“Lo que esconde un vestido”
Bill
–Con un demonio… ¿Qué acaso no hay nada bueno en la TV hoy?–Harto… ¡Harto! Es la palabra perfecta para definir mi estado. Estaba cansado de estar cambie y cambie de canal. Noticias, deportes, novelas ¡Nada! ¿Una película al menos? ¡No! Esto me estaba cansando… –Mmh nop… ¿Este tal vez? No, tampoco…Hum no… ¡Ah! Este ¿Qué? ¿Ya termino? Entonces otro…–Seguía cambiando de canal con la paciencia en un hilo hasta que por fin encontré algo digno que ver, algo aceptable–Pues bueno, esta película no se ve tan aburrida–En definitiva era mucho mejor a comparación de ver hombres lustrosos peleándose en rines o de esos programas sin sentido que solo desesperan a uno. Como sea ahora estaba conforme.
Me acomode mas sobre el sillón, coloque el control en el respaldo del sofá, subí mis pies y me abrace las piernas recargando la barbilla en estas.
La película era tierna, o mejor dicho romántica. No era diferente a otras, trataba de lo mismo. Un amor que sobre pasa barreras y blah blah blah…Pero me gustaba.
–Oh, pobrecilla…–Conforme iban pasando los minutos y la película mantenía su curso, las escenas melancólicas, el lloriqueo de los personajes, los obstáculos por los que tenían que pasar, las injustas personas que se empeñaban en separarlos, en general, todos los problemas que se les presentaban, provocaron que el nudo que nació en mi garganta fuera haciéndose mas y mas grande, hasta llegar al punto de sentirme atragantado como si este fuera una enorme manzana. Era sofocante, pero una de dos…Soportar esto o ponerme a llorar como un niño cursi, aunque antes ya había pasado. Con el torso de la mano, me conforme con eliminar el diminuto rastro húmedo que comenzaba a acumularse alrededor de mis ojos. Llegue al extremo de olvidarme de todo lo demás y enfocarme solamente en la película– ¡Es que ellos no tienen la culpa!–Di un fuerte golpe con el puño sobre el sofá, descargando todo mi coraje, provocando que el control cayera al suelo– ¿¡Por que no los dejan ser felices!?
–Quizás no todos merezcamos…O mejor dicho, se nos permita ser felices con la persona que queremos…–Di un pequeño brinco sobre mi asiento mientras me cogía el pecho, tratando de calmar los acelerados latidos de mi corazón. Esa voz tan grave…Gire la cabeza.
– ¡Tom!...Diablos…–Ni cuenta me había dado de su presencia, tan callado estuvo detrás de mi que ni lo note. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí de pie? Me lleve una mano en la frente mientras relajaba mi respiración.
–Discúlpame…–Observe claramente como trataba de reprimir una risita traviesa al apretar los labios, le achine la mirada pero no le di mucha importancia– ¿Te asuste?
–No…Es que, no sabía que estabas justo aquí–Gire el cuerpo sin bajarme siquiera del sofá para no hablar con el cuello torcido. Lo mire y de pronto esa minúscula sonrisa que aparentaba sobresalir de su rostro, se esfumo por completo. Frunció el ceño y ladeo la cabeza…Observándome.
– ¿Estas bien?– ¡Preocupación! Eso era lo que decía su inexpresivo semblante.
– ¿Qué?–Se acerco un poco más a mí para lograr verme la cara la cual estaba oculta detrás de varios mechones de cabello. ¡Oh, no! Rápidamente me lleve las manos al rostro tratando de limpiar los residuos de las pequeñas y delatadoras perlitas saladas que resbalaron por mis mejillas sin mi permiso ¡Joder! Ni siquiera lo había notado y lo peor de todo…Había llamado la atención de Tom.
– ¿Bill…?
–Estoy perfectamente.
–Estas llorando.
– ¡No!...Yo solo em…Yo…Jugaba a…Bueno…Jugaba a…–Coño piensa– ¡No parpadear! ¡Si! eso hacia. Trataba de ver cuanto tiempo aguantaba sin parpadear, pero me ardieron los ojos – ¿Cuánto tiempo aguantaba sin parpadear? ¿¡Qué!? ¿No podía ocurrírseme otra cosa mejor? No soportaría un interrogatorio y mucho menos tener que admitir que lloraba por ver una película de amor. Eso bastaría para que Tom me molestara para toda la vida. Que se lo crea pro favor, por favor…Trague saliva.
–Ya veo–Dio unos cuantos pasos vacilantes hasta quedar frente a mi. Se inclino un poco y acerco bastante su rostro al mío. Por inercia apreté los dientes nervioso cuando me toco la mejilla y con el pulgar me aparto los rebeldes cabellos que se encontraban como cortina sobre mi rostro. Desvié la vista por un momento pero de inmediato lo volví a mirar, no podía dejar de reflejarme en sus ojos que por razones inexplicables se mantenían fijos en los míos. ¿Pero que pensaba hacer?–Hazme un favor... Deja de lastimarte los ojos ¿Podrás?
–S-si…Ya termine–Esbozo una sonrisa y se enderezo de nuevo. En gesto nervioso, me di la vuelta y me escurrí sobre el sofá para evitar verlo, me enfoque mejor en levantar el control del suelo y ponerle “Mute” al televisor. No sabia que hacer para desviar su atención. Tom hizo la finta de que se marchaba pero ni cinco segundos pasaron cuando ya lo tenía de nuevo aquí, esta vez parado junto a mí.
–Oye Bill, me he quedado sin ropa limpia y tengo que lavarla ¿Quieres que lave la tuya?
– ¿Cómo? –Di un salto sobre el sillón para mirar mejor su expresión– ¿Lavar mi ropa? ¿Tu? ¿Esto es una broma o algo así?–Pasible, estaba serio y tranquilo rascándose la cabeza, fijamente mirándome a los ojos…No mentía– Ya… ¿Es enserio?
–Seeh, ¿Acaso tiene algo de malo? Ahorramos agua ¿No?–Agudice la mirada para verlo mejor…Me había dejado completamente extrañado ¿De cuando acá Tom se comportaba de esa manera tan cordial? Cual fuera el caso no era típico en el. Al no encontrar nada mas “Raro” en él revire los ojos y no quise darle mas importancia.
–No te preocupes, lave ayer.
– ¿Seguro?
–Sipi.
–De acuerdo– Dio media vuelta y se dirigió hacia su habitación, lo perdí de vista cuando subió las escaleras. ¿Lavar mi ropa? Por favor, si ya es extraño cuando se digna a lavar la suya ¿Por que ofrecerse en lavar la mía? Sin darle mas vueltas al asunto, sacudí la cabeza y decidí volver a lo que estaba pero…
– ¿¡Que!? ¿Ya termino? ¡No! ¡No! ¡No! Me perdí el final de la película…–Maldita sea y todo por estar en un debate poco común entre hermanos– ¿Y ahora que hago? –Fruncí el ceño y me cruce de brazos tratando de pensar en que hacer pero fui interrumpido por un detallito.
“Ruuuiig”
Mi estomago rugía furioso, tan clavado estaba en la tele que ni para desayunar me había dado un respiro –Ya, ya, ya, veré que desayunar –Con una pereza me levante del sofá y me encamine a la cocina. Pero al darme la vuelta lo primero que hice fue apretar los ojos y levantar las manos frente a mi pecho para evitar chocar con “Alguien” que venia bajando velozmente las escaleras. Dio un Stop de ultimo momento antes de impactarse contra mi, estuve apunto de reclamarle pero fuera de eso lo que mas llamo mi atención fue lo que llevaba en las manos– ¿Y eso es…?
–Ah, tu playera ¿Ves? Después de todo si tenías algo sucio–Abrí los ojos y la boca asombrado, pero antes de que pudiera decir algo salió corriendo hacia el cuarto de lavado– ¡El agua se chorreaaaa!–Fue un grito que se fue desvaneciendo. Mi expresión congelada hablaba por si sola. Me quede estático, o mejor dicho sorprendido. A ver, a ver, a ver, ¿Qué fue todo eso? En definitiva no era una actitud normal en mi gemelo y sea lo que sea iba a averiguar que se traía en manos empezando ahora mismo.
“Ruuuiiigg”
O bueno, mejor después.
Ya estando en la cocina, tome un vaso, el más grande que vi y me serví jugo. No era gran cosa pero por lo menos así me calmaría el hambre. Tomaba el jugo a grandes tragos, estaba muerto de sed y unos simples traguitos no la calmarían.
– ¿Desayunas?–Pegue un bote justo cuando seguía bebiendo y al dar tremendo salto escupí todo el jugo en el suelo.
–Coff…Coff...Coff… ¡Aaaahg!–Todo el líquido se me fue por el lado equivocado y de inmediato mis ojos comenzaron a lagrimear, tuve que inclinarme un poco para escupir el trago amargo. El escozor que empecé a sentir fue de lo más insoportable. Tom se acerco al minuto en que se dio cuenta que me estaba ahogando y rápidamente me dio unas palmaditas en la espalda tratando de auxiliarme.
– ¿Estas mejor?
– Coff… ¡Idiota!–Carraspee un par de veces para aclararme la garganta y apaciguar el ardor de esta– ¿Podrías quitarte la maña de asustarme a cada segundo? ¡Ya se te esta haciendo costumbre! ¡Un día de estos me provocaras un infarto!
–Sabes que no es apropósito. Tampoco es mi culpa que tu seas tan asustadizo–Alzo las manos en modo teatrero imitando el salto que di…Después se largo a reír.
– ¿Pero como quieres que no salte si te andas apareciendo como fantasma en cada rincón de la casa? Ya basta, no lo hagas–Negó varias veces con la cabeza y desorbito los ojos.
–De acuerdo–No me había percatado de lo cerca que se encontraba hasta sentir su aliento chocar contra mi cara, se aparto de mi dejando una brisa suave suplantándolo. Me quede embelesado observándolo caminar mientras se colocaba las trenzas hacia atrás– ¿Ya desayunaste?–Ploff…Mi burbuja se reventó.
–Eeeh…Eso hacia antes de que llegaras a provocarme un colapso nervioso–Vi como alzo una ceja observándome con incredulidad. Clavando los ojos en el vaso que tenia en mis manos.
– ¿Solo eso? Por eso estas tan flaco…–Me dio la espalda y se dirigió hasta el refrigerador y enseguida comenzó a sacar varias cosas de este–Te preparare algo.
–Ni de coña, estoy satisfecho–No quería seguir inquiriendo en porque diantres Tom estaba tan irremediablemente fuera de si. En realidad estaba confundido ¿Por qué ese afán en complacerme en todo?
– ¿Qué? ¿Solo con eso? ¿Y piensas andar toda la mañana con solo un vaso de jugo en el estomago? ¡Estas-Loco!
–Ya te dije, mas tarde comeré algo–Sin continuar esta disputa, salí de la cocina y unos segundos después me vi desparramado en el sillón de la sala con el control en la mano…Otra vez.
(…)
–POR-QUE-RI-A–Veinte minutos frente al televisor, y me encontraba en la misma situación que antes, sin nada bueno que ver. Eran ya las doce del día y mis parpados pesaban más que antes. Mis ojos me ardían demasiado que constantemente tuve que parpadear para hidratarlos un poco. Estaba empezando a ver todo nubloso y mi cabeza rebotaba constantemente…Esto era horrible–Coño Bill, no te duermas…–Sacudí la cabeza un par de veces para espantar el sueño que se iba adueñando de mi. Estaba muy aburrido.
– ¡BiiiiiiiiiL!– ¿Y ahora que quiere? El gruñido de Tom que me llamaba desde la cocina me despertó un poco, pero me sentía tan cansado hasta para virar que solo me limite a responderle de la misma forma.
– ¡Queeeeee!
– Nooo see diiiceee ¡Queeeee! See diiiceee ¡Maaandeeee!–No pude evitar reírme ante su ridículo comentario…Le seguí el juego.
– ¡Maaandeeee!
– ¡Veeeeeen!
– ¿Paaaraaa?
– ¡Queee veeengaaaas!– ¿Por qué tanta insistencia? Con el cuerpo pesándome a montones me levante del sofá y con los pies restregándolos contra el piso me encamine hasta donde provenía su voz. Abrí la puerta y lo que vieron mis dormilones ojos provocaron quedarme en pleno trance cuando mire el comedor.
–… ¿Me podrías decir que es todo esto?–La mesa era todo un banquete. Había dos platos grandes, ambos repletos de Hot Cakes. También estaba servido otro enorme jugo de naranja y aparte de eso una taza de café. En el centro de la mesa había un tazón enorme de frutas bañadas en mantequilla y azúcar– ¿Invitaste a alguien?
–Acabo de hacerlo–Mis ojos perdieron la pereza al abrirse de par en par. No comprendía del todo y Tom creo que lo noto al soltarme un suspiro–Es nuestro desayuno, bobo, lo hice yo mismo y quiero que comas conmigo–Mi boca se convirtió en una “o” y mis cejas casi rozaron lo mas alto del techo ¿Cómo dijo? Lo escudriñe totalmente, tratando de averiguar si por lo menos esta vez si notaba algo mas creíble en el, como pegarme con un trapo mientras me daba la vuelta o decirme en pleno bocado que le había echado algo a la comida pero de nuevo…Nada. Lucia tranquilo y la sonrisa que se posaba en sus labios era ¿Sincera? ¿En verdad hablaba enserio? Toda la mañana Tom se había estado comportando de una manera tan poca de el. De un modo muy Amable… Asustaba.
– ¿Y a ti que bicho te pico hoy eh?–Me acerque al comedor y tome la silla para sentarme en ella sin despegar los ojos de mi hermano– ¿Por qué tanta atención?
– ¡Que! ¿No puedo preocuparme por la salud de mi hermanito? Quiero que comas bien–Se sentó a mi lado y sonrió divertido, yo le imite el gesto.
–Quieres que engorde mas bien–Sonrió–Vale…Supongamos que te creo. De todas formas aunque me niegue harás que me lo trague ¿Cierto?
–Cierto.
–Bien…– ¿Para que negarlo? Me había agradado el detalle. Fue un gesto muy “Dulce” de su parte, quizás algo raro en el, pero eso no quita que sea tierno–Eh…Gracias–Le di un mordisco al primer Hot cake. La gloria misma. Estaban deliciosos –Oh Tom…Están muy sabrosos.
–Fui yo quien los cocino… ¿Por qué no habrían de estarlo?–Sonreí con la boca llena, mientras asentía con la cabeza. Minutos después termine por completo todo lo que me había servido al igual que Tom. Me levante y enseguida empecé a recoger todos los trastes sucios de la mesa. Por lo menos tenía que hacer algo ¿no?
