiva no tenia ni puta comparación con hacerlo en un sueño a hacerlo en la vida real. Bill, al igual que como lo hacia antes Tom, comenzó a besar su cuello, solo que el no le dejaba marcas, solo se dedicaba a dar suaves y pequeños beso. Quería hacerlo disfrutar como el lo estaba haciendo.
—Oh…hmmm—Gimió fuerte al sentir como uno de los dedos de Tom se adentraba en el. No sentía algo mas que no fuera placer puro—Mete otro, uno no es suficiente. Ahí cabe mucho mas—Dijo cerca del oído de Tom para antes de alejarse darle una lamida al lóbulo de la oreja. Tom sonrió y no metió otro dedo mas, sino 2 dedos mas—Ahh…Tom—El primer gemido con su nombre y el quería escucharlo mas. Sus dedos entraban y salían con algo ya de facilidad. Ya estaba dilatado.
—Esto ya esta, pasemos a lo mejor—Antes de que Bill pudiera decir algo, Tom dio unas cuantas envestidas mas con sus dedos, los saco y sin previo aviso lo penetro de golpe.
—Ahhh…Dios, Tom—Dijo Bill abriendo toda la boca para soltar un gran gemido. Era totalmente diferente a como él pensaba que sería la primera vez, pensó que seria doloroso, pero no lo era, en absoluto. Lo que él no sabía es que no sentía dolor, no porque no doliera, sino por tanto alcohol.
Cuando te encuentras borracho, y te pegan, golpean, madrean, te das un putazo tu solo, te caes, y demas. No te dolerá, no sentirás dolor y nada comparado, pero eso si, al día siguiente estarás que no soportaras el dolor tan fuerte que tendrás. Tom daba envestidas, no lentas, no, eran todo lo contrario. Ayudaba a Bill a que se alzara y bajara, metiendo su miembro muy dentro de el. La estreches del menor le hacia disfrutar inigualable a las otras de las tantas veces que lo a hecho. De primera se preocupo, pues Bill no había dicho nada con respecto a que sentía dolor o algo parecido, pero después se acordó que en su estado no se sentía ningún dolor, solo placer ¿Cómo lo sabia? Porque muchas veces le ha pasado, en algunas ocasiones le toco pelearse estando ebrio y a la hora que recibía un golpe no le dolía en absoluto, aun así siendo un muy, pero muy fuerte golpe.
—Oh joder, brinca mas fuerte—Gimió Tom. Bill le cabalgaba a lo brutal, dándole saltitos, dejándose caer lo mas fuerte que podía, sintiendo como la larga y ancha polla de Tom le tocaba un lugar dentro de el que le hacia perder el control. No quería dejar de sentir esa sensación, el solo placer de estar siendo penetrado le hacia casi estar a punto de llegar al orgasmo y sin ser aun tocado en sus genitales, los cuales pedían un poco de atención y cariño. Tom desde abajo observaba como Bill entreabría la boca, diciendo su nombre entre gemidos, cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás con cada envestida que este proporcionaba. Su miembro entraba y salía muy rápido a causa de los saltitos en su pelvis que Bill hacia. Sabía que si seguían a este ritmo no tardaría mucho en derramar su semilla dentro del menor.
…
Paola estaciono su auto afuera de la casa de Tom. La única luz encendida en toda la casa era la de una habitación. Sabia perfectamente que la luz del cuarto que estaba encendida no era la habitación de Tom. Hace ya algún tiempo savia donde vivía Tom, y sin que Tom se diera cuenta le quito la llave y le saco copia para así poder entrar a la casa. En total, había entrado unas 10 veces. Conocía muy bien la casa, sabe donde se guarda cada cosa y para lo que tenia pensado hacer le venia como anillo al dedo.
Rebusco en un cajón por un rato hasta que por fin dio con lo que tanto estaba buscando. Su tan amada copia de la llave de la casa a la cual no tardaría en entrar para poder realizar su objetivo en contra de Bill. Salió de auto y camino a la puerta de barandal que se encuentra enfrente de la puerta principal, quito el seguro, abrió, entro, cerro con cuidando, tratando de hacer el menor ruido.
Estando la llave ya adentro de la chapa, la giro, tomando la manecilla para así tratar de no hacer ningún ruido al abrir la puerta de esta. Una vez ya abierta y ella dentro de la casa, cerró la puerta teniendo el mismo cuidado que en la primera. Camino rápido hacia la parte de abajo. Comúnmente se conoce como sótano, pero aquella parte de la casa de Tom no tenia con ningún parecido a un sótano. Solo se encontraban 2 puertas. Una ya sabia de que era, pero la otra aun no, todavía no ha podido pasar la puerta blanca con negro que esta a lado de la biblioteca. Quiso entrar la primera vez que visito la casa, pero no pudo. Tenía llave y esa sí que no sabía donde la guardaba o escondía Tom.