–Dame tu plato Tom, lavare los trastes–Coloque todos los platos en el lavadero y tome la esponja ya cubierta de espuma para comenzar a tallar, pero en ese instante se me erizo la piel al sentir a Tom pegarse a mi espalda. Su mano descendió por mi brazo hasta posarla encima de la mía. Gire la cabeza y tuve que hacerla para atrás al verlo a escasos centímetros de mi…Trague saliva–¿¡Q-que haces!?
–Suelta, yo lo hago–Me arrebato la esponja de las manos y por poco tiro el plato que sostenía mi mano izquierda.
– ¿Eh? Pero me tocan a mí, tú los lavaste ayer. Aparte hiciste el desayuno hoy, no se me hace justo. Yo lo hago–Trate de quitarle la esponja pero no me dejo– ¡Tom!
–Que los lavo yo ¿De acuerdo? –Me empujo hacia un lado que casi me tropiezo–Enserio Bill no me molesta, es mas…Creo que me relaja mucho lavarlos–Me miro para dedicarme una ancha sonrisa y después empezó a tallar. Ok, este no es mi gemelo–Aparte así te queda tiempo para poder bañarte, mejor aprovéchalo.
– ¿¡Cómo!? Pero es muy temprano para ducharme. Aparte hace frio–Me abrace el cuerpo fingiendo temblar como gelatina.
–Y que, ¿Por eso ya no te bañaras?
–Si, pero no ahora, lo hare mas tarde.
–Bill…–Dejo de tallar y me miro para hacerme círculos imaginarios frente a la cara– ¿Ya te viste el rostro? No lo digo con mala intención pero es enserio cuando te digo que estas hecho todo un desastre.
– ¿Disculpa?
–Y que decir de tu cabello, esta lleno de nudos. Solo te lo digo por si llegara a venir alguien, no quiero imaginarme las caras que pondrían al verte. Nononono, el susto que se darían.
– ¿Tan mal estoy?–Me abalance contra el vidrio de la vitrina que estaba frente a mi para tratar de verme el rostro…Casi me desmayo. Dios mío ¡Pero si Tom tenia razón! ¡Me veía Horrible! Me lleve las manos al rostro tratando de ocultar lo avergonzado que estaba– ¡Ay no! ¿Por qué me veo así?
–Bill, ni siquiera te quitaste el maquillaje para dormir. Luces como si te hubiera golpeado alguien.
– ¡Estaba cansado!
–Da igual. Cual sea que fuera la razón no interesa. Mejor ve a bañarte en lo que termino con esto.
–Tengo 20 años, no tienes que darme órdenes. Se claramente lo que tengo que hacer ¿Si?–Tome una servilleta y me la pase por los ojos mientras me daba vuelta para salir pero antes…– ¡Ah! Y no lo hago por que me lo digas tu ¡Eh! Es por que lo necesito.
–Seeeeh lo que digas.
–Bueno, entonces ahora vuelvo.
–Ahora te vas.
–Enfócate mejor a lavar los trastes ¿Quieres?–Se rio pícaramente mientras yo me dirigía hacia mi cuarto. Creo que algo de lo que mas odio es que me llamen feo y esa fue una indirecta bastante notoria, aunque en cierta forma así lucia. Lo peor de todo es que fue precisamente Tom quien lo tenía que decir. ¿¡Por que el!? ¿Y por que me interesa que haya sido el? Sacudí la cabeza.
Llegue a mi cuarto y otro coraje más al abrir la puerta.
– ¡Coño pero si esto es un asco!–Solo de entrar me deprimía ver lo sucio que estaba. Llevaba días sin limpiarlo. Ropa por aquí, ropa por allá, zapatos, basura, todo regado en el piso. Mi cama completamente desarreglada. Sabia que no me llevaría ni quince minutos en arreglar todo esto pero por lo mismo no lo hacia. Pareciera que estaba esperando a que los conejos del polvo llegaran a hacer fiesta. Entonces ahí si me pondría a limpiar. Como sea quizás más tarde lo recogería, ahora lo que importaba era deshacerme de esta espantosa apariencia. Agradecía que mi cuarto tuviera su propio baño, así me ahorraba el camino de vuelta. Cogí una toalla que estaba colgada en la puerta y enseguida me metí a bañar.
(…)
–Maldito shampoo… ¿Qué no irrita los ojos?– ¡Mentira! Me había llevado la peor experiencia de mi vida al escocerme los ojos con el shampoo. Un susto al verme al espejo, mis ojos completamente rojos como la sangre y sin exagerar. Incluso llegue a pensar que me quedaría ciego. Por suerte solo pase un mal momento que si no…
Salí del baño no sin antes colocarme la toalla en la cintura y otra extra enrollada en mi cabeza, evitando que las traviesas gotitas de agua se escurrieran por mi espalda. Casi me resbalo al detenerme de volada cuando mire fijamente mi cuarto, o más bien cuando me percate de que no estaba solo– ¡Joder! ¿Qué haces tú aquí?–El sobresalto que dio Tom me insto a reírme, pero no lo hice. Me daba la espalda y después de levantar algo del piso se volteo enseguida para mirarme.
–Tardaste mucho en la du…–De pronto, se quedo estático. Sus ojos se quedaron clavados en mi pecho y note su nuez bajar y subir al tragar saliva. La mirada de mi gemelo me recorrió el cuerpo lentamente, sus pupilas dilatadas bajaban por mi cuerpo hasta llegar a mi abdomen…Se relamió los labios y mis mejillas se tornaron de un color rojizo. Lo miro fijamente como si estuviera tratando de visualizar algo y después, subió con sigilo hasta encontrarse con mis ojos totalmente trastornados…Me intimido bastante. Tenía la mirada de un arqueólogo el cual ha descubierto una maravillosa reliquia. Como si yo fuera una de las maravillas del mundo. Parpadee varias veces–Bueno…Veo que valió la pena.
– ¿¡Qué te pasa!? ¡Sal de aquí!–Rápidamente, la toalla que secaba mi cabello fue utilizada de escudo para cubrirme penosamente el pecho. Tom no se movió ni un centímetro. Mas bien alzo las cejas y se abrazo el estomago al soltar una carcajada tan fuerte que me hizo cerrar los ojos por lo ruidoso de su risa– ¿D-de que te ríes? ¿Te burlas de mí?
–Simplemente pienso que estas exagerando un poco.
– ¿Qué estoy exagerando? ¡Tom, estas en mi cuarto!… ¿Que acaso quieres que me cambie frente a ti?
– ¡Por favor! Te he visto con menos ropa que eso millones de veces ¿De que te avergüenzas? Eres mi gemelo…Créeme que no tienes nada por lo que debas avergonzarte– ¡Pero que descarado!
–Si, pero ahora es diferente.
– ¿Y que es diferente?– ¿Que qué era diferente? ¿Por qué me comporto de ese modo cada vez que estoy así de cerca de Tom? ¿Por qué me sonrojo cuando apenas me toca? ¿Por qué sonrío tontamente cuando lo veo?…Para alarmarse.
–Y-yo…No lo se–Baje la cabeza al igual que la toalla…Que ridículo.
–Te portas como un niño…
–No es que me de pena, es solo que, bueno… ¿A quien no le va a incomodar que lo miren así?–Tom frunció el ceño y dio un par de pasos, encogiendo la distancia que había entre nosotros.
– ¿Así…como?–Otro paso mas…
–Hum pues…Así, como lo estas haciendo ahora–Se quedo callado con los ojos fijos en mi esperando a que continuara–…Como si tuvieras alguna posesión sobre mi o mas bien…Igualito a como miras a una de tus chicas–Mi vista no podía estar mas perfectamente encajada en el suelo, no podía mirarlo. Me sentía muy incomodo y sobretodo acojonado. ¿Cómo demonios me atreví a decirle eso? Note como Tom se acerco más a mí al ver sus pies frente a los míos. Di un paso atrás y lo mire a los ojos. Su expresión…
– ¿Enserio piensas eso? ¿Y por que tendría que mirarte como si fueras una chica?–Serio y sin chiste.
–No, no exactamente como si yo fuera una chica…–Bill, tu solito te haces bolas, pero que imbécil eres ¡Tu propio hermano! ¿Y lo juzgas de esa forma? Me arrepentí al segundo de decirle eso–Mejor olvida todo lo que dije, no es nada. Solo que…
– ¿Te pone nervioso que te mire?–Me interrumpió, indagando mas en mi rostro.
– ¿Ah? Bueno…Mmmh no. Es que…–Dios ¿Por que lo tenia que poner mas difícil? Con cada paso que retrocedía Tom lo avanzaba, era inútil querer alejarse de el. Cuando menos me di cuenta, había llegado a chocar con el buro y al verme acorralado, el hormigueo que sentía en el estomago incremento al doble. Ya no pude más–Ya, ya, ya, esta bien lo admito, me da vergüenza que me veas casi desnudo ¿Contento? Ahora sal de aquí que tengo que cambiarme–Mentí… ¿Pero que opciones me quedaban? Lo tome del brazo y lo jale hasta llegar a la puerta.
–No debería de darte vergüenza. Solo soy tu hermano–Solo mi hermano…
–P-pues así son las cosas…Así que fuera–Le cerré la puerta en la cara–¡¡Uff!! –Me recargue sobre la puerta como si estuviera tratando de evitar que Tom entrara de nuevo y una vez que puse las cosas en orden dentro de mi cabeza me dirigí hacia la cama. Apenas me senté mire bien mi contorno, fue ahí cuando me di cuenta de que algo no encajaba–Pero… ¿Qué paso aquí?–Mis zapatos, no recordaba haberlos dejado en su lugar, es mas, ni siquiera había tendido mi cama y ahora estaba limpia y bien hecha. El bote de basura recuerdo haberlo visto repleto de porquerías y ahora lucía vacio e higiénico. Sin duda alguna lucia mucho mas limpia de cómo la vi antes de meterme a bañar. Suspire–…Tom– ¿Quién mas pudo haber sido? Mi madre estaba de viaje por lo tanto ella queda sumamente descartada. Entonces… ¿Por qué? ¿Por qué Tom se ofrecería en limpiar mi cuarto? Digo, entendería si el y yo compartiéramos habitación, es mas que obvio pensar que no soportaría dormir en un cochinero, pero no, el tiene la suya propia. Y bien… ¿Qué opciones sobraban? Ninguna. Sentí la cabeza estallarme al darle vueltas y vueltas al asunto sin encontrar respuesta. Ahora si…Tenia que averiguar que se traía en manos.
Después de haberme vestido, maquillado y peinado, yo, como un lobo salvaje, salí en busca de mi presa…Tom. Baje las escaleras saltándome uno en uno y una vez abajo, me dirigí hacia la sala– ¿Tom?–La TV estaba apagada y en los sillones no había nadie sentado, por lo que mi primer punto estaba vacio. Me di la vuelta en dirección hacia la cocina. Quizás ahí lo pueda encontrar– ¿Tomi?–Nada– ¿Dónde se metió?–No quedaban muchas opciones mas por donde buscar y a decir verdad, parecía como si se estuviera escondiendo de mi. Eso me enojo más. Al parecer mis propias conclusiones me estaban desquiciando un poco. Camine de nuevo hacia la sala con la esperanza de encontrarlo pero me equivoque. Me asome por la ventana, quizás y había salido al jardín un rato, pero ni un alma pisaba el pasto. Fui al cuarto de lavado, a la cochera, al patio y ni pista de el. Empezaba a creer que quizás había salido de casa, pero un ruido en el segundo piso me saco por completo de mis pensamientos. – Que idiota soy– Su habitación… ¿Cómo no pensé en buscar ahí primero? Subí rápidamente y cuando estuve a punto de tomar el pomo de su puerta, un ruido a mis espaldas me detuvo, uno que provino de mi habitación. Me asome por la puerta y como era de suponerse, Tom se encontraba dentro. Estaba barriendo tan pancho y levantando al mismo tiempo una de tantas cosas que se encontraban en el piso. Me cabreo…Entonces se derramo la última gota del vaso– ¿¡Qué crees que estas haciendo!?–Ni siquiera me miro.
– ¿Qué no ves?...Enserio Bill, debería darte vergüenza de tener tu cuarto así de asqueroso.
–Tu lo dijiste ¡Es mi cuarto! No tienes derecho a estar aquí.
–Pero te estoy haciendo un favor al limpiarlo… ¿Tiene eso algo de malo?
– ¡Si! –El suelo casi se perforo tras los fuertes pasos que di conforme avance a zancadas hasta llegar a el. Enseguida le arrebate la escoba de las manos y la tire al piso dejando escapar un sonido seco al caer– ¿¡Que te pasa!? ¿Por qué estas actuando tan extraño esta mañana? Enserio Tom, juro que me estas asustando…
–Exagerando como siempre… ¿Qué no puedo ser servicial ni un solo día sin que hagas tanto drama?
– ¡Oh, vamos Tom! Te conozco perfectamente. Primero me lavas la ropa, cosa que nunca harías ni aunque te pagara, después me haces el desayuno, otra cosa que no te pedí ¿Y ahora te encuentro limpiando mi cuarto según tu por que querías ser amable? Eso no me lo trago ni por que fuera agua…–Tom se rasco la barbilla, supongo que harto de la situación y soltó un fuerte suspiro que me elevo dos que tres mechones de cabello, se mordió una uña y miro al suelo. Achine la mirada– Lo suponía, algo quieres ¿Verdad?
–Bill, ¿C-como cojones preguntas eso?… ¿Por qué te pediría algo a cambio?–Clave totalmente mis ojos en los suyos y logre lo que quería. Me evadió la mirada. Ese gesto era típico en él cuando me escondía algo y yo ya lo distinguía perfectamente.
–Tom, te se leer la mirada como un libro abierto…Hay cosas que no sabes esconder y hay gestos tuyos que se identificar de inmediato cuando mientes–Empezó a jugar con los dedos de sus manos nervioso. Lo tenía– ¡Vamos, suéltalo de una vez, coño!–Se mordió el labio y me miro detenidamente dudoso, yo lo regañe con la mirada obligándole a decirme. Lo conseguí.
–Vale, vale, lo admito…Tienes razón.
– ¡Aja! Ya sabía que no eres tan caballeroso como para querer llevarme el almuerzo a la cama–Me burle. Espere a que su sonrisa se asomara por sus labios pero jamás llego. Seguía serio y no me miraba, pude notar que le sudaban las manos por las veces que se las restregó en su ancho pantalón–Y bien…Dime de una vez que es lo que quieres.
–No ahora…–Sus pupilas se dilataron cuando se conectaron con las mías–No se como decirlo…
–Pues busca las palabras y dímelo ya–Se masajeo los ojos con los dedos tratando de pensar, o como le dije, tratando de decirme, no se veía muy bien y su silencio me desesperaba–Tom…
–De acuerdo, de acuerdo, te lo diré…–Cerro los ojos, tomo una gran bocanada de aire el cual expulso segundos después y se acerco a mí lo suficiente para tomarme de los hombros y mirarme fijamente. Me quede inmóvil–Aquí va…– Asentí lentamente y tres, dos, uno…La bomba exploto–… ¿Quieres ser mi novia?– ¡PLAFF! Le solté una fuerte bofetada a tal punto que llegue a voltearle el rostro por completo. Dejando como tatuaje la marca de mi palma. Fue inevitable darle esa respuesta. La sangre me hirvió de coraje como si me hubieran prendido fuego en el cuerpo. Me sentía furioso, avergonzado y sobre todo herido. ¿Por qué Tom?– ¡Jodeeer Bill! Eso me dolió…¿¡Por que me pegaste!?–No conforme con la cachetada lo empuje fuerte, aunque no retrocedió, solo dio un simple paso hacia atrás. Negué con la cabeza.
– ¡Eres un maldito insensible! ¡De todas las personas que existen en este mundo, tu eras la ultima a la que le creería capaz de lastimarme así!
– ¿¡Pero de que puñetas hablas!? No he dicho nada por lo que…
– ¡¡Me has llamado chica!!–Cerré los puños y di un fuerte pisotón en el suelo– ¡Si uso maquillaje o me arreglo más de lo que debería es mi puto problema! ¡No es algo que les importe a los demás y mucho menos a ti!…No por eso ya me hace ser una mujer. Yo creí que tú me entendías…
– ¡Y te entiendo! Yo jamás dije que eras una niña…Digo, tal vez concuerde con los demás al decir que tienes el rostro tan fino como el de una mujer y si, supongo que a simple vista podrías pasar por una pero eso no significa que yo piense igual que…– ¡PLAAFF! Esta vez la bofetada que le di se la estampe en la otra mejilla. Estaba muy cabreado y ofendido y mi respiración era la de un toro. Después de enderezar la cabeza Tom junto el entrecejo, se masajeo la mandíbula y me miro con los ojos llenos de furia– ¡Dices que no eres una chica y pegas como una! ¡Si me vas a pegar en la cara hazlo con un puñetazo y no con simples golpes de niñitas!
– Imbécil, imbécil, ¿¡Eres un Imbécil lo sabes!?…–Me abrí paso entre el y la cama y me fui directo hacia la puerta para salir de ahí. No podía creer el descaro de sus palabras, aunque fuera una simple broma lo dijo tan normal como si no fuera nada. No me cavia en la cabeza por que cojones me había preguntado eso pero ahora ya no me importaba ni una pizca saberlo.
– ¡Hey, hey, hey! ¡Espera!–Me alcanzo y me jalo del brazo con fuerza hasta hacerme virar por completo.
– ¡Suéltame! –Sacudí el brazo y el me soltó.
– ¡Todo te tomas a mal! Yo no quise ofenderte si es lo que piensas, tu me malinterpretaste…Por favor escúchame. Deja que te explique ¿Si?–Revire los ojos y solté un largo suspiro.
–Me pediste que fuera tú “Novia”… ¿No crees que esa es razón suficiente como para ponerme furioso?–Me cruce de brazos.
–Si, Bueno, viéndolo desde ese punto si, pero en realidad lo que quise decir fue queee…–De nuevo callado mirando a un punto muerto en la habitación, como si buscara lo que en verdad quería decirme.
– ¡Tom!
–Que fingieras ser mi novia…Solo por hoy–No se cuanto tiempo desaparecí de la realidad pero necesitaba hacerlo. Me quede quieto, abriendo y cerrando los puños mientras digería lo que acababa de contarme… ¿En verdad escuche bien? No me lo podía creer–Y bien… ¿Qué dices?–Contuve todas las ganas que tenia de soltarle otro golpe, no me cabía lo que me estaba diciendo ¿Hablaba enserio?
– ¿Fingir…Ser tu novio? Estas bromeando ¿Cierto?
–Mas bien seria novia, pero si…Hablo enserio–Desvié la cara hacia un lado mientras cerraba los ojos. No me lo podía creer–Bill mírame…–Me tomo el mentón y me giro el rostro despacio–Jamás creí que llegara el día en el que tendría que rogarle a mi hermanito pero escúchame. Te lo pido como un favor, no es mucho.
– ¿Ah, no?
–No. Bueno, solo tienes que hacerte pasar por una chica y estar el resto del día conmigo y unos cuantos amigos quienes se tienen que tragar el cuento de que eres mi novia. Nada más– ¿Nada más? Moví la cabeza para quitar su tacto de mi rostro y tome grandes bocanadas de aire para poder calmar las efusivas ganas de romperle la cara. Esto era demasiado.
–A ver, déjame ver si te entendí…–Asintió. Con las manos en la cadera camine un poco por la habitación, analizando su estúpida propuesta hasta quedar de espaldas a el–Lo que tu quieres es que me vista de mujer, que me la pase todo el día con esa apariencia exponiéndome frente a tus amigos, ¡Ah! Y encima de eso tengo que comportarme como si yo fuera tu novia–Sonreí…Que sonrisa mas falsa– ¿Estoy en lo correcto?–Gire.
–Aja…–Se encogió de hombros– ¿Me ayudas con eso?
– ¡Estas loco!–Refunfuñe y camine rápidamente con la intención de salir de la habitación pero Tom me alcanzo y se interpuso entre la puerta y yo impidiéndome el paso– ¿¡Te quitas!?–Trate de pasar por su lado pero fue inútil, me tomo por la cintura y me jalo hasta el centro del cuarto– ¡Déjame salir!
– ¡Uno! ¡Un puto favor es lo que te pido y tú me mandas a la mierda! Confié en que podía contra contigo y tu me decepcionas. Vamos Bill, solo es un favorcito pequeño, en realidad no es tan feo como parece…
– ¿¡Te estas escuchando!? ¡Pero coño quieres que me haga pasar por un travesti para fingir ser tu novio! ¿Por qué Tom? Exijo una explicación ¡Ya, ahora! ¿¡Por qué diablos me estas pidiendo tan semejante estupidez!?–Inquirí en el tema, esto nos estaba desquiciando a los dos y mas a mi al no entender ni puta palabra de lo que decía…Quise saber pero ya. Tom se paso las manos por la cabeza, fastidiado igual que yo.
–Pues…–Comenzó, pero como siempre sin saber por donde hacerlo, me cruce de brazos y lo fusile con la mirada. Respiro y exhalo–Ya conoces muy bien como soy en cuanto al tema “Mujeres”. No puedo estar con las manos quietas. He llevado a tantas nenas a la cama que ni sus nombres recuerdo, ya sabes, soy como un pedazo de carne entre una manada de perras hambrientas…Sumamente exquisito–Sonrió– Las entiendo perfectamente al querer estar conmigo ¿Me ves?–Giro sobre su propio eje mientras yo lo contemplaba con la mirada adormilada, perdiendo la poca paciencia que me quedaba–No hay dos como yo–Alce una ceja–Bueno, tu eres mi gemelo pero ni de coña te pareces a mi. En fin, por eso digo… ¿Por que hacer feliz a una cuando puedo hacer felices a todas? No se si me explico…–Como si me hablara en chino.
–No. No entiendo ni una sola palabra de lo que estas diciendo, así que mejor ahórrate tus chulerías y dime ya lo que quiero saber o me voy ahora mismo ¿Eh?–Hice la finta de irme, pero no lo hice.
– ¡Espera! Dios, lo que trato de decir es que yo no puedo permanecer con una sola chica por mucho tiempo–Me encogí de hombros.
–Y… ¿Eso que tiene que ver conmigo?
–Tiene que ver mucho, veras…Hice la ridícula apuesta de poder durar con una sola chica en una relación formal. Ya sabes, así de manita sudada y esas cosas pero Bill, lo intente pero no pude, las tías se me escurrieron como agua por las manos y pues no pude contar con ese merito– ¿Qué hizo que? Bajo la mirada mientras se rascaba el codo, pero enseguida volvió a mirarme–…Por favor Bill…Necesito que me ayudes con esto. Se supone que en el día más cursi del año que es hoy, la presentaría a unos amigos para que comprueben que cumplí con lo acordado y no tenga que dejarme crecer el bigote para convertirme en un repelente de chicas…– ¿Hacer que? Puras estupideces– ¿Podrás…Ayudarme? Solo es cosa de comprarte ropa y ya esta– ¿Y el que sale perdiendo aquí quien es? Como se atrevía a pedirme eso… ¿No seria más fácil que se consiguiera a una zorra de último minuto? ¿Por qué yo? De todas las posibilidades habidas y por haber ¿Por qué pensó en mí? ¿Por qué su gemelo? Mi cabeza era una tormenta de pensamientos confusos–Solo será un rato…
– ¡Ni por una hora! ¿Por quien me tomas? ¿Me crees un maniquí el cual puedes vestir y desvestir a tu antojo? Y lo peor de todo es que me pides que me exhiba en público. Lo que tu quieres es utilizarme, y escúchame bien ¡Yo no soy objeto de nadie!–Ya, me había cabreado y cuando estaba enojado no era razonable hablar conmigo, por eso decidí salir de la habitación pero de nuevo Tom empezó con sus gritos.
– ¡Tú tuerces todas mis palabras! ¡Yo no estoy tratando de utilizarte ni nada de eso! Lo que te pido es que me hagas el único favor que te he pedido en toda mi vida, es todo… ¿Te es tan difícil entender eso?–Voltee a verlo con el rostro completamente rojo por el coraje ¿Qué no entiende?–Vaya que eres egoísta, todavía que me porte amable contigo y encima me indigne a prepararte el jodido desayuno y tu…Ni lo agradeces.
– ¡Lo hiciste porque querías algo a cambio, no por que te naciera hacerlo! –Ahí lo había pillado.
–Da igual– ¡Ah! ¡Pero que acomedido! Su rostro era un reflejo claro de dolor, pero totalmente sobreactuado. Lo que quería era que yo me conmoviera o sintiera necesidad de sentirme comprometido por los “Favores” De esta mañana pero ¡No! No le iba a funcionar.
–Que hipócrita eres…–Y Salí del cuarto con un fuerte portazo.
Pero que disparate más chiflado se le ha ocurrido pedirme, por ningún momento me llegue a imaginar tal ocurrencia para un favor, sabia que quería algo ¿Pero esto? Creía que era algo más común como prestarle dinero o acompañarlo de nuevo al table-dance donde trabaja un amigo, que con el simple echo de aparecerme significa: “Entrada gratis para Tom” y el lo sabe. Pero claro, ¿Como no se me ocurrió pensar en que planeaba vestirme de chica? “Fui tan estúpido al no imaginarlo”.
Rápidamente baje las escaleras, sosteniéndome del barandal ya que no caminaba, si no trotaba para alejarme lo más rápido de ahí. Quería despejarme, tomar un poco de aire fresco para relajarme y no provocarme una embolia de tanto coraje.
– ¡Ja! “Quiero que seas mi novia” pero que torpe–Llegue a la estancia y visualice la puerta de la entrada, decidido a correr fuera de casa–Y según es un simple favor ¿Qué ha hecho el por mi? No se lo merece.
“Bill, si tienes frio ten…Usa mi chamarra”
Desvié la vista de su chamarra y tome la mía que se encontraba en el perchero que estaba a un lado de la puerta. Me la coloque y tome mis lentes de sol junto con mi bolso, no me atrevía a salir sin ellos.
“¡CRACK!
– ¡No! Mama me regañara cuando vea que rompí su jarrón. Ya no me dará pastel.
–No te preocupes Billy, estoy contigo.
–Dios, ¿Que paso aquí?
–Yo…
–Se me ha caído el jarrón, no fue apropósito.
– ¿No te lastimaste?
–No.
– ¡Era un jarrón de colección, Tom! ¿Como no tuviste cuidado?
–Lo siento.
–Lo siento yo, estas castigado, sube a tu habitación y te quedas sin postre…Vamos Bill, come el tuyo y deja que tu hermano piense en lo que hizo.”
Sacudí la cabeza. De pronto, ya no me dieron ganas de caminar, si no de conducir, quería ir a toda velocidad para dejar atrás toda esta situación aunque sea por un momento. Retrocedí hasta el buro que adornaba un poco la estancia y busque lo que quería…Mis llaves del auto. Las tome y cuando me disponía a salir…
“Billy…Billy, ¿Quieres que me duerma contigo? Así no te comen los monstros…Ya no llores.”
Me escurrí por la pared quedando sentado en el suelo con la mirada perdida en la planta de arriba…Era inútil. En definitiva mi conciencia no estaba de mi lado, y vaya que tenia sus razones…Yo era el hipócrita aquí. En varias ocasiones Tom me había ayudado en muchas cosas, tanto simples como complicadas ¿Y yo alguna vez lo he agradecido?…No me atrevo a responder. Me ha ayudado en la escuela, en casa con mama, me cuida cuando me enfermo, me ha salvado de golpizas y…Diablos, si hasta yo le he pedido cosas peores…Recuerdo la vez que había una fiesta de disfraces en la escuela, el planeaba disfrazarse de un pirata con parche y toda la cosa pero eso no estaba en mis planes…Tenia otra idea. Estaba tan acostumbrado a estar siempre pegado a el que lo obligue a disfrazarse de un jodido burro, de esos que necesitas a dos personas para poder vestirte. Por “Suerte para mi” me toco ser la cabeza y las patas delanteras y a Tom pues…Las traseras. Aun recuerdo todo el berrinche que tuve que hacer para que mama lo convenciera en apoyarme. Aun no se como acepto en hacerlo, pero me emocione tanto que en toda la infantil fiesta estuve sonriendo, brincando y haciendo soniditos estúpidos que según imitaban los de un burro…Tom todo el tiempo estuvo callado y jamás me reclamo nada, se la paso mirando a los demás niños que iban de piratas mientras fingían navegar en un barco, pero claro, si yo era feliz Tom tenia que aguantarse…Que repulsión siento por mi mismo. Ahora pienso que vestirse de chica no es nada comparado a disfrazarse de la cola de un burro.
“Solo será un rato”
– ¡JODEEEEER! –Di un fuerte golpe en el suelo y me levante hecho una fiera. Azote las llaves de mi auto en su lugar y tome otras que descansaban en el mismo sitio– ¡Solo será un rato! ¡Solo será un rato! ¡Solo será un rato!… –Mascullaba entre dientes mientras subía de nuevo por las escaleras– ¡Tom, con esto me debes miles!–Con una veloz caminata llegue hasta mi cuarto el cual abrí de golpe, observando a mi hermano mayor sentado en mi cama, serio, con las manos entrelazadas y con la vista perdida en la escoba que había tirado…Me miro– ¡Toma!… –Le lance las llaves de su Audi casi llegándole a pegar en la cabeza si no fuera porque fue rápido para tomarlas, frunció el ceño al mirarlas– ¡Llévame a comprar un puto vestido!–Y después de tanto…Sonrió.