Abrió la puerta de la biblioteca y pronto se acerco al librero que tendría alrededor de unos 500 o mas libros. El cuarto de biblioteca ocupa la mitad de la planta mas baja de la casa, la otra mitad es ocupada por lo hasta el momento, desconocido. Agarro un libro color amarillo canario, de muy mal gusto para ella. Lo abrió a la mitad y se encontró con una hoja especial para guardar algún tipo de llave. Esta vez se trataba de una pequeña, con ella podía abrir cualquier cajón del escritorio. La tomo y pronto abrió el segundo cajón del lado derecho del escritorio. Tomo la llave con un borracho de llavero y salió de la habitación dejando todo como estaba al principio. Subió con cuidado las escaleras, viendo con la poca luz que entraba por las ventanas, asegurándose de no ser descubierta. Antes de salir por la puerta principal escucho unos ruidos provenientes del segundo piso. Se quedo callada para averiguar que se escuchaba. Tremenda fue su sorpresa al descubrir que los ruidos ellas los conocía a la perfección. Eran gemidos. Fuertes y claros. Su furia creció mas contra Bill, pues estaba segura de que se trataba de el, y no le quedo duda cuando escucho salir el nombre de Bill de la boca de Tom. Pero esto no se quedaría así, arreglaría todo y se vengaría de Bill. Se fue como alma que lleva el diablo, desquitándose con el volante de su auto, golpeándolo y maldiciendo en voz alta.
…
—oh, si, mas fuerte, dame mas fuerte. ¡Párteme en culo en dos!—Grito Bill. La posición había cambiado. Bill se encontraba a cuatro patas en el colchón con Tom detrás de el dándole por culo a todo lo que podía. Se encontraba sudando a chorros, su cuerpo ardía por el deseo. Con una mano agarro su pelo y se lo hizo para un lado para poder voltear y ver la cara de de Tom. Gotitas de sudor recorrieran la cara del de trenzas, su cuerpo estaba envuelto de una pequeña capa de sudor, haciendo que se viera más apetecible y brilloso.
—Tus deseos son ordenes—Sonrió. Agarro la cintura de Bill con sus dos manos, lo hizo hacia a delante y lo retrocedió con tanta fuerza como pudo logrando una embestida brutal. Se quedaron sin hacer nada, disfrutando Tom del momento y de ver la cara de Bill, con la boca abierta y los ojos cerrados aun volteando a verlo a el. Bill abrió los ojos y le sonrió de modo morboso. El niño borracho comenzaba agradarle, tal vez esta no seria la única que vez que le incitara a tomar para salirse con la suya— ¿Qué esperas perra? ¡Vamos, muévete!—Grito dándole un guantazo en la nalga, la cual no tardo mucho en empezar a tomar un color rojizo.
—hmmm…si—Bill regreso su mirada hacia adelante y con movimientos apresurados hizo lo que Tom le ordeno. Se abalanzaba de adelante hacia atrás lo mas rápido que podía.
La cabecera de la cama chocaba con la pared de los rápidos movimientos que deban. Tom Dirigió su mano al pelo de Bill acariciándolo y bajando, recorriendo y acariciando cada parte de nuca y espalda. Llevo un dedo a la boca de Bill, este al sentir el dedo ajeno en su boca lo comenzó a lamer, dejándolo lleno de saliva que se escurría a lo largo de este. Lo lamia como si de un rico dulce se tratase. Tom alejo el dedo, fue bajando su mano, acariciando el cuello del de rastas, lo apretaba un poco, le gustaba ver como Bill perdía un poco la respiración. Bajo más su mano hasta llegar a la parte del abdomen.
—Oh, Tom—Suspiro. Por fin, Por fin, El pene de Bill por fin, fue de vuelta tocado por las manos de Tom, ahora masturbándole al la misma velocidad con las que le proporcionaba cada una de las envestidas. Rápidas, placenteras. Podía sentir como su cuerpo se encogía. El momento estaba a punto de llegar—Tom, me vo… me voy… a correr—Dijo entrecortado por los espasmos de placer que le recorrían por el cuerpo. Tom al escuchar lo que el menor pronuncio, le dio un azote más y continúo con sus embestidas rápidas. El tampoco tardaría mucho en llegar.
—Aahh…—No pudieron evitar gritar fuerte ante el orgasmo tan maravillo que habían tenido. Sus vistas se volvieron negras, el cosquilleo que les recorría el cuerpo los hacia tener una sensación de placer aun mas placentera. Bill termino corriéndose en las sabanas blancas de aquella cama que era testigo de lo que esa noche había pasado, lleno también la mano de Tom, de su semen.
Tom se corrió al mismo tiempo que Bill, dentro de él, poco a copo vio como su esencia recorría las piernas de Bill, este se dejo caer, dejando su cabeza de lado, su boca abierta y los ojos cerrados, disfrutando del desvanecer de los espasmos. Tom se acostó arriba del menor, sin todavía salir del interior de este.
Pov Bill
Me revolví en la cama, pero fue un gran error al acomodarme boca arriba. Mi trasero dolía, dolía y a montón, me posicione de lado para evitar cualquier contacto de mis pompas con el colchón. Fui abriendo los ojos poco a poco, tratando de acostumbrar mis ojos a la luz de la mañana. Lo primero que divise al tener los ojos totalmente abiertos fue la puerta que quedaba a la izquierda de la cama, a la derecha se situaba el closet y un ropero. Tome mi cabeza entre mis manos, cerré los ojos por el pulsante y gran dolor que me invadió en esta provocando que me la apretara un poco para ver si podía reducir un poco el dolor. No funciono.
—Mira debajo de la sabana
— ¿Qué?
—Que mires debajo de la sabana
Quite una mano de mi cabeza y la situé en la sabana, agarrándola y comenzando a subirla. Quería ver el porque de la maldita voz diciéndome que levante la sabana. Una vez alzada sentí un poco de aire entrar. Sentí algo de frio y fue cuando algo se me cruzo por la mente. No, no podía ser verdad. Abrí los ojos y grande fue mi sorpresa al ver mi suposición hecha realidad. Me encontraba desnudo, en pelotas, si nada, aparte de la sabana que si no fuera por ella mi desnudez estaría al aire libre, tal y como había venido a este mudo.