(…)
–Mira Tom, este jeans esta bien ¿No?–Habíamos recorrido casi media plaza y todo el berrinche y condiciones que había planteado de casa hasta acá, parecía haber quedado olvidado. Ahora me encontraba mas tranquilo, ya no estaba tan enojado y aunque me aflija admitirlo, mi debilidad son las compras y aunque mi objetivo de compra no sea el que yo ejecutaba todos los días, me entretenía mucho en tener que adquirir ropa que jamás en mi vida pensé ver en mi armario, pero de igual forma también me aturdía. Por momentos olvidaba a que habíamos venido hasta que Tom inquiría en mostrarme vestidos, faldas, blusas etc…De nuevo volvía a sentir ese hormigueo en el estomago al pensar en todo lo que me esperaba el día de hoy, pero había dejado en claro que ya no me retractaría…Tenia que devolverle el favor de muchos que me hizo–Creo que podría quedarme, solo pido una talla más grande y entro en el–A comparación de lo que había visto antes, estos pantalones eran mejores a todo lo anterior. Claro, eran de mujer, pero por más que quería Tom no me dejaba ni dar un simple vistazo a la ropa de la cual estoy acostumbrado…Era difícil complacerlo con todo lo que yo escogía. Por suerte me había fijado en esta tienda, el jeans que lucia el maniquí del mostrador eran muy a mi estilo aun siendo de mujer, por lo menos me sentiría cómodo con ellos. Tom iba detrás de mí y claro que de inercia me siguió al desviarme del camino para venir a pegarme a la ventana de la susodicha tienda– ¿Qué dices? –Sonreí mientras apuntaba mi objetivo, Tom, con los brazos cruzados y a una distancia de medio metro de mí, se acerco de mala gana y miro lo que apuntaba.
– ¿Qué? Nonononono…Ni lo pienses. Venimos a comprarte un vestido o una falda, no un pantalón.
– ¿Pero porque? Este jeans es de chica. Si me lo pruebo y…
–Bill, enfócate en tu papel. ¿Que es lo primero que piensas cuando le miras las piernas a una mujer?–Encogí los hombros, ese tema no era muy mío. Tom exhalo–Piensas que debe tener una sexy falda o un vestido para poder vérselas…Piensa, cuando se habla de mujeres es mas común asemejarlas con faldas y vestidos, no con pantalones–Hum, algo de eso era cierto, pero la idea de ponerme algunas de esas perturbadoras sugerencias me aceleraba el pulso de lo nervioso que me ponía. Por lo menos hacia un intento de negarme– Mírate, llevas uno ahora y te sigo viendo como hombre a pesar de tener las piernas flacas y llevar puesto algo parecido a ese maniquí–Abrí la boca de par en par y me mire de pies a cabeza un poco indignado.
–Me ves como hombre por que soy uno. ¡Estúpido!
–Aja, y por eso tenemos que comprarte cosas que se asemejen a una chica ¿Ya captaste?–Me pico la sien con un dedo, dándome por idiota. Yo moví la cabeza para que dejara de hacerlo.
–Si, algo. Pero es que…
–Pero nada…–Sin previo aviso me tomo de la mano y comenzó a andar rápidamente jalándome como perro detrás de su dueño–Ven, te llevare a un sitio donde he visto vestidos muy monos, ahí creo que podremos comprarte uno– ¿Se ha fijado en vestidos alguna vez? Cada vez me sorprendía más. ¡Genial! Lo que todo hombre desearía en su vida…Comprarse un puto vestido.
–Tom, espera…–Frene de golpe y sacudí la mano para que me soltara. Tom reviro los ojos y se detuvo para virarse y mirarme algo fastidiado–De acuerdo, llévame a esa tienda de niñas o a otra si quieres, pero eso si… ¡Yo escojo el vestido! –Tom ladeo la cabeza y por el gesto de su rostro serio espere lo peor, pero al final termino con asentir y sonreírme.
–Vale, estas haciendo mucho por mí así que de ese asuntito te complazco, puedes escoger el vestido que quieras peeero…–Odio los peros–…Siempre y cuando sea el adecuado para una chica ¿Ok?
–Ok.
–Genial–Me insto con la cabeza para que lo siguiera y así lo hice. Cuando me pose a su lado sonrió y me rodeo los hombros con un brazo en modo amistoso…Me tense–Sera sencillo, ya veras.
–Si, sencillo para ti. Tu no serás la novia de un mujeriego –Y nuestras escasas risas se mezclaron como agua y aceite, la de el era sincera, la mía un poco melancólica.
(…)
–Aam…Señorita, ¿Tendrá este modelo en talla mediana, por favor?
–Oh, claro que si joven. Ahora se lo traigo.
–Gracias–Sonreí y la chica se marcho con el vestido en mano–Espero y me quede, es el que mas me ha gustado y ya no estoy de humor para seguir buscando entre toda esa avalancha de chicas…Ya estoy un poco fastidiado de todo esto–Me deje caer sobre el pequeño banquito que yacía ahí para ser ocupado y recargue la cabeza en la pared, tratando de no ser estorbo de cientos de mujeres que parecían querer vaciar la tienda en un santiamén. Caminaban de un lado a otro viendo y probándose ropa extremadamente femenina…Era demasiado para mi. Los únicos hombres que deambulaban por ahí eran los desesperados maridos de algunas señoras a las que acompañaban y dos que tres niños que corrían y jugaban entre la ropa, en definitiva nosotros sobrábamos.
–Eres muy delgado, Bill, si te quedará…–Fruncí la boca y Tom, caminando a lo macho, se coloco a un lado de mi, quedando recargado en la pared con los brazos cruzados–Y si no haremos lo que sea para que te quede, da igual. Pero de que tendrás el vestido que te gusta lo tendrás–Sentencio sin siquiera mirarme y yo no supe como definir eso. O se estaba burlando de mi o de verdad estaba tratando de complacerme, de algo relativamente extraño pero en si tratando de darme por mi lado. Aunque de eso casi no hubo problema. Desde un principio, al entrar a esta tienda supuse que seria algo complicado ya que todo es de chica obviamente y mi confundida conciencia no dejaba de gritarme a los cuatro vientos que este no era mi sitio, que saliera de ahí inmediatamente, que dejara estancando a Tom con su ridícula apuesta, total, a mi no iba a afectarme, pero la ignore, se me estaba prohibido escucharla o sabia que al final terminaría haciéndole caso y decepcionaría a Tom, lo ultimo que quería es verlo enojado o triste, ya no. Todos mis berrinches tenía que tragármelos.
Cuando continúe explorando el lugar no fue nada diferente a lo que ya había visto en otros rincones del enorme local. Rosa, azul, verde, rojo y demás colores se acoplaban a la mayoría de los vestidos que nos rodeaban, no fueron muy de mi agrado y Tom no fue de mucha ayuda, se la paso echándole el ojo a todas las tipas que pasaban por su lado, varias veces lo llame para que me diera su opinión, pero mas bien era porque se me acalambraba el cuerpo al verlo mirarlas…Estaba mal, lo se, pero fue inevitable hacerlo. Casi hasta llegar al final de la tienda me fije en un vestido, o más bien en el único vestido que yacía apartado de los demás. En primer lugar lo que llamo mi atención fue su color, negro por completo. Rápidamente me acerque a el para verlo mejor y con la idea de encontrar mas de ese color a su alrededor pero al parecer me equivoque, al parecer…Ya que si habían muchos, pero no llegaban a deleitarme como lo había hecho el vestido solitario. O eran demasiado escotados y muy cortos, o demasiado tapados y largos, no podía ir escotado o vestido como monja, eso lo sabia perfectamente ya que la personita que tenia aun lado me había dejado escogerlo pero con la condición de gustarle a el también, así que mi decisión tenia que ser la adecuada. Pero por mas que trataba de buscar uno que me complaciera, no podía, ya era inevitable compararlo con el que tenia en frente, el primero que había visto, aparte de ser mas bonito que los demás, era perfecto…No estaba tan escotado, cubría los hombros y no era tan largo ni tan corto, simplemente perfecto, no tuve que pensármelo mucho.
–Tomi…
–Hum.
–Eeeh, me gusto este…–Hasta la cara la sentí arder cuando le dije eso, fue vergonzoso declarar mi fascinación por un vestido– ¿Esta bien? ¿Te…Gusta?–Tom bajo la mirada hacia la prenda, alargo una mano y yo se lo di…Me mordí el labio. Lo escudriño por todos lados, detallando el largo y su textura, hasta pareció mas experto en esto que yo. Al final de verlo bien me miro de pies a cabeza.
–Se te vera bien, me gusta–Me lo dio y yo alce las cejas ¿Cómo dijo? En verdad me llego a sorprender lo que un vestido pudo lograr hacer…Estar de acuerdo en ropa por primera vez.
En si, Tom ni siquiera refunfuño con mi decisión, cosa que agradecí ya que me facilito más todo el asunto, pensé en realidad que se empeñaría en buscarme un vestido de puta, vestirme como las chicas a las que se folla o se negaría al ver que ni por un día seria capas de dejar mi estilo aun lado, así que al no decirme nada malo, comencé a llevar todo esto con mas calma.
–Tiene suerte, joven, es el ultimo vestido que nos queda con esta talla ¿Esta bien?
–A ver…–Rápidamente me levante y Tom me siguió despegándose con pereza de la pared. Tome el vestido y examine un poco el tamaño, el largo y sobretodo lo ancho–Mmmh si, creo que si me…Le quedara–Por un pelo.
–Seguro que a su hermana le vendrá bien. Si dice que mide casi lo mismo que usted le quedara perfecto.
–Claro que le quedara, si los viera…Tienen el mismo cuerpo–Le di un fuerte codazo a mi gemelo y este se quejo un poco mientras reía, la tipa sonrió al no entender ni papa. La ridícula historia de la hermana a la cual le teníamos que comprar un vestido, nos había servido de mucho para poder estar aquí sin ser tratados de locos, en si nos alegraba ver que se lo habían creído.
–Bueno, muchas gracias, nos lo llevamos.
–Bien, si gustan pueden pasar a las cajas para que puedan pagarlo.
–Si, en un momento vamos.
–Ok, como gusten–Al momento en el que se fue la chica y nos dejo solos, jale a Tom del brazo y camine hasta la esquina inhabitada de la enorme tienda donde había varia ropa colgada.
–Rápido, mira bien ¿Si me queda?–Mire hacia ambos lados para no divisar a nadie y me coloque el vestido por encima del cuerpo, midiendo de la cintura lo ancho de este para calcular si entraría en el. Tom frunció el ceño y alejo un poco la cabeza para mirarme mejor.
–Hum…
–Si esta bien ¿No?
–Veamos…–Poso sus manos por encima de las mías las cuales tomaban el vestido el cual se aferraba a mi cintura. Quite las manos de ahí por simple tic y Tom apretó mas la prenda contra mi, asomándose por los lados de mi cadera para medir bien lo delgado de mi cuerpo. Yo no dejaba de ver por ambos lados para prevenir que alguien viniera y nos cachara infraganti…Eso me marcaria de por vida–Esto te queda mas que bien, Bill. Estas igual o más que flaco que esto–Sonreí levemente mientras se enderezaba, me dio el vestido y fuimos a pagarlo.
Al salir de la tienda revire los ojos, no tardo más de cinco segundos en volverme a coger de la mano y comenzar a andar a paso veloz.
–Camina, Bill, todavía nos faltan mas cosas y tenemos el tiempo contado, eh.
–Grr…–Gruñí. Ni siquiera le pregunte a donde me llevaba, estaba seguro que me alarmaría en saberlo, y protestar aquí no serviría de nada para intentar negarme, el terminaría ganando y a mi ya me habían obligado a darme por vencido.
(…)
– Pero que es lo que pretendes ¿eh?
–No refunfuñes y entra.
– Pero esto es una estética ¿Para que quieres que entre?
–Para que crees…–Sin ni siquiera darme tiempo a defenderme, me empujo tan fuerte que se me cuatropearon los pies y tropecé hasta quedar dentro del salón. Me enderece tan rápido como pude y me acomode la bolsa y los lentes que casi se me caen. Fusile a Tom con la mirada y este solo se rio.
Después de caminar y caminar, de todas las tiendas a las que habíamos pasado, ¿Decidió traerme a una estética? Era muy grande y bonita pero ¿Para que? Es lo que no captaba muy bien hasta que me fije en varias muchachas que ocupaban su tiempo en hacer manicuras, teñir pelo y… ¿¡Cortar cabello!?
– ¿¡Que!? Ni de coña, Tom. No pienso cortarme el cabello–Apunte a una chica que le cortaba la eriza melena a una pelirroja que leía una revista. Tom entrecerró los ojos y me insto con la cabeza para que lo siguiera.
–Cortarte el cabello es lo último que te pediría–Mascullo mientras caminaba. Parecía que hablaba con su espalda.
– ¿Entonces? Uhg…–Choque contra él al detenerse en seco.
–Mira…–Apunto con la barbilla adelante de nosotros. Desvié la mirada de el para obedecerle y alce un poco los lentes para mirar mejor… ¿Es una broma no?–Escoge una.
–¿¡Que!? ¿Estas hablando enserio?
–Claro. Si serás una chica ¿Qué es más atractivo que tener el cabello largo?
–Shhhh… ¡Cállate!–Me ruborice bastante cuando varias miradas confundidas se mantuvieron en nosotros, juntándose y murmurando entre ellas…Yo quise estrangular a mi hermano– ¡Habla mas bajo, Tom! ¿Que no ves que te pueden escuchar?
– ¿Y? Como si las volvieras a ver–Me cruce de brazos y fruncí la boca–Anda ya…Escoge una peluca.
– ¿Por qué? Con mi cabello es suficiente…
–Con tu cabello pareces una escoba volteada…– ¿Perdón? –El punk, no es peinado para chica. Además no es tan largo, y de los lados no tienes casi nada, de a fuerzas necesitas una. Así que deja tus reproches y apúrate, coge una.
–No presiones…–Exhalo una gran bocanada de aire y yo le imite. Era inútil negarme…Ya lo sabia. Sin más que decir, me acerque al estante que rebozaba de pelucas de distintos tamaños y colores. Comencé a verlas sin mucho interés, debatiéndome en cual escoger al igual que Tom, que tomaba una y otra mientras buscaba la adecuada.
– ¿Que te parece esta? Te verías bien de rubia–Sonrió al igual que yo y negué varias veces algo alarmado.
–Ni de loco. No me quieras disfrazar de las “Güeras” con las que tanto fantaseas, paso.
–Mmmh, en realidad fantaseo más con pelinegras…–Dejo la peluca en su lugar y se acerco a las oscuras, las de mi color y las acaricio levemente con los dedos. Me miro por el rabillo del ojo y se remojo los labios…Se me cayo la peluca que sostenía–Pero no importa, solo bromeaba. Quiero verte con el cabello negro, como lo tienes ahora, te queda perfecto–Se agacho, tomo lo que había tirado y me lo dio. Rápido pestañee y coloque la peluca en su sitio.
–Eh si, gracias–Fue todo lo que se me ocurrió decir. ¿No tenia que detallar lo nervioso que me puse verdad? O fue mi imaginación o… ¿Se me estaba insinuando? Últimamente las actitudes, frases o comportamientos de Tom me descolocaban involuntariamente. Cada vez me hacían sentir más miserable y estúpido ¿Cómo podía ser tan pervertido como para pensarlo? Aunque debo decir que tristeza es lo que me invade segundos después cuando concluyo que solo esta bromeando conmigo…Como siempre ¿Pero, porque?
–Bill…
–Hum.
– ¿Te gusta esta? –Cuando voltee a verlo no pude evitar reírme al igual que el. Tenia puesta una peluca corta de color azul y se veía tan gracioso que mi risa logro sonrojarlo. Pocas eran las veces cuando se empeñaba a hacerme reír de verdad y disfrutaba su actitud ridícula como en esta ocasión. Al ver que no paraba de descojonarme de risa de inmediato se la quito, supuse que se había avergonzado al ver que ni siquiera se atrevía a mirarme.
–Jajaja…Si me gusta–Me acerque al estante que estaba a su lado y reí divertido –Pero me gusta mas esta–Una peluca verde es lo que ahora estaba en su cabeza. Lo mire bien y me mordí el labio cuando otro ataque de risa se apodero de mi. La cara de Tom podía leerla claramente “¿Por qué tuve que darle esa idea?”…Me mataba.
Estuvimos jugando y riendo un buen rato con todas las pelucas que encontrábamos ridículas. Las de brillos, simples y extravagantes con colores fosforescentes. La mayoría del personal de la estética nos miraban como bichos raros, supongo que no les agradaba la idea de que dos hombres vinieran a desordenarlo todo, pero como no vinieron a decirnos nada seguimos en lo nuestro. En realidad Tom fue el más implicado en esto ya que el peinado que yo tenía era un gran impedimento para ponerme algo en la cabeza. Tuve que convencerlo para que él se probara la peluca que me llevaría, que va…Tenemos la misma cara ¿No? Al final de suplicarle y darle a entender que yo no podía hacerlo, término aceptando, total, ¡Yo era el que le estaba haciendo el favor! También tenia que sacrificarse aunque sea un poco.
Terminamos escogiendo una de color negro y algo larga, un tanto por debajo de los hombros, era completamente lacia y grafilado en punta. Me dejo muy claro que quería que tuviera el cabello largo que por que según hace ver más atractiva a una mujer, y en si concuerdo con el pero me ponía tenso al saber que me volvería algo atractivo para mi hermano…O repulsivo según el resultado.
–Uff…Por fin hemos terminado, ahora démonos prisa y volvamos a casa–Tom, quien me ayudaba a cargar la bolsa que escondía la peluca, freno de repente.
– ¿Qué? Estas equivocado. Todavía nos falta una tienda más que visitar.
–Ni creas que me obligaras a comprarme zapatillas eh, por que eso si… ¡Usare mis botas, de una vez te lo digo! No me pondré nada con lo que tropiece a cada rato y me rompa la boca.
–No hablo de eso, por mi puedes usar los zapatos que quieras, eso no tiene importancia.
– ¿Entonces? Tampoco pienso dejar que me lleves a maquillar, eso lo voy a hacer yo, tengo todo lo necesario en casa y lo sabes.
–Lo se.
– ¿Y? ya no queda nada que visitar ¿Adonde quieres que vayamos?–En ese momento una sonrisa macabra se asomo por sus labios. Me dio la espalda.
–Ya veras–Y comenzó a andar chulesco pasando de mi. Yo lo seguí sin entender que planeaba hacerme ahora. Pasamos varias tiendas las cuales no dejaba de mirar al preguntarme cual de todas seria nuestra siguiente parada. Tom ni siquiera las miraba, andaba muy decidido, parecía que quería llegar directo hacia su destino, el cual yo desconocía.
–Tom…Tom, espera… ¡TOM! –El muy cabrón me ignoraba y más me desespero cuando emprendió una caminata rápida ¡Apropósito! Juro que me dieron ganas de tirar el vestido e irme a casa a desparramarme de nuevo en el sillón y fingir mirar la TV… ¡Pero no me atrevía! Logre seguirle el paso casi a zancadas hasta que en un momento inesperado, mis suplicas fueron escuchadas al ver a Tom detenerse.
–Uff…–Resople algo cansado. Esto era un “Paseo en una plaza” no un jodido maratón– No vuelvas a hacer eso, Tom, cuando te hable escúchame ¿Si?
–Shh…Luego me sermoneas ¿Ok? Ahora entra–Desvié la cara un tanto enojado y desorbite los ojos. En definitiva con el no podía. Ahora quise ser yo el que dejara a Tom atrás y sin dudarlo comencé a caminar para entrar al local al que me había traído. El estaba como estatua sin moverse de su sitio observando mi comportamiento de diva al levantar el rostro y andar con total altanería sin tener la pequeña intención de esperarlo. Pero cuando estuve a solo unos cuantos pasos de entrar tuve la maravillosa idea de alzar la cabeza para mirar el exuberante letrero que brillaba al rojo vivo anunciando el nombre de la tienda. ¡NO-ME-JODAS! Me detuve en seco igual a como si me hubiera estampado contra un transparente cristal. Enseguida, con la respiración acelerada, gire con los ojos demasiado abiertos, no me lo podía creer. Tom, completamente serio, alzo una ceja mirándome incrédulo.
– ¡Tu…!–Olvidando todas mis expectativas de querer dejar a Tom atrás, me acerque a el a zancadas hasta quedar cara a cara. Ni siquiera lo intimidaba en lo mas mínimo aun estando a poca distancia ¡Coño, su respiración me pegaba en los labios!– ¿¡Me trajiste a una lencería!?–Esto si era el colmo. Ni siquiera me cabía en la cabeza como tubo el descaro de atreverse a traerme a un sitio así ¡A su propio gemelo! ¿Qué rayos planeaba hacerme?– ¿¡Pero que mierdas tienes en la cabeza!?
–La que a ti te falta. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? SERAS-UNA-CHICA ¿No crees que te falta algo?
– ¿¡Algo!?–Asintió mientras miles de suposiciones se encaramaban en mi mente las cuales pretendía no acertar– ¿Y que es ese “Algo”?
–Tu que crees…–Al no poder seguir conteniéndole la mirada a escasos centímetros de mi rostro, retrocedí dos pasos. Me fije en su gesto, escudriñando mejor su expresión descarada, muy seguro de lo que me estaba contando. Me rasque la mollera tratando de descifrar el “Algo” que Tom insinuaba, no era muy bueno tratando de adivinar cosas y el lo sabia mejor que nadie así que al ver mi completa ignorancia hacia el tema se tapo la cara con ambas manos un tanto harto y negó varias veces–Joder, Bill, piensa un poco ¿Quieres?–Fruncí el entrecejo y me quede quieto, ignorando a las personas que pasaban a nuestro alrededor y analizando todo muy despacio. “Una lencería”…La idea que de pronto indago por mi cabeza era demasiado perturbadora que rogaba al cielo me equivocara…Pero como era de esperarse este no era mi día de suerte. Tom, quien miraba el debate entre mi mente y yo, decidió joderme y darme una sencilla pista de lo que yo trataba de evadir. Sus ojos, que continuaban clavados en los míos molestos, descendieron abruptamente hasta posarse en mi pecho. Esa sonrisa sádica que brillo en su sombreada y macabra cara me colapso en un segundo. Abrí la boca de par en par al mismo tiempo en el que él volvió a mirarme fijamente, pero esta vez con la burla remarcada en su rostro…Palidecí.
–Oh, no…
–Oh, si…
–Nonononono–Ahora si ya no me importo dejar tirados mis lentes al negar incansables veces mi rotunda tortura. Mi hombría… ¡Ploff! Parecían querer desaparecerla– ¿Q-Quieres ponerme busto?
–Que pensabas. ¿Traerte a comprarle algo a la novia fantasma que tienes?– ¡HA-HA! Que gracioso–No estamos para perder el tiempo, Bill. Por si no te has dado cuenta estás demasiado plano y yo no mencione a un tablón como mi novia.
– ¿Y eso a mi que? Te hubieras encontrado a alguien con esas expectativas ¿No crees?
–Ya te dije lo que paso…Mis manos no están acostumbradas a estarse quietas en una sola nena– ¡Ah, pero que bonito!…Estúpido.
–No. Ni lo pienses, eso si que no lo voy a hacer. ¿Qué te crees? Eso es demasiado. De saber eso antes no te hubiera ayudado, Tom–Estaba en shock. Al principio de todo esto acepte con la intención de devolverle los enormes favores a mi hermano, sabia que todo esto seria una agonizante tortura y que tal vez conociéndome terminaría arrepintiéndome…Pero no lo hice, acepte y aquí estoy. Esta bien que dejara que él controlara la situación como comprarme un vestido, peluca y demás chunches innecesarios y si, estaba consiente que tenía que ponerme todo eso al llegar a casa pero por ningún motivo se me paso por la cabeza imaginar que tendría que “Parecer” a ese extremo a una chica…No lo medite antes y ahora no sabia como zafarme de eso–Tom…
– A fuerzas tenemos que comprarte un sostén– Apreté los dientes ¿Comprarme?– ¿Con que rayos piensas sostenerte el relleno?
–Pues…Yo…–Eso no lo había pensado. Según representaría a una chica, con vestido, cabello largo, maquillaje y que mas que obvio que para darle “realismo”…Busto. Pero pensar en ponerme algo así me desmoronaba por dentro, y mas al saber que era Tom el que me instaba a hacerlo–Quizás… ¿Con el vestido?–Me encogí de hombros un poco cohibido, con miedo a su reacción–Supongo que me quedara un poco apretado, lo suficiente como para sostener algo ¿No?
– ¡No! –Suspire, ya me lo veía venir–Capaz y se te caiga a cada simple movimiento ¿Quieres arriesgarte? ¿Quieres hacer el ridículo frente a todos? Porque eso es lo que estas buscando eh–Ya ni siquiera lo veía, mi vista estaba centrada en una pequeña basurita del suelo. ¡Coño, él tenia razón! No podía hacerlo con un simple vestido, de a fuerzas tenia que tener un soporte, pero aun así…
– ¡Ya parezco una chica, Tom! Todas la personas que apenas me miran me difaman con eso, hasta tu lo has dicho. Mi cara se asemeja más a las de una mujer ¿No? Si todos ya me confunden con una es porque puedo pasar a serlo sin siquiera usar el susodicho relleno. No es necesario–Si, mi orgullo ya estaba por los suelos, bueno, ese lo había perdido desde el momento en que acepte esta ridiculez, pero ahora si ya no me importaba. Haría todo lo posible con tal de no ponerme tal sugerencia y en eso estaba en aceptar mi apariencia de chica. ¡No quiero usar un sostén!
–Tu lo has dicho, “Tu cara” es la que pasaría por mujer, pero si hablamos de tu cuerpo ya es muy diferente ¿Quieres que piensen que tienes el desarrollo de una niña de once años? No lo creo– ¡Mierda! Todo lo que me hacia pensar Tom me abría los ojos ¡Como siempre, tenia razón en esto! Pero ¿Y? No todas son iguales ¿No?
– No, no, Tom. Yo no quiero usar eso, podemos buscar otra cosa pero me niego a ponerme un jodido sostén. Además, tu no tienes derecho sobre mi, no puedes obligarme y punto…Ya esta decidido, nos vamos–Me le encare. Tom, sin moverse de su sitio, se cruzo de brazos y arqueo una ceja.
(…)
– ¿Quieres dejar de hacer berrinches y ayudarme?
–No.
– ¿Vas a seguir con ese molesto genio que te cargas?
–Si.
–Genial–Después de haberme tomado de los costados y obligarme a entrar casi a rastras hace apenas unos minutos, todo se volvió tenso. Claramente le hice saber que no quería usar semejante cosa ¿Pero me escucho? No, claro que no. Hoy parece que todo tiene que hacerse como el diga o mande ¿Y yo que? Ser solo un simple esclavo.
Aparte de que en el lugar, notoriamente femenino, ya me sentía bastante abrumado al estar infestado de mujeres, tenia que aguantar las indiscretas miradas de casi todas, sobre todo de las mujeres mayores que casi, casi nos querían asesinar con la mirada, indagando en que rayos hacían dos chicos en este lugar completamente inadecuado para ellos. Y si, resaltábamos ¿Por qué? ¡Porque éramos los únicos hombres aquí! Y aun ante ese pequeño detalle, Tom inquirió en meterme a fuerzas junto con el. Por lo menos las chicas de nuestra edad que se encontraban comprando y escogiendo prendas eran mas comprensivas, sonreían, reían y se secreteaban entre ellas cuando nos miraban, o mas bien al mirar a Tom de vez en cuando tomar una prenda y mirarla por todos lados. Pensaran seguro en cosas guarras al ver sus rostros sumamente sonrojados cuando Tom se indignaba en devolverles la sonrisa. Yo simplemente me mantenía con los brazos entrelazados sobre mi pecho y la cara que no veas…Completamente roja de coraje.
–Mmmh, Eeh… ¿Se les ofrece algo? ¿Puedo ayudarles? –Una señora de unos cuarenta años, vestida con ropa cara y empeñando una postura de típica escuela de modales, se acerco a nosotros un poco retraída, jugándose las manos a la altura del estomago e indagando en su rostro, podría decir que un poco alterada, desconfiada e incluso hasta cabreada. No me alarme en adivinar el porque…¿¡Cómo cojones dos jóvenes van a estar en una lencería donde solo hay prendas femeninas!? El cuento de “Buscando algo a mi novia” ya era viejo…Pervertidos seria la primera acusación.
–No por ahora gracias. Tal vez dentro de un rato.