— ¿Pero que me has hecho?
—Ahora si que te encuentras mal. ¿Cómo se supone, que yo, una simple voz de tu conciencia pueda desvestirte y acostarte en la cama? Además yo no podría causar tremendo chupetes que te cargas en el cuello.
Me levante aun a costa del dolor tan pulsante que se presento en mi parte baja de la espalda y el de la cabeza. Tenia que verlo con mis propios ojos, no podía ser verdad, o bueno, tal vez si una mujer me los hubiera hecho, pero no me acuerdo habérmele acercado a una chica.
—Oh—Tape mi boca con mis manos. La maldita voz tenía razón. Tremendo chupetones me cargaba en el cuello, pero no solo en este, no, si no que otros mas esparcidos por mi cuerpo, en la estrella, junto al pezón y otros lugares.
—Pe… ¿Pero qué coño?
—Oh, vamos. No me digas que no te acuerdas de todo lo que hiciste ayer. Yo trate de evitarlo, pero al parecer te valió una mierda lo que yo dijera. Has memoria y veras de lo que te estoy hablando.
Y de nuevo. Haciendo lo que la voz de mi conciencia me decía trataba de recordar el porque de los chupetones, el estar encuerado en la cama y el dolor en el trasero. Olvidándome del dolor en las dos partes ya mencionadas puse totalmente toda mi concentración en recaudar cosas de lo que paso ayer en la noche. Imágenes sin sentido aparecían frente a mis ojos. Como un video con fotos, a cada cierto tiempo aparece una nueva foto. Fotos de los momento en los que me encontraba con Tom en los vestidores, eso si que lo recordaba. Nuevas imágenes aparecieron, pero ahora mostrando a los amigos de Tom y a el, yo a su lado, si, eso también lo recordaba. Las siguientes fotos no las recordaba. Todo a partir de cuando me tome la sexta copa de la noche no recuerdo nada. Me esforcé más por averiguar ya de una vez todo esto. Miles de momentos grabados en pequeños cuadros se me dejaron venir haciendo que de golpe recordara todo. Mis mejillas se tornaron un color rojo, fuerte. Estaba más avergonzado que nadie y más al recordar lo que paso en la noche cuando Tom y yo estábamos en mi habitación. Si antes no sabia como comportarme con el, ahora con esto, menos.
—Llegaste muy bajo Bill—Y le doy la maldita razón. Hoy si lo comprendía y apoyaba. Acababa de llegar hasta lo más bajo que una persona puede llegar.
Pov Jörg
— ¡Maldición!—Tire todo lo que se encontraba en la mesa de noche del cuarto del marica. Gotitas de sangre descendieron de mi brazo, me había cortado al golpear la maldita lámpara. Había entrado con la posibilidad de que hubiera regresado y lo hallara dormido aun a estas horas de la mañana como el miedoso que era, pero de nuevo me había equivocado.
¿Ahora que haría? ¿Que escusa creíble me inventaría para justificar la ausencia de el? ¿¡COMO PUTAS CONSEGUIRE EL MALDITO DINERO QUE ME DARIAN A CAMBIO DE EL!? Mis nervios y coraje estaban en su límite. Si aquella niñata no se hubiera escapado no estaría preocupado por perder tan grande cantidad de dinero. ¡Joder!. Salí de la casa, cerré con llave y emprendí camino hacia el lugar en el que me había quedado de ver con el comprador.
Lo único que tenia en la mente era el, como reaccionaria el güero. Tal vez se enoje. ¿Pero quien no lo haría? Le prometí algo y no se lo daré. Estúpido marica que si ya lo odiaba ahora lo odio más. Nunca puede hacer nada bien, ni siquiera limpiar la casa y por su maldita culpa soy yo el que quedara como un gran pendejo. Juro, juro que si te llego a encontrar, topar, chocar o lo que sea, pero que esté frente a mí, le daré la peor de todas las golpizas de las que ya le he dado. Lo juro.
Frente al local pude divisar a Gustav sentado bajo una sombrilla que evitaba que la luz del sol le diera en el cuerpo. Tomo su tasa y dio un sorbo a esta mirando el reloj. Son las 3 de la tarde y seguro se preguntaba porque todavía no llegaba. Solté el aire contenido en mis pulmones. Resignado, así es como estoy, ya estaba claro que no había forma de poder cambiar todo y mucho menos regresar el tiempo atrás. Camine entrando al local hasta poder estar frente a él. Tome asiento, me miro extrañado, y el porque ya lo se.
—Y… ¿Dónde esta?—Ya lo venia venir y ahora es cuando todo el dinero se me va de las mano.
—Se ha escapado el muy capullo.
—Entonces ya no hay trato—Dijo poniéndose de pie y sacando un billete de su cartera. Se iría así de fácil.
—Yo podría conseguirte a otro muchacho o bien muchacha, solo dame tiempo—Lo tome de la mano antes de que pudiera irse y ver como el dinero se me iba frente a mis ojos, así, tan fácilmente. No, no lo permitiría—Necesito el dinero.
Estaba dudando en mi petición, no sabia que hacer, lo dejaba y reflejaba muy bien su cara. Hizo un gesto con la boca y se dedico hablar.
—Tengo que hacer una llamada. Espera aquí—Asentí y vi como se fue hacia los baños, no entrado pero si estando cercas. Un lugar en el cual el ruido de los carros y las personas hablara le permitiera escuchar mejor a la persona del otro lado del teléfono. Me senté, lo único que me quedaba era esperar.