– ¿Un rato? Ósea que…Estarán aquí, hem, ¿Mas tiempo?–Quise salir corriendo de ahí al notar el claro desagrado de la encargada. Casi nos estaba gritando que no podíamos, que nos fuéramos porque intimidábamos a sus clientes ¡Y quise hacerle caso! Pero con Tom de compañía y comandante, solo podía permanecer callado.
–Si, creo que demoraremos. Es difícil decidirse con tantas cosas aquí. Además tene… Oh, Bill, mira…–Ignorando a la mujer, me tomo del brazo y comenzó a jalarme. La señora nos escudriño con la mirada un poco preocupada, pero como lo suponía no tuvo el valor de echarnos del lugar o recriminarnos algo. Sin embrago yo, Anduve pegado a el hasta que nos detuvimos en una sección un tanto familiar, y lo digo solo por el color…
–El vestido es negro ¿No?
–No, es de color rojo–Y de nuevo, como si Tom tuviera la peste, me solté de el…No lo quería cerca, exhale–Obviamente.
–Bien, entonces tenemos que conseguir lencería negra para que pegue con el.
– ¿Tenemos? Lo siento Tom pero “Tenemos” Me suena a manada…Tú tienes, yo no buscare nada–Y dicho esto, me pegue contra la pared y adopte mi anterior postura, cruzarme de brazos y no mover ni un musculo, hasta evite verlo. Tom, un tanto molesto por mi actitud, apretó la boca y se marcho. O mas bien solo estaba parado frente a mi, dándome la espalda, mirando por todos lados los insaciables sujetadores que habían de diferentes texturas y colores suaves entre grises y negros por completo, haciendo el inútil esfuerzo de buscar el indicado para mi…Perdida de tiempo.
–Bill…–Entrecerré los ojos. Ahí va de nuevo. Decidido se acerco a mi con mala cara, creo que yo no era el único desesperado– ¿Tu de plano no piensas ayudarme o que?
–No.
– ¿Ni siquiera un poco?
–No.
–No, no, no ¿Que no sabes decir otra cosa?… ¡Espera, no me digas! Vas a decir que no ¿Verdad?
–No–Refunfuño algo que no pude entender pero seguro no era nada bueno.
– ¿Entonces?
–Ya te dije Tom, si piensas ponerme algo de eso escógelo tu solo, yo no voy a colaborar en el futuro trauma que tendré por tu culpa.
–Bien…–Asintió varias veces, en definitiva lo estaba cabreando, pero una mierda me importaba– ¿Entonces me lo dejas todo a mi no?
–Así es.
– ¿Seguro?
–Es tu puta apuesta ¿No? Yo no te ayudare.
–Perfecto–Lo perdí de vista cuando me dio la espalda y se esfumo por un pequeño corredor…Me valió si se enojo. Yo había hablado claro y no me movería para nada a menos que sea para salir de aquí.
Después de varios minutos de observar y observar nada interesante, mire hacia ambos lados tratando de localizar a Tom ¿Dónde coño se había metido? Capaz y se habría entretenido con la primera tipa que le allá sonreído y no me sorprendería escuchar que se estuvo enrollando con ella en los probadores. O ¿Y si se había enojado conmigo y se largo? La duda empezó a carcomerme la mente y sin esperar cualquier otra cosa, me di la vuelta para ir directamente a buscarlo pero en ese instante, el desaparecido venia caminando muy campante junto con una pequeña sonrisa en la boca.
–Listo.
–Ah, ¿Ya?
–Sip, vamos a pagarlo y salgamos de aquí.
–Humju–Giro sin dejar de sonreírme…No me dio buena espina. Comenzó a caminar y yo a sus espaldas y al darme cuenta de que no podía verme…Me entro la curiosidad. ¿Qué me habrá escogido? Por la misma voltee a ver la prenda negra que tenia en su mano derecha y…
– ¡TOM! –Me detuve en seco… ¿Como tenia el descaro? Tom me miro tan tranquilo como si no pasara nada– ¿Q-Que rayos es eso?
–Ah, ¿Esto?–Alzo la prenda a la altura de su cabeza, igual como si hubiera cogido a un conejo por las orejas…Mostrándomelo como si nada. Ahí pude verlo mejor y abrí la boca sorprendido–Lo que te pondrás.
– ¿Lo que me pondré? P-Pero…Pero, pero ese sostén es para tetas del tamaño de melones ¿Cómo crees que me pondré algo así?–Y no estaba exagerando en absolutamente nada, hasta creo que melones se quedarían cortos con el tremendo tamaño de esa cosa. Tom, sin siquiera mostrar un pequeño gesto de lastima por mi, se encogió de hombros el muy imbécil.
– ¿Y? Así me gustan. Tú dijiste que lo escogiera, pues este me gusto así que lo cogí ¿Nos vamos?–Que sínico.
– ¿Pero que te crees? ¡Mírame! Ni tan solo una copa de esas me cabra en el pecho, pareceré una deformidad con eso en mi cuerpo–Lo admito, estaba un poco asustado.
– ¿Y que querías? Tú me lo dejaste todo a mí. No quisiste escoger pues yo si ¿No te gusta? Pues te jodes. No entiendo de que te estas quejando ¿No fuiste tú el que no quiso ayudarme? –Con que por ahí vamos eh. ¿Cómo no lo supe antes?…El jodido chantaje. Ya se me hacia raro que Tom fuera así como así escogiendo tonteras aun sabiendo que lo desprecie…Todo lo contrario. Me hubiera mandado a la mierda no sin antes decirme que era un mal hermano al dejarlo solo con esto y yo acabaría corriendo detrás de el para disculparme y evitar que se cabreara conmigo. Temo decir que me lo había creído, me había dado un buen susto al pensar que podía obligarme a usar semejante atrocidad…Me había dado una lección. Con todo el coraje y los reproches que se avecinaban desde lo mas hondo de mi garganta hasta el exterior, tuve que resignarme a hacer lo inimaginable si no quería llegar a parecer un fenómeno de circo.
– ¡Aaaaah! Eres un idiota–Le arrebate el brasier de las manos y antes de dar media vuelta y hurgar algo mas adecuado para mi entre la demás lencería, pude notar una satisfactoria sonrisa en su iluminado rostro.
Estuve buscando entre toda la variedad, sintiéndome un poco incomodo al tocar ropa que no era de mi lado, hasta algunas chicas que se encontraban cerca de nosotros, midiéndose y escogiendo pantis y sostenes, dejaban de hacerlo al mirarnos, se sonrojaban y esperaban a que nos alejáramos para poder continuar lo que hacían, era de esperarse…Se incomodaban con nuestra presencia ¿Y quien no?
Todo estaba un poco mas tranquilo, solo un poco, aun seguía algo resentido con Tom, pero ya había hecho varios corajes en el día de hoy y hasta ya se me hacia bastante cansado hacerlo, ahora si, con esto ya no había marcha atrás. Mi condena ya estaba escrita y ya seria demasiado ridículo hacer otro berrinche con respecto al tema, quería apaciguar todo para ya llevarla en paz.
– ¿Tom?
– Que pasa.
–Eeh… ¿Y como que tamaño mas o menos quieres que me ponga?–Yo ya había escogido desde hace un rato uno un poco mediano de color negro, ni de loco pensaba complacer a Tom con algo mas grande. Pero aun así quise preguntarle para prevenir su reacción al mostrarle el que ya tenía en mano.
–El que quieras, no importa. Con el que te sientas cómodo–Hum, por lo menos.
–Y… ¿Puede ser este?–Se lo enseñe. Tom lo tomo y lo quito del gancho en el que estaba, y de nuevo como un experto, lo escudriño por todos lados.
–Esta bien. Me gusta.
–Si. Pero viene con una panty adjunta. Quítasela y déjala por ahí–Y cuando pensé que el tormento había terminado…
–Bill, tu vestido es un poco transparente.
– ¿Oh, si? no lo había notado. ¿Pero que tiene que ver eso ahora?
–Tu vestido es un poco transparente–Repitió. Endureció la mirada y hablo entre dientes, algo bajo para que no escucharan algunos oídos atentos a nosotros.
– ¿Y que con eso? –Ni idea de lo que hablaba. Tom, sin apartar la vista de mí, sonrió de lado y con las puntas de sus dedos sosteniendo cada lado de las pantaletas, las meció hacia ambos lados completamente extendida mostrándomela casi con burla.
¡Dios mío! Al momento en el que comenzó a asentir yo comencé a negar.
–No puede ser…–Y como flash, comencé a sacar el vestido de la bolsa y rápido lo extendí frente a mí…Me alarme bastante. ¿Cómo no me di cuenta antes? En efecto…El vestido era un tanto transparente. Lo tome desde abajo, metí un brazo por debajo de este y note como se lograba ver la silueta de mi brazo claramente, quise fallecer. ¡El bóxer se vería a leguas! no mucho pero si se lograría notar, ósea que… ¡No me jodas! – ¿Tengo que usar calzones de niña también?
–Aja, no es tan malo ¿Cierto?
– ¿¡Que no es tan malo!? Pero que mier…
– ¡Bill! Ya no hagas más escándalos, por favor. ¿Crees que no es difícil aguantar tus berrinches? Recuerda que prometiste ayudarme–De nuevo otra embolia la sentía venir. De todas las experiencias mas extrañas que llegue a imaginar que algún día podrían pasarme, esta jamás navego por mi mente. Pero como ya había dicho antes, seria inútil tratar de evadir todo esto. Me había resignado a aguantar todo este martirio, me evitaba malos momentos y enojos llenos de cólera. Además lo hacia por Tom…Si el es feliz yo también.
–Si, lo se. Pero…
–Ah, ah, ah…–Me sello los labios con un dedo, quizás tratando de reprender algún reproche mas. Pero estaba equivocado–No digas mas, Bill–Desvié la cabeza y me aparte de su tacto.
– ¡Escúchame! –Tom guardo silencio– Pero…–Respire profundamente…Era difícil–Pero ¿Y si no me queda?
–Ah, era eso–Por la expresión de su rostro hasta pareció que le quite un peso de encima–Supongo que si el sostén te queda también lo “Otro” te quedara. Tienes una caderita, Bill, todo te entra. Pero déjame ver…–Esto ya era bastante abrumador, me quería ir, pero mientras Tom seguía revisando la talla y lo ancho de la prenda, yo me quede observando todo lo de mí alrededor.
–Eeh, ¿Todavía siguen aquí?–Ni siquiera me fije de donde salió ella. La señora del principio que se “Ofreció” en ayudarnos, miraba a Tom con una cara demasiado tensa. Nos miraba con la misma expresión de antes… “¿Por qué no se largan de una vez?” junto con esa sonrisa tan hipócrita y aun mas falsa. Tom, ni siquiera se indigno en contestarle, seguía entreteniéndose en lo que hacia y yo pues, no podía ser grosero…Tenia razón, nosotros estábamos de mas aquí– ¿Quieren…Que les ayude en algo? Señor…
–Ah, no gracias–Sonreí amable–Estamos bien. Solo escog…Eh… ¡Tom! ¿Qué haces? ¡Quita!
–Bill, no te muevas. Déjame ver…
– ¡Oh, dios mío!
– ¡Tom! –No todo era color de rosa ¡Y vaya que Tom lo sabia perfectamente! Hasta a veces pienso si no se le habrá zafado un tornillo a esa cabezota dura que tiene, ósea… ¿Cómo se atrevió? Sabia que mi hermano podía llegar a ser un tanto aventando en algunas ocasiones y que le valía lo que pensaran los demás y mucho menos las consecuencias de sus actos, pero atreverse a probarme la casi tanga frente a la encargada del la tienda junto con otras coladas miradas asombradas rodeándonos por todos lados, fue demasiado estúpido.
– ¿¡Pero que esta haciendo!? Tenga respeto por la demás gente de aquí.
–Solo le pruebo esto a mi hermanito…Bill, ¿Lo sientes apretado?
– ¡Ya basta! –Lo tome de las muñecas, tratando inútilmente de zafármelo de ahí, pero mi concentración estaba mas enfocada en las chicas que nos veían y ahí supe que no faltaba mucho para ponerme a llorar de vergüenza. En si la prenda solo me la había puesto por encima como lo había hecho con el vestido, me apretaba la cintura con eso para medir el tamaño. Mientras pequeñas risitas envolvían el lugar al mirar la llamativa escena, la señora miraba por todos lados y sonreía nerviosa mientras les decía que siguieran con lo suyo, que aquí no había nada que ver, hasta que de nuevo se giro hacia nosotros un tanto seria.
– ¿¡Por lo menos podrían ir a los vestidores!? –No le quedaba de otra.
–Ah, no es necesario, ya terminamos–Después de estar encorvado mientras se empeñaba en arruinarme el resto de lo que me quedaba de vida, se enderezo y yo sin poder con la vergüenza, me tape la cara con una mano– ¿Dónde pagamos?
(…)
– ¿Pero que tiene que ver si las vuelvo a ver o no? La pena que pase nadie me la va a quitar.
–Si, hombre. Pero de todas formas creo que no deberías de tomarte todo en serio. Si te vieron o no ¿Qué tiene? No las conoces.
–No, no las conozco, pero también pude haberlo hecho ¿Por qué tiraste los números?–Ya llevábamos varios metros alejados del lugar donde fue mi peor pesadilla. Cuando creí que la encargada llamaría a seguridad para sacarnos de ahí, yo ya había perdido los estribos. Pero hizo todo lo contrario, es mas, ella misma fue la que nos atendió ¿Y como no iba a hacerlo? Hasta los ojos le brillaron cuando vio lo caro que era la lencería que habíamos escogido, hasta una de sus “Mas sinceras sonrisas” nos dedico. En fin, cuando nos disponíamos a pagar, me sorprendió ver como un grupillo de chicas algo tímidas se acercaron a nosotros y cuando creí que nada más podía sorprenderme, me equivoque. En realidad pensé que Tom, era el que les había alborotado las hormonas, pero me sorprendí bastante cuando se abalanzaron contra mí y me dieron una notita con varios números telefónicos…”Llámanos” fue lo suficiente para quedarme a cuadros. Pero al momento en el que se dieron la vuelta, mi “Amoroso gemelo” Me arrebato la nota de las manos y la doblo para meterla en la pequeña cajita de propinas que estaba sobre el escritorio…Imposible de recuperar. Y así con la misma, salió del lugar ignorando todo lo que le estaba gritando.
– ¿No estabas tan avergonzado como para volverlas a ver? No tiene caso explicar nada.
–Si, pero…– ¿Qué podía decirle? En realidad a mi me valía si conocía chicas o no, y a decir verdad, Tom, estaba en lo cierto. Por mi mejor si no volvía a verlas, pero el indirecto recelo de él es lo que me sorprendió…Sonreí–Ya, da igual. ¿Y ahora a que tienda me vas a llevar?
–A ninguna, ya acabamos.
– ¿Enserio? Que bien. Estoy cansado. Llegando a casa quiero acostarme un rato y…
–Noooo, señor. Llegando a casa comenzaremos a arreglarte. Tenemos el tiempo contado y estamos exactos. Así que apresura el paso–Di el más largo suspiro de todos los que llevaba hoy…En verdad que en este laaaaargo día, yo no tenia voz para decidir.
(…)
– ¡Tom!…Coff…No lo aprietes tanto que me dejas sin aire.
–Ya deja de quejarte y coopera… ¡No te muevas! Coño esto es más fácil desabrochar que abrochar.
– ¡Eso intento pero me lastimas…! Auh, auh… ¡Que no aprietes!
–Creo que no estas tan flaco como pareces, eh–Todo esto era una tortura y apenas comenzaba. Lo primero que hicimos al llegar a casa fue ir directamente hacia mi habitación y comenzar con mi supuesta transformación. Sin pensar en si desordenábamos de nuevo el cuarto o no, tiramos todas las compras en la cama y el primer objetivo en mente…Fue la bendita lencería.
En este instante me encontraba en una situación demasiado bochornosa. Tom, “Como muy caballeroso que es” Se ofreció en ayudarme a colocarme el brasier y por muy fácil que sonara eso, al parecer no lo era del todo sencillo.
– ¡Auh, Tom! No seas tan brusco y abróchalo de una puta vez.
–No me ayudas… ¡Quédate quieto!
–Pues no haces bien tu trabajo. ¿No que muy experto?… “He abrochado y desabrochado mas sostenes que lo que tengo de edad”… ¡HA! Puras habladurías.
– ¡Es verdad! Solo que ellas no se mueven como si fueran lombrices en lodo. Por última vez, Bill ¡No-Te-Muevas!–Tom tiraba de mí como si fuera un muñeco de trapo el cual pudiera manejar a su antojo. Jalaba tanto el sostén que casi me dejaba sin respirar, era sofocante. Lo peor de todo es que simplemente me lo estaba colocando, aun faltaba la peor parte…Meterme el relleno. Lo cual empiezo a sospechar que será otra experiencia mucho más desastrosa que esta. ¿Pero que opciones me quedaban?
Tras otro tirón más, Tom paro de zangolotearme.
–Listo. Ya quedo.
– ¿Seguro que lo dejaste hasta el ultimo broche? Me aprieta bastante…–Mis dedos apenas entraban entre la tela ¡Me asfixiaba!
–Eeeeh…–Detrás de mí se encontraba el enorme espejo en el que siempre me reflejaba de pies a cabeza. Me acerque para poder contemplar mejor el resultado.
–Me siento tan…Raro–Para nada me agradaba lo que veía. Me puse de espaldas para ver con mayor claridad el pequeño trabajito de mi hermano y…Ahora entendía por que me faltaba el aire.
–Tom, me lo pusiste hasta el tope, aflójalo un poco o me dolerá la espalda.
–Supuse que si te lo dejaba más flojo quizás se te saldría todo el relleno. Sigues siendo delgado–Se coloco detrás de mi y al instante me ericé al sentir la punta de sus dedos rozar discretamente la piel de mi espalda. Tanteo con los dedos hasta quedar debajo del broche mientras tiraba de este sintiendo la flexibilidad del mismo. Sentí un pequeño tirón y después un alivio total tras haberlo desabrochado por completo. No encuentro explicación ni el porque me sentí desnudo frente a el, fue como si en verdad tuviera “Algo” que esconder, me sentí intimidado ¡Mi propio gemelo me desvestía! ¿Cómo debe sentirse uno ante eso? Confundido tal vez…
–Ahora si, ¿Se siente mejor?– Oh, ¿Ya lo había abrochado de nuevo? Ni cuenta me había dado pero me alegraba.
–Se siente mejor. Gracias.
–Y ahora viene lo bueno…–Camino un par de pasos hasta llegar a su mochila que había traído de su cuarto… ¿Pero para que la quería? Lo observe con sigilo, esperando a que terminara de esculcar. Hasta que por fin se levanto del suelo y fue ahí cuando pude ver lo que traía en las manos– ¡Taraaaaan!
– ¿Calcetines?– ¿Ahora hasta los calcetines él me los iba a poner? Eso ya era mucha exageración. Me hizo una seña con la mano para que me acercara y así lo hice. De paso aproveche a darle una miradita a su mochila para ver que más traía dentro pero, estaba vacía– ¿Para que los trajiste?
–Como que para que. Esto querido hermano, es el relleno que usaras.
– ¿¡Que!? ¿Con calcetines? Pero creí que seria con papel. De hecho ya había preparado todo–Fui directo hacia mi baño y saque de ahí las bolas de papel que yo mismo había hecho para usar de relleno. En ningún momento me imagine que tendría que usar calcetines para eso. Salí y enseguida se lo enseñe a Tom– ¿Ya ves? Todo esta listo. No necesito más relleno que el que tengo aquí.
–No me hagas reír, Bill. Mírate, no tienes nada de nada ¿Crees que solo con papel lograras asemejar el busto de una chica? Te veras flácido. Mira, por desgracia en lo que llevo de experiencia con mujeres, me ha tocado estar con una que otra tramposita. En vez de pechos tiene un par de calcetines ahí, y vaya que engañan… ¡Yo, Tom kaulitz he sido una de sus victimas! Por eso te digo, Bill, Confía en mí. ¡Que son solo un par de calcetines además!–Me masajee los ojos. Esto era algo en lo que yo no tenía experiencia. ¿Y para que ponerme a discutir en si usar calcetines o papel? Lo mejor para ambos era seguirle el juego.
–P-pero ¿Por lo menos están limpios?
–Obviamente…–Dude–Si no me crees…–Los alzo casi poniéndolos frente a mi cara–Anda huélelos–Mi cara se deformo pero no por el aroma, si no por que casi me da un golpe con ellos…Me rozo la nariz.
–Vale ya, te creo–Me sobe la punta de la nariz–Anda, dámelos me los pondré.
–Yo te ayudo–Una sonrisa descarada me dio mala espina al instante en que comenzó a meter mano dentro de “Mi” sostén. Sentí como si una gran barrera se derrumbara al no resistir con los frívolos ojos de Tom, que ocasiono que de inmediato me avergonzara. Lo único que pude hacer fue evitar a toda costa conectar mi mirada con la suya. Después de haber “Mezclado” el papel y la bola de calcetines, continuo con el otro par. Note varias veces que en vez de centrar su atención en lo que hacia, sus ojos permanecían fijos en mi rostro, lo cual provocaba un ligero sonrojo en mis mejillas… ¿Qué estaría pensando para que me mirara de esa forma tan…Deseosa? Sus dedos estaban fríos al contacto con la piel de mi pecho tibio. E indiscutiblemente mis pezones se hicieron duros por la cantidad de veces en que Tom pasó sus manos por encima de estos–Creo que…Ya quedo–Rodeo con sus manos ambos “Resultados” Y los acaricio y masajeo levemente, supongo yo para darles forma. Tan intimidado me sentí al ver lo que hacia que lo único que pude hacer por instinto, fue darle una ligera manotada para que dejara de tocar-me. Creo que empezaba a tomar mi papel de chica muy enserio…
– ¡No hagas eso, se ve tan vulgar!
–Tu y tus cosas–Asombro es lo que le trasmití ya que sus ojos parecieron salirse de las orbitas–Estoy midiendo si quedó bien. No por otra cosa ¿Y quien es el que piensa mal aquí?
–Hum…–Siguió como si nada, midiendo, acomodando, sacando y volviendo a meter hasta que por fin paro de hacerlo.
–Creo que tienes uno más grande que el otro, pero ya, dejémoslo así. Ni se nota.
– ¿¡Qué!? Yo no quiero ser una deformidad. Arréglalo Tom. Ponle mas papel o no se…
–Mmmh…Eso podría funcionar.
–Ábrete a las ideas–Tomo una de las bolas de papel, las mismas que yo había hecho por cierto, y la metió detrás del calcetín que yacía dentro, para poner mas volumen–Hum…Ahora tienes una mas grande que la otra.
–Tom, deja de jugar–Coloco la otra bola de papel en la que faltaba, yo di por terminado todo, pero su rostro me decía que algo iba mal–No se pero…A ver, Bill, pásame mas papel.
–Lo tienes alado de ti–Empezó a hacer mas y mas bolas, me alarme un poco… ¿Y ahora que? Metió una y después otra en cada una. Empezaba a sentirme mas apretado que antes, pero Tom no se disponía a parar y continuo metiendo y metiendo mas y mas, hasta que ya no pude– ¡Que te pasa! Ya deja de meterme eso ¿Que pretendes?
–Estoy tratando de hacerte el busto más grande, ¿Crees que yo saldría con una desproporcionada? Para nada.
–No me importa si a ti te gusta o no, yo no pienso andar todo el día con esto tan…Enorme–Y es que era una total exageración. Para empezar el sostén no era tan grande como para meterle tantas cosas, aparte que Tom estuvo de acuerdo conmigo en comprar uno más pequeño, obviamente por que mi pecho seria pequeño, y este ya casi quería meterme toronjas. Fui directo al espejo para quitar los sobrantes de papel, que por cierto eran montones. Ni siquiera me importaba si Tom rezongaba o no, era mi cuerpo así que era mi decisión. Cuando por fin vi un tamaño considerable sonreí al ver mi resultado, era perfecto. Muy natural y acoplado perfectamente a mi cuerpo– ¿Ves? A que se ve mucho mejor ¿Verdad?–Tom blasfemó nada importante e hizo muecas con la boca. Su silencio me basto para saber que estaba de acuerdo, aunque conociendo a mi hermano, no duro por mucho.
– ¿Sabes que te ves muy chulo con los bóxers y el brasier?–soltó una pequeña risotada, como queriendo y no queriendo burlarse de mi, no me importo y menos me molesto, a decir verdad estaba de acuerdo con el. Seguro me vería muy bonito vestido de esta manera. ¡HA! Para reírse–Muy sexy también…–Eso ya no dio tanta risa.
–Mejor pásame el vestido ¿Quieres? Antes de que empieces a babear también–Negó con la cabeza varias veces ante mi comentario, sin perder la sonrisa de su rostro. Me quede embobado mirándome al espejo, tratando de visualizar el resultado final de mi transformación. Debo admitirlo, quería que acabara de una vez. Ya no me sentía tan tenso como antes y además la curiosidad por ver como luciría me devoraba la paciencia ¿En verdad me parecería a una chica? Quería continuar–Bien, ahora lo que sigue.
(…)
–A ver, sume mas la panza que esto no cierra.
– ¿Qué crees que estoy haciendo? Ya no puedo encogerla más. Haz un esfuerzo y sube más el cierre–Primero batallar con el maldito brasier ¿Ahora también con el vestido? Si de por si entendía perfecto a las mujeres al tardarse tanto en arreglarse, con esto casi era una misión imposible, por dios, y eso que solo estaré así por hoy, ellas lo hacen todos los días…Mis respetos. Estábamos entre una difícil batalla para lograr que me entre por que al parecer, mi espalda si era un poco mas ancha de lo que habíamos considerado– ¿Pudiste?
–Ya casi…No te jorobes Bill, que esto ya casi cierra.
–Hago lo que puedo.
–No lo suficiente.
–Tal vez debimos haber comprado el grande… ¡Ah! ¡Tom! Ten cuidado imbécil, me lastimaste con el cierre.
–Ya, ya, tranquilo. Esto te queda por que te queda…–Y después de varios jaloneos, varias sumidas de panza y sobre todo después de varios pellizcos en la piel de mi espalda a causa del feo cierre, ganamos la batalla. ¡Por fin!– ¿Puedes respirar? ¿Cómo lo sientes? ¿Te queda bien?
–Um…Eso creo…–Me jale un poco el vestido hacia abajo para acomodármelo mas, teniendo cuidado de no dejar al descubierto mas haya de mi “Pecho” para evitar bochornosos momentos. Me estire varias veces e incluso di varios saltitos para ver la elasticidad de este. A pesar del horrible momento que había pasado al estar tratando de cerrarlo, me quedaba bien, era cómodo y a decir verdad, me sentía con una gran libertad al usar una falda–Si, me queda muy bien.
– ¡Uff! me alegra tanto escuchar eso, solo de pensar en tener que regresar a comprar otro en talla mas grande me pone de mal humor.
–Si eso te pone de mal humor, ya me imagino si tú tuvieras que usar el vestido.
– ¡BAH!–Me dio la espalda tan pancho y se desparramo sobre la cama. Yo me quede de pie acomodándome mas el vestido para poder amarrar bien la cinta que quedaba mas o menos un poco debajo del pecho. Lucia lindo. Una vez terminado volví a entornarle los ojos a mi hermano quien me observaba en silencio, tratando de reprimir una sonrisita extraída de un mismísimo bufón, o eso me pareció.
– ¿Te…te estas riendo de mi?– ¡Ptfff! Fue lo primero que balbuceo antes de soltar la carcajada. Me colmaba mucho cuando me hacia sentir ridículo. ¡Todo esto lo hago por el! ¿Y ahora me toma como su payaso? Estará pero bien imbécil…– ¿Sabes que Tom? vete a la mier…
–Wou wou wou, párale a tus insultitos–alzo las manos imitando un débil escudo– ¿Como quieres que no me ría?, mírate, luces tan chistoso, no te enojes, Bill, pero sabes que es verdad. Date vuelta–Me cruce de brazos resignado y le obedecí. El espejo de cuerpo completo fue con lo que me encare…O más bien conmigo mismo. Tuve que usar toda la fuerza de voluntad que me quedaba para no soltarme a reír al momento en que me contemple por completo. Como yo mismo había dicho, era todo un payasito– ¿Ya ves? Y con ese peinado le da un toque único, ¿Verdad escobita?–Sin poderlo evitar me solté a reír ¿Para que malos entendidos? Tenía razón, me veía muy cómico así, sin zapatos ni nada, únicamente usando el vestido.
–Pero a que me veo muy guapo ¿Verdad?–Puse ambas manos como jarra sobre mi cintura, contemplando mi reflejo y di un par de vueltas cual típico modelo. También hice varias caras chulas como si me estuviesen tomando fotos, lo cual le causaba mas y mas risas a Tom.
–Querrás decir guapa, nena–Me sonrió. Obviamente hablaba en broma, por lo que no me causo ningún coraje. Le sonreí también. Y así nos quedamos por un lapso desconocido, sonriéndonos y mirándonos hasta que Tom, rompió “La conexión”–Bien…–Se levanto de la cama y se acomodo la camiseta que le había quedado arrugada mientras yo desvanecía la sonrisa de la cara–Sigamos, te falta todavía la peluca y lo demás así que, andando–Camino y se dirigió hacia mi baño muy campante y al ver que no moví ni un musculo para seguirlo, se detuvo– ¿Sucede algo?