Pov Gustav
— ¿Tom?
—No. Soy Andy ¿Quién habla?
—Andreas, soy Gustav, ¿Se encuentra Tom por ahí?
—No. No lo he visto desde ayer en la noche. Se fue y ni se acordó de que había puesto el cel en la mesa en la que estábamos—Me pregunto como fue a olvidarse de su celular cuando que nunca lo deja, sea cual sea la situación.
—hmmm…
— ¿Lo necesitas urgente?
—Nonono, solo lo llamo para decirle que lo quiero mucho—Dije con sarcasmo— ¿Crees que si no fuera importante o urgente le llamaría?
—Pues no, pero haber ¿Por qué no me dices eso que le tienes que decir a el? Tal vez y yo pueda ayudarte ¿No crees?— ¡No!, no sirves para otra cosas mas que para molestar a la gente, pero va que no pierdo nada con el contarte.
—Mira, lo que pasa es que el señor que nos vendería a su hijo ya no lo tiene, al parecer se le fue de la casa o algo así, pero me dijo que el nos podía conseguir a una mujer u hombre y pues le quería preguntar el que le decía.
—Conoces a Tom. Si no es lo que acordaron, no hay trato, no se porque le llamas para preguntar algo así sabiendo tu mismo la respuesta. Solo dile que no hay trato y listo.
—Vale, pues le diré que no. Nos vemos en la noche.
—Ok, acá te esperamos. Adiós y cuídate bebe.
— ¿Cuántas veces te tengo que decir que no me digas así? No me gusta para nada, no soy de tu barrio y te lo he dicho.
—Y yo te he recordado que no me gustas pero me gusta hacerte avergonzar. Si tan solo vieras tu cara de chica avergonzada cuando esta frente al novio jajaja
—Ja-ja no le veo nada de gracioso a esto, y ¿Sabes que? Mejor te cuelgo porque si no terminare mandándote muy lejos—Era cierto, cuando me molestan ya lo suficiente, cuando me sacan de mis casillas suelo mandar a la persona, motivo de mi enojo, a la chingada, puede que parezca serio y que no me se defender, pero soy todo lo contrario, solo hay que conocernos, darnos confianza y te tratare como tal, un amigo con mucha confianza.
—Amor no te enojes. Mira, en la noche que estés aquí desquitas tu coraje conmigo, ya sabes como, solo tu sabes hacerlo como me gusta—Podía escuchar como se carcajeaba de cada palabra que me decía, este de verdad que se esta pasando y no tengo tiempo para jueguitos estúpido. Me gusta jugar con el de esta forma, pero joder no en momentos de trabajo que me salgo de quicio muy fácil.
—Arrg, me voy, chao.
—Adi…
Colgué, guarde el celular en el bolsillo, no seguiría escuchando el sin fin de cosas que me diría, cualquier cosa, a este se le ocurre de todo, guarradas, cariños, no hay nada que no se le valla sin decir. Me dispuse a volver con el hombre. Seguro y le cae como una patada a la pansa, pero no hay mas que hacer, si le digo que si el que termina mal soy yo, porque si, conocía perfectamente a Tom en el tema de negocios, si le querían dar algo que no acordaron no lo compra y punto, el trato se deshace, y si llego yo y le digo lo que hice seguro y me va de la fregada, y no gracias así estamos mas que bien.
—Lo siento, pero no hay trato, si necesitas el dinero ese no es mi problema. El trato era comprar a TU hijo, no a otro muchacho o muchacha. Si no hay hijo no hay dinero—Me di media vuelta antes de que se le ocurriera empezar con una escenitas de las que no me agradan. Salí de aquel lugar, me subí a mi auto y emprendí viaje a mí otro asunto pendiente, de ahí me iría a Leipzig.
Pov Drake
—Ya regreso, no tardo—Me dijo Dulce abriendo la puerta de la calle.
— ¿Te piensas ir ahora?, falta poco para las 12 y necesitamos irnos antes que ellos.
—No me tardare, lo prometo.
—No, no, tú tienes que irte con nosotros.
—Pero ni siquiera están listos los demás, quien sabe que están haciendo allá arriba. Seguro y tardan media hora.
—Ya estamos listos. No tienes que preocuparte por nada Dulce—Los chicos, uno por uno venían bajando las escaleras, ya vestidos, viéndose “guapos” como ellos suponían, si claro, y yo soy el gobernador de Alemania. Jajá. Dulce hizo una cara que sin dudar expresaba coraje, ¿Pero que importa? Ahora lo más importante es poner a Tom en el lugar que le corresponde. Mas abajo que la mierda propia.
—Vez nena, no tardan tanto estos gay’s, solo se ponen lo primero que ven y listo—Me acerque a ella junto a la puerta y con mi mano la rodee de la cintura acercándola a mi cuerpo. Ella no podía perderse del espectáculo, tenia que ver la mejor parte; ver sufriendo a Tom.
—Oye, oye, puede que los demás sean jotos, pero yo no lo soy, me junto con ellos por lastima—Argumento Maicol bajando más rápido las escaleras aparentando asco hacia los demás.
—Ya. Aquí no hay ningún gay y si lo hay que se valla, eso aquí no se soporta. Deberían de darse asco—Jacobo odiaba como ninguno de nosotros odiaba a los homosexuales, creo que hasta su enojo hacia su padre es mas grande que el que yo le tengo a Tom. Odiaba a su padre, no había duda. A los 19 años se entero de que su padre no había muerto como su madre se lo hizo saber, la verdad es que les abandono por irse con una persona de su mismo sexo a la cual se supone ama. Jamás lo vi llorar como lo hizo al enfrentarse con su padre presentándose a su casa, dándole la cara y pidiéndole una explicación, cosa que no debió haber exigido. Su padre le dijo que nunca estuvo enamorado de su madre, que se caso con ella solo porque sus padres lo obligaron al descubrir que era gay, lo hicieron solo para tratar de que su hijo se olvidara de esa locura tan grande (como ellos lo veían) haciendo también con esto que el embarazara a su esposa, pero como todo mundo, se canso de las mentiras y termino por contarle la verdad a su mujer, ella le dijo que no lo juzgaría, que el hiciera con su vida lo que le placiera, solo le pedía una cosa, no dejarlos solos a ellos dos, al parecer fue mucho, se fue a la segunda semana de decirle la verdad, no habían vuelto a saber de el hasta que Nick lo vio en una tienda de los barrios altos, tomado de la mano de un señor, al parecer de la misma edad que el ¿Cómo supo que era su padre? Nick, cuando de recién se unió a la banda, a la de Tom y mía, nos comento lo que era de su vida y nos mostro una única foto que tenia de su padre, no cambio mucho por lo que no fue difícil para Nick reconocerlo en la calle. Después de lo que su padre le dijo, lo odio, a el y a todos los homosexuales, si veía a uno en la calle, su sexualidad era lo suficiente para merecer una paliza por parte de el. El día de enterarse de la verdad lo cambio mucho, demasiado.
— ¿Entonces porque querían traer al diva ese del callejón?
— ¿Sera porque el muy imbécil me pego? ¿O tienes alguna escusa mejor hermanito?—Le pregunto Josh a su hermano menor por un año, Nick.
—Yo si lo tengo—Empecé diciendo yo, tomando la atención de todos. Dulce me miraba desde abajo, era un poco chaparra, me llegaba por ahí del medio brazo —Si lo vendemos a uno de los compradores de mujeres, seguro y ganábamos un buen de plata.
—Eso que ni que.
Sonreí y junto con Dulce y los demás caminamos hacia la puerta. Rumbo a nuestro destino, a mi destino, al destino de Tom, a la muerte de Tom, a su derrota, a su sufrimiento. Nos dirigíamos al final de una guerra, guerra la cual terminaría ganando el mejor. Yo.
Pov Bill
Una vida creyendo algo, estando seguro de lo que soy, sufriendo por algo que no soy, corrijo, sufriendo por algo que no era, aguantando dolor por seguir con mi creencia, y ahora resulta que eso no sirvió de nada porque a fin de cuentas soy lo que no pensé ser. Un homosexual.
El espejo reflejaba algo que no imagine lo fuera a ver con mis propios ojos, viéndome a mi cambiar de un día para otro y todo por mi maldita culpa, si no hubiera sido tan torpe y tonto pensando que el tomar me salvaría de todo, gran error, solo logre empeorar las cosas mas de lo que ya estaban. Y sí, sé que el jodido hubiera no existe ¿Pero que mas puedo decir? Uno siempre piensa las cosas después de hacerlas y las únicas palabras que salen son: “Hubiera, Ojala” y todas esas, no hay otras y ahora entiendo lo que quieren decir con el; “El ojala ni el hubiera existen” dos simples palabras las cueles no existen en la vida real, no se puede regresar el tiempo y al final de todo solo nos queda decir lo que se nos cruza y para nosotros nos hace “reflexionar” pero si tan solo pudiéramos aprender de los errores, cosa que no sucede, siempre volvemos a tropezar una y otra vez con la misma piedra, se quiera o no, siempre se vuelve al lugar del comienzo.
Vestido con el pantalón negro algo entubado, el único de los 3 que me quedaba limpio, la camiseta negra, que al igual que el pantalón es la única limpia que queda de las 3 que traía contando el cambio de ropa con el que llegue ante ayer, los zapatos que me puse son de Tom, había logrado meterme a su cuarto sin ser visto hacer rato para coger un par de tenis del cajón, pude haberle agarrado otra prenda de vestir, pero eso es lo único que me queda, toda su ropa es el cuádruple de grande que la mía, si me la pusiera me vería hasta peor que ellos con esas garras, por ultimo traía las botas que metí a mi mochila el día que hui de casa, llegan a la mitad de los pies, son negras y peluche corto, haciendo de estas unas botas suaves y mas.
Me encontraba terminando de arreglarme en mi cuarto, solo me faltaba el maquillaje, pero eso se termina rápido. Hace ya una hora que llego Tom, no salí para nada de mi cuarto en cuanto oí que el había llegado, no quería toparme con el y escuchar todo lo que tendría que decirme de nuestra “diversión”, tampoco estaba preparado para el sermón que seguro me daría, es muy seguro que ya halla mirado su habitación en orden, sin nada tirado, cada cosa en su respectivo lugar. A los 15 minutos de su llegada decidió subir y tocar, seguro y pensaba que le abriría, pero ni loco, me moriría de la vergüenza, todavía no logro superar lo pasado, podía hacerme pasar por el loco como si nada pasara, pero que si paso ¡DEMASIADO! Y no podría andar por la casa con el en la misma como sin nada, terminaría humillado, mas de lo que ya me encuentro, al ver que no le habría ni le contestaba, lo único que me dijo fue un simple;
—Cámbiate y arréglate. Espero que estés listo en menos de 45 minutos, si no bajas, subo por ti. Mi putita personal me tiene y debe que acompañar a todas partes.
Y me comencé a cambiar. ¿Por qué? Por el simple hecho de que no quería que el subiera y me hiciera bajar valla a saber uno de que manera. Miedo no le tenia, pero la verdad es que prefiero mejor prevenir que lamentar, claro que en la forma en lo que me lo dijo no me gusto para nada, y mucho menos que me digiera eso de “Mi putita personal” pero si, el al parecer tenia muy en cuenta lo de anoche, porque dijo que seria como su putita personal en el hecho de que me acostara con el, y así sucedió y el lo tenia muy presente, mas que yo.
Termine de arreglarme y abrí la puerta, preparado no estaba, pero al final de cuentas quiera o no quiera debo bajar. Tom se encontraba en el sillón, viendo la tv, relajado como si nada hubiera pasado, relajación que a mí me faltaba. Mis nervios estaban a flor de piel, me estaba muriendo de nervios con cada escalón que bajaba ¿Han sentido los nervio cuando haces algo y estas a punto de ser descubierto? ¿Cuándo estas a punto de presentar un examen? ¿Antes de que digan las calificación? Pues multipliquen eso por 3 y comprenderán lo grande de mis nervio.
—Ya… ya es… ya estoy listo—Dije situándome al final de las escaleras. Bien dicen “Los nervios, son traicioneros”.
—Ya era hora, creí que debía ir y bajarte yo—Tomo el control remoto entre sus manos, apago la tv y se puso de pie. Tomo mi mano y salimos de la casa, caminamos hasta llegar al carro y el subió. Camine por detrás de este para poder subirme.
Durante el transcurso del camino, ni el ni yo hablábamos, el esta concentrado en la carretera y yo en quitar la pintura de mis uñas, no se veían bien con la mitad despintada, mejor traerlas sin pintar en lugar de tenerlas así, ya tendría dinero para irme a comprar todo lo que necesitaba. Me pregunto ¿Cuándo iremos a comprar lo que necesito? Podía preguntarle, pero no se si deba, no se como reaccionara, es muy seguro que bien, pues le he dado todo lo que el ha pedido y sin mi consentimiento, porque no, estar borracho no es estar en pleno estado de salud para tomar una decisión ¿O me equivoco? Yo pienso que no, en fin, le preguntare y que sea lo que Dios quiera.
—Em… Tom me preguntaba, ¿Sera posible que un día de estos puedas darme dinero para comprar cosas que necesito?—Me atreví a preguntar. Por un momento pensé que no me había escuchado porque no parecía a verme tomado la mínima atención, pero me saco de dudas cuando me dirigió una mirada.
— ¿Qué es lo que necesitas?—Pregunto secamente, teniendo siempre la mirada al frente.
—Ropa, este es el único conjunto que me queda, zapatos, solo tengo los tenis y estas botas—Las alce un poco para que pudiera verlas, pero él ni siquiera las miro de reojo—Esmalte, una plancha para el pelo—Verdad que la necesitaba, ayer para salir y hoy tuve que hacerlo para atrás y no se notara que de planchado no tenia nada, asiendo notar las pequeñas curvitas que se forman en el mechón —y un celular nuevo.
—Pides mucho— ¿Habla enserio? Pero que si eso es poquito, solo le estoy pidiendo la mitad de las cosas que necesito en realidad, aparte, nadie le dijo que me quitara el celular, chafa y que apenas y si funcionaba, pero celular al fin y al cabo.
—Pero las necesito, no puedo andar con las mismas 3 prendas de vestir que tengo, o bien puedes llevarme a comprarlas, con el dinero de ayer puedo comprarme unas cuantas cosas—Y era cierto, mucho, mucho dinero no fue, pero si me alcanza para comprarme unos conjuntos de ropa y tenis, para lo otro ya vería como lo hacia para conseguir dinero y comprarlos.
—Mañana en la tarde vamos, no estoy en el bar y puedo perder el tiempo que sea necesario.
Abrir la boca indignado, apunto de reclamar el porque de esa indirecta, si piensa algo de mí que me lo diga con todas su letras no que lance pedradas sin dar aviso, pero no lo hice. El que no debería de perder el tiempo soy yo con el, seguro y ahorita estaría trabajando en un trabajo decente, no digo que el ser prostituta o trabar en un bule no sea decente, bueno si, bueno el chiste es que para ganar dinero uno hace lo que pueda, muchas lo hacen por la verdadera necesidad, para sacar a sus hijas, hijos, adelante, así que todo trabajo, con cualquier punto de vista es decente. Al parecer yo siempre empiezo diciendo algo y termino saliéndome del tema, el caso era que quería dar a entender que es posible que si no me hubiera venido con Peludito ahorita estaría en mi propio departamento rentado, comprándome ropa y trabajando en un lugar que no sea mal visto para la gente o en cual no solo por estar bailando y menearte en un tubo te tomen por una cualquiera y fácil de llevar a la cama, porque como ya he dicho, “Una cosa es que digan que lo eres y otra es que tengan razón y lo seas” se que no es fácil salir adelante y menos salir por tu cuenta y en un lugar que no conoces, siendo nuevo para la humanidad, si tenerte confianza, se también que en un, dos por tres conseguirás trabajo, te pagaran y podrás comprar todo lo que necesitas, se lleva un tiempo, máximo una semana, ¿Dónde dormiría esa semana? ¿Qué ropa usaría? ¿Dónde me bañaría? No podría llegar al trabajo todo sucio, oliendo mal.
Estoy comenzando a creer que lo mejor fue venirme con Tom, se que no tengo el mejor trabajo del mundo, pero tengo un techo en el cual puedo estar sin temor a que llueva y mojarme, comida la cual puedo comer todos los días, no me despertaría en quien sabe que lugar con el pensamiento de donde poder conseguir hasta la mínima cantidad para calmar el grujir de las tripas, cama en la cual podía dormir cómodamente sin levantarme con dolores de espalda y hasta ropa, por el momento ropa no, ya que tengo la misma que me traje, pero la tendría, una vez teniéndola no buscaría en los basureros algo que la gente ya no ocupara y que a mi me sirviera, definitivamente, por el momento esto mejor aquí, con Tom.
Me había metido tanto en el tema, tan concentrado con mi dilema de que fue lo mejor y que no lo fue, que ni cuente me di cuando Tom detuvo el auto.
—Bájate—Me dijo saliendo el del auto y cerrando la puerta.
Desabroche mi cinturón de seguridad y me baje del auto. El lugar en el que nos encontramos parece ser un terreno abandonado, tierra negra de suelo, carros cercas sin llantas, en muy mal estado, una como tipo casa toda destruida, con solo algunos ladrillos parados y pegados. Tom y yo no éramos los únicos que se encontraban en ese lugar (A estas horas peligroso y temeroso) sus amigos también estaban, los mismo de ayer en la noche, y al igual que ayer, hoy también esta un chico nuevo al cual no conozco y no había visto antes. Es güero, de pelo rubio, un poco bajo, no mucho, pero si algo bajito para mi altura, ojos cafés oscuros, trae unos pantalones café claro, la camiseta es del mismo color, con rayas blancas, tenis blancos con unas cuantas líneas negras y por ultimo una gorra café con algo blanco dibujado a delante de esta. Todos estaban recargados en uno de los autos descompuestos que se encuentra ahí.
Tom me abrazo como lo hizo en la fiesta, atrás de mí, pasando sus manos por mi cintura haciendo un amarre en la parte de adelante. Caminamos hasta situarnos frente a sus amigos, ninguno pareció prestarle atención a nuestra llegada, solo el güero que se nos quedaba mirando, como si no creyese lo que sus ojos miraban.
—Ver para creer. Me lo contaron, pero no me lo creía—Dijo el güero soltando una pequeña risa la cual Tom le siguió. Tom se soltó de mi y se acerco al güero dándole la mano y un pequeño choque de hombros— ¿Tendré que presentarme yo solo?—Le dijo volteando a verme a mi.
—No. Hoy es tu día de suerte así que mira. Bill te presento a mi amigo Gustav y Gustav te presento a Bill—Me tendió la mano en forma de presentación, primero me debatía en si dársela o no dársela, pero como no me gusta dejar a la gente con la mano estirada, se la estreche sonriéndole de la misma manera en que el lo hacia.
—Mucho gusto.
—Lo mismo digo—Nos situamos en nuestros lugares, el parado frente a mi, y Tom abrazándome como minutos atrás.
— ¿Y bien? ¿Dónde esta el chico?—Pregunto Tom a Gustav el cual por un momento se me quedo viendo mas detalladamente y abrió un poco la boca, entre sorprendido y asustado.
—Ha pasado un inconveniente con el padre que lo vendería, luego te doy mas detalles.
—Comencemos la fiesta—El que tiene un estilo emo se nos acerco con varias botellas de cerveza ofreciéndonos una, a cada uno, Gustav y Tom la aceptaron pero yo negué, no me arriesgaría a cometer el mismo error de ayer — ¿Tom le has prohibido beber? —El nombrado negó con la cabeza—¿Entonces porque no quiere tomar, ayer aceptaba un vaso con vino sin rechinar.
—Lo que pasa es que hoy no me apetece tomar—Mentí.
—Vamos, una no es ninguna y tampoco hace daño—Insistía estirándome la botella de cerveza para que la tomara, cosa que por hoy no haría.
—Edgar, si no quiere no insistas, tampoco es de hacerlo tomar a fuerzas—Gracias Gustav, hasta hora me has empezado a caer bien. El chico emo, Edgar, no me siguió insistiendo y regreso a su antiguo lugar con los demás tomando y unos cuanto fumando, platicando de cosas de las cuales yo era ajeno. Gustav y Tom mantenía una conversación de un negocio que se practicaría dentro de unos días. Y de nuevo empezaba a aburrirme sin hablar de nada sin nadie.
—Mira, mira a quien vinimos a encontrarnos aquí—Dijo de pronto una voz la cual venia de una parte de donde ninguno de los ya conocidos para mi estaba. Drake, mejor conocido por mi como imitación de Eminem salió de un rincón oscuro junto con sus amigos, ellos incluidos el operación dragón, el cual por cierto si me dejo un moretón de tanto jaloneo y apretón en mi brazo.
— ¿Qué quieres ahora? ¿Volver a ir sin mas ni menos?—Tom me soltó y Andy me tomo del brazo jalándome para donde el se encontraba, alejándome junto con el para poder estar un poco retirados de los demás. Esto no se porque pero me daba que se convertiría en algo feo.
—Jajaja. Este lugar no viene incluido en el contrato, te lo recuerdo, así que, ¿Por qué no terminamos esto de una vez?—Los dos grupos (De Drake y Tom) caminaron un poco mas estado mas cercas uno de otro, encarándose.
YouTube - Black Eyed Peas - Where Is The Love al español OFFICIAL VIDEO (Pensé que sería bueno agregarla)

De un cerrar y abrir de ojos me encontraba frente a una pelea callejera. Una en las cuales jamás he estado, y ahora entiendo la preocupación de las madres cuando uno de sus hijos forma parte de una pandilla callejera. Siempre paliando con otro, sin importarles el sufriente que les llegarían a causar a sus familias con el mínimo de los accidentes que tuviera, pelean como si no tuvieran familia.
Personas del mismo color de piel pelando, sabiendo que la mayoría de ellos están en lo contrario ¿Pero qué se puede hacer? Si no eres mas fuerte que el enemigo lo único que te queda por hacer es unírtele si no quieres terminar mal. Peleas por el color, negros vs blancos, ¿Al caso no pueden entender que sea cual sea el color de piel, gordos, flacos, altos, bajos, todos tenemos algo en común? El ser seres humanos. Logrando que la discriminación aumente de una manera sorprendente e imaginable.
Personas matando, personas muriendo y todos con un fin; el salir ganando. No se como le hacen para no tener conciencia, ni corazón, siempre hacen las cosas sin pensar.
Los jóvenes dejando a una madre que llora todas las noche el preguntándose el ¿Por qué a mi hijo? Echándose la culpa por lo sucedido, por no haber visto las señales y alejarlos en el momento que aun podían ser corregidos.
Jóvenes ignorantes que no piensan en el sufrimiento ajeno, solo en sus conveniencias. Sí, sé que varias personas no lo hacen porque quieran, si no que es una forma más de ganar dinero ¿Pero eso de que te servirá? Podrás tener mucho dinero y pagarte tu buen de comodidades, pero ni la casa mas grande y asegurada te quitara el miedo que todas las noches te atormentara. Miedo a que le lleguen hacer algo a tu familia, que lleguen a secuestrar a un integrante de esta, a que un día te agarren solo en la calle y te hagan lo mas feo que se les pueda ocurrir, también no pidiendo dormir tu conciencia, discriminándote por el haber matado a una persona, asaltado o bien hasta violado ¿La verdad merecen todo eso por un poco de dinero?
Los hombres tanto como mujeres adultas me caen mas mal, metiéndose en esas cosas solo para sacar dinero y mantener sus vicios o bien por hacer los mismo que los integrantes de su pandilla hacen, quieren hacerse notar y dar a entender que ellos también lo pueden hacer, unos al igual que los jóvenes solo dejan a la madre llorando pero los que tienen hijos ¿Qué a caso no se ponen a pensar en ellos? ¿No se ponen a pensar en lo que les pasara si ellos les llegaran a faltar? ¿A dónde irían a parar? No, nunca se ponen a pensarlo, siempre es lo mismo, piensa en su bien y nada mas, no te fijes en sufrimiento de los demás.
Policías corruptos los cuales supuestamente trabajan para el bien de la comunidad, pero al parecer ellos no entienden el objetivo, pues solo chingan mas a la gente ¿Apoco no es verdad que varios inocentes están en la cárcel? Si, varias personas que están encerrados, culpados y cumpliendo una condena por algo que no hicieron ¿Pero que importa? Una persona más dentro, una persona mas afuera no hace la diferencia ¿Objetivo de ser incorrupto? Ganar más dinero y ser inmune en los barrios bajos, la cruda realidad es que nada hace inmune a ninguna persona, quiera o no siempre sale en algún momento perdiendo, a veces mucho y otras poco. Personal que trabaja en la policía tiene un cierto parecido a los adultos que están en pandillas, pues igual que ellos se meten en problemas de mafia sin poner a pensar en las consecuencias que esto, una vez dentro les traerá.
Guerras que solo hacen crecer mas el odio en las personas ¿No se supone que Cristo murió por nosotros? ¿Qué todos somos hermanos? Si eso es verdad no logro entender como uno puede vivir en un mundo así. Guerras por aquí, guerras por allá, en todo el planeta nunca falta una guerra aun así sea por la mínima causa, peleando por territorio o por dinero, por mas que he tratado no se como no se les mete en la cabeza que el dinero o el tener mas terreno no es lo mas importante como lo es el Amor.
¿El amor? ¿Dónde esta? El amor esta metido en la mas baja mierda, sepultado en lo mas hondo de la tierra, como un muerto en un cementerio. El odio conseguirá dominándonos haciendo que nosotros mismo terminemos con la raza humana ¿Pero que importa? A veces pienso que el estar muerto es mejor.
Yo por mas golpes e insultos que recibí de mi padre nunca lo llegue a odiar, puede que un cierto momento si, pero era porque estaba enojado, nunca lo llegaría a odiar tanto, porque sea como sea sigue y seguirá siendo, me guste o no me guste Mi padre y eso no lo podre cambiar.
Todos deberíamos comenzarnos a preguntarnos ¿Dónde esta el Amor?
¡PUM!
— ¡Corre Bill, Corre!—Andy gritaba, pero su voz para mi solo era sonidos lejanos a mis oídos.
Mis piernas no respondían a mis movimientos, por más que quisiera moverme mi cuerpo no correspondía. Permanecía en un mismo lugar como si mis pies estuvieran pegados al suelo.
— ¡Corre maldita sea!—Comenzaron a jalonearme, per no podía y no quería moverme de ahí.
Él, el necesitaba mi ayuda, por el mínimo daño que me haiga causado no se merece quedarse ahí, solo y medio ahogándose con su propia sangre. No en definitiva, no podía.
—Pe… pero no podemos dejarlo ahí.
— ¡No te estoy preguntando corre, maldición!—Y sin mas que poder hacer seguí a Andy a unos de los carros, mirando atrás y viendo como salía sangre de su boca. No duraría mucho. Lo siento.
...






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