–No necesito de tu ayuda Tom, de aquí en adelante lo hare solo.
– ¿Solo? Pero faltan varias cosas. Tal vez todo eso de arreglarse no sea muy tema mío pero puedo ayudar ¿No?
–En esto no, puedo hacerlo por mi mismo. No te preocupes.
– ¿Qué? Ni loco, si te dejo solo capaz y de vistas de niña gótica…Te conozco.
–No lo hare, créeme. Además es cuestión de solo maquillarme. Lo he hecho yo solo miles de veces, no es necesario tu ayuda en cuanto a ese tema ¿Sabes?
–De todas formas puedo colaborar en algo, yo seré tu supervisor. Ah, y falta la peluca, te la tengo que acomodar bien bien para que se vea real y…
–No exageres Tom, ¿De cuando acá sabes algo sobre maquillaje? Y lo de la peluca, ni que fuera cosa del otro mundo. En todo caso saldré y te pediré tu opinión, pero al baño no entras, es más, pensándolo bien ni siquiera puedes estar en la habitación hasta que termine. Lo siento, Tom, esperaras afuera.
–¿¡Que!? ¿Afuera? Conociéndote tardaras cientos de años en salir–Apunto con el dedo su muñeca como si en este hubiese un reloj– La cita es a las nueve y ya son las cinco, apenas y nos queda tiempo. Aunque sea me necesitas para estarte apurando.
–Lo último que necesito es más presión, ya deja de estar buscando pretextos absurdos y déjame hacerlo yo, no puedo si tengo espectadores–Le di varios empujoncitos tratando de sacarlo de la habitación pero era inútil, seguía igual de terco y al parecer no pensaba retractarse en su respuesta. Como odiaba cuando se ponía de berrinchudo–Tom, obedece ¿No que tenemos el tiempo justo para la cita? Y tú estas aquí distrayéndome. Anda sal de aquí ahora o no llegaremos a tiempo.
– ¿Pero por que no quieres que este aquí? Me sorprende que quieras aceptar hacer esto tú solo…
– No es raro. Faltan cosas simples y fáciles de hacer sin tu ayuda ¿Qué no entiendes que…
–Falta la peluca. Lo que por cierto tienes que lavarte bien ese cabello.
–Si bueno…
–Y quitarte esos kilos de laca que te has puesto para que puedas usar la mata.
–Si, lo se per…
–Maquillarte, eso en si claro que puedes hacerlo solo, pero tengo que supervisarte para concordar con mi gusto.
– ¿Qué?
–Mmmh, ¿Vas a usar botas no? El vestido te queda hasta por ahí de las rodillas al igual que las botas, creo que no es necesario depilarte o algo así. Va a estar oscuro nadie podrá fijarse. Además eres mas lampiño que yo, así que eso anulado– ¿Pero que? ¿Pensaba depilarme? ¡Oh, señor eso nunca!
–Tom, creo que ya estas exag…
– ¿Qué mas falta? Nada. Si lo hacemos los dos juntos terminaremos más rápido, Bill. No entiendo porque no quie…
– ¡Faltan ponerme los putos calzones, Tom! –Estalle, y me arrepentí de haber divulgado ese pequeño detalle… ¡Que vergüenza!
–Ah…Eso, pues…–Tom pareció resentirse también, pero aun no podía confiar en el.
–No te atrevas a decir que puedes ayudarme en esto porque juro que te…
–Ya va, ya va, no grites ¿Si?
–Ni de coña me desvestiré frente a ti–Finalice. Tom, lo pensó un poco y luego asintió con la cabeza resignado ¿Qué más le quedaba?
–De acuerdo, pero con que te tardes, te juro que si es necesario tiro la puerta de una patada y te saco de ahí dentro, estas advertido…–Me quede parado cruzado de brazos observando como poco a poco retrocedía aun sin darme la espalda. Iba caminando de reversa achinándome los ojos y emitiendo con los dedos la típica seña de “Tengo los ojos fijos en ti” Blah, blah, blah. Un par de pasos más salió de la habitación y cerro la puerta. Me acerque a esta para ponerle seguro pero casi me caigo de un sentón al haberse abierto de nuevo enérgicamente que por poco me pega en la cara–Ya dije, nada de retrasos…
– ¡Tom! ¡Ya, fuera!–Lo empuje y cerré de un portazo–Pero que infantil–Me asegure de poner seguro a la puerta para evitar a cualquier intruso–Bueno, manos a la obra–Ahora me tocaba hacerlo solo, sin ayuda de Tom, Simplemente dependía de mi ingenio y creatividad. Todo un reto, lo se, pero no imposible…
Tom
– ¡Agh! El cuello me duele… –Hablando enserio y sin exagerar, ya llevaba esperando como una hora y media…”No me tardo nada” “Salgo en un momento”…Parecía que se las había llevado el viento. Esa cantaleta me la tenía escuchando desde el estúpido momento en el que le hice caso y salí de la habitación. Ya hasta con el tiempo de sobra que tuve, aproveche para meterme a la ducha y alistarme, cosa que no me tomo ni media hora. A diferencia de mi pequeño hermano, me había vestido rápido y un poco sencillo. Playera, pantalón ancho, ambas de color negro y una chamarra del mismo color…Así de fácil y sin ninguna demora. Bueno, el color lo había elegido no por gusto propio si no para disimular la vestimenta que Bill usaría, si los dos íbamos de negro, Bill no resaltaría y ni seria el blanco de los comentarios de mis amigos. ¿De cuando acá Tom Kaulitz anda con niñas vestidas de funeral? Tenia que disimularlo.
Lo peor de todo este “Pequeño tiempo” Es que Bill aun no salía ¿Qué le podría estar tomando tanto tiempo? Creo que hasta demorarse de más lo protagonizaba muy bien de una chica ¡Que va!
En primer lugar, me encontraba sentado en las escaleras, un lugar muy incomodo por cierto, pero yo tenia la idea en la cabeza de que saldría en los cinco minutos que me iba prometiendo cada vez que le preguntaba si ya estaba listo. Lo único que hacia para entretenerme era maniobrar con una moneda la cual no dejaba de girar y girar. Hasta ese punto había llegado mi ingenio.
– ¿Coño por que no se apura…?–Me dolía el cuello, la espalda por estar todo encorvado y el trasero de lo plano y duro de las escaleras ¿Pero que más podía hacer? Quizás era el momento de ir y tirarle la puerta en las narices para ver si así sale de una vez– ¡Uff!… ¿Pero que tanto hace? Es lo que me pregunto–La moneda dejo de girar y mi mente la reemplazo. Miles de cosas imaginaba que podría estar haciendo. Seguro algo no le había quedado bien, me refiero a que quizás no se puede acomodar la peluca y ahora esta haciendo todo un show para lograr que le quede en su sitio o…Tal vez el problema era con el otro “Detallito” En verdad creo que fui tan cabrón como para casi obligarlo a ponerse semejante estreches y digo…Por algunas que otras veces que he desviado la mirada hacia ahí “Sin querer” Me he dado cuenta que mi hermanito esta bien dotado ¿Y como no si es mi gemelo? Me imagino que será difícil tener que andar con ropa tremendamente entallada que te aprieta los huevos, ¿Pero que más da? En realidad no importaba si se veía o no el bóxer debajo del vestido…Simple gusto mío.
Debo admitir que imaginármelo lucir el vestido de todas las formas que sea, me emocionaba. ¿Funcionara? ¿Cómo lucirá al final? ¿Se vera como tanto lo había imaginado? Lindo, sexy, tierno, ridículo también pero esperaba que sea esta la ultima opción al final aunque de eso no me preocupaba mucho, ya que Bill en todas sus facetas…Es perfecto. Aun usando una baratija sabe hacerlo lucir muy bien en él. Y se lo debo al merito de que es gracias a la belleza natural que a mi me falta y que a é le sobra…Toda una creación divi…– ¡No! Nononono… ¡Basta Tom, basta!–Sacudí frenéticamente la cabeza, empeñado a desaparecer de inmediato aquellos pensamientos impuros, pero como siempre…Era inútil. Si preguntaran no tendría alguna respuesta coherente. No se cuando y el porque de esta sensación, emoción, obsesión que he llegado a tener por Bill…Pero a veces llegaba a sentirme perverso. Que estuviera fantaseando con mi propio hermano ¿En que me convertía? ¿Un maldito pervertido? ¿Un enfermo mental? Creo que hasta eso se queda corto. Pero lo cierto es que había cometido el peor pecado de todos…Haberme enamorado de mi propio gemelo. Por más que tratara de sacarme de la cabeza esa idea, esos pensamientos, deseos, no podía. Todo era inverso y al hacer el mayor esfuerzo en sacarlo de esa manera de mi mente…Mas lo retenía. De nueva cuenta Bill invadía mis pensamientos por completo y no había nada ni nadie que me pudiera sacar de tan asqueroso trance…para algunos, en el que me había encerrado, pero maravillosa pesadilla para mi, por que si…Aun seguía en una, completamente irrealista y hermosa pero no quitaba el hecho de que seguía siendo pesadilla…La mejor de todas. No se como se le llamara a este tipo de trastorno pero tampoco me importaba saberlo. De todas formas no le estoy haciendo daño a nadie ¿Cierto?…No si Bill, jamás se enteraba. Lo único que me quedaba, era vivir con este enfermizo dolor permanente, pues lo único que tendré de Bill es una relación completamente de hermandad, porque yo no pensaba hacerle daño… ¡Jamás!
Aunque creo que ya empecé mal. Sobre la apuesta…Debo admitir que todo esto fue obra mía. A cualquier chica que le hubiera redactado mi plan, aceptaría sin objeción ni nada aun sin necesidad de convertirse en mi novia. Conozco a Bill, perfectamente. Desde un principio supe que se creería el cuento de “No puedo durar con una sola mujer” Al parecer también me conoce…Pero creo que no lo suficiente. Y es así que por “Casualidad” La única manera que yo mismo me había permitido encontrar era escoger a mi gemelo como mi novia. Acostarme con chicas para intentar sacarlo de mi pútrida mente ya me había colmado porque ¡No funcionaba! El único remedio que se me ocurrió fue algo tan simple pero contradictorio…Realizar la dura fantasía de tener a Bill como a mi novio, aunque sea por un simple día. Se que era egoísta pensar solo en mi pero ¿Y, Bill? ¿Qué acaso no me importaba? ¡Claro que si! Por lo mismo si él se hubiera quedado con la respuesta negativa…Yo no insistiría de nuevo en el tema, ni mucho menos lo obligaría…No tenia el derecho. Se que es patético tener que llegar a estos extremos para tenerlo cerca por un día, pero en mi lugar otra persona haría lo mismo. Quizás seré un monstruo, pero aun así no perdía nada con intentarlo. Pero ya…Como si Bill fuera el único al que le han pasado cosas desagradables, eso tendría que decirlo yo. Y por muy enamorado que este de él, eso no quita que aun sigamos siendo hermanos que viéndolo desde ese punto, me debe bastantes. Por lo que pensando de esa manera no me siento tan culpable, ¡Bill, es todo un canijo!
– ¡Ya estuvo bueno!–Me levante de un volón de las escaleras, harto de tener que esperar y me fui directo hasta la puerta de Bill–Toc…Toc…Toc… ¡Bill! ¿Ya estas? ¡Ya te tardaste muchísimo! ¡Te advertí que entraría a buscarte si no te apurabas así que quítate de la puerta que la voy a tirar!–Empecé a aporrear la puerta con golpes algo fuertes, pero no con otra intención, simplemente para asustarlo, cosa que funciono.
–“Nooo haagaas eesoooo, yaaa eeen uun miiinuuutooo saaalgoooo”
–Eso mismo dijiste hace una hora, a lo que ahora tengo que medir el minuto en 3,600 segundos ¿Sabes cuanto es eso? Es una eternidad, no estoy dispuesto a esperar tanto…Ahí voy–Y de nuevo los golpes…
–Noo Tooom eeespeeeraaa, teee prooomeeetooo queee saaalgooo eeen uuun miiinuuutooo–Respire exhausto. No pensaba tirar la puerta, así que la única opción que me quedaba era entrar por la ventana, pero hacer eso seria demasiado complicado. Así que mejor me tuve que conformar con esperar. Pero con que se tarde…
– ¡No, no, no dejes de girar! Joder…–Quince minutos y de nuevo me encontraba desparramado en las escaleras, jugando con la misma moneda de hace un rato. Empezaba a sospechar que quizás el motivo de su tardanza era que a lo mejor se sentía acojonado. Me refiero a que no puedo imaginar lo sencillo que seria abrir esa puerta y salir vestido de esa manera. Conociendo lo penoso que es tenía que considerar esa opción–Pues que se relaje entonces–Me levante con esfuerzo, me entraron ganas de mear y decidí mejor ir al baño. También necesitaba mojarme un poco la cara para poder despejarme y no caer en sueño…Eso me disponía a hacer, pero al momento de dar el primer paso, pise la condenada agujeta que se me había desamarrado y…– ¡AAAAAH! –Inevitablemente caí de bruces al suelo. Con lo que me dolió el golpe–…Demonios.
– ¡Tom! ¿Estas bien?
–Si, como no…Me duelen las rodillas– Y es que fue con lo primero que caí. Seguro me saldrán moratones a causa del duro golpe. Pero como no me fije antes que la aguj… ¡Un momento!…Su voz. Como una lagartija retorciéndose, gire el cuerpo de inmediato quedando boca arriba–Oh, oh dios…
– ¿¡Qué pasa!?–Y por fin…Ahí estaba el, parado aun lado de la puerta, usando como él lo había dicho sus botas que le llegaban casi rozando las rodillas, luciendo su cuerpo con ese delicado vestido negro en el que ambos habíamos concordado. El pecho, el cual lo cubría el vestido, estaba perfectamente acomodado y muy natural…Tendrían que acostarse con el para saber que era tontamente falso. Por debajo de este y arriba de la cintura, tenía una delgada cinta de color grisácea, el cual le había dado un toque muy mono al convertirlo en moño, sosteniendo el vestido. El cabello largo lo tenia puesto por delante de los hombros colgando como cortinas negras. Pero me perdí de verdad cuando me concentre en lo más primordial. Su rostro…Era demasiado hermoso aun estando contraído al haberse preocupado por mi caída. En definitiva debí de haber tomado antes alguna precaución…El corazón se me estaba saliendo del pecho. Me quede bastante asombrado al ver tan majestuoso trabajo. Era todo una muñequita de porcelana. Su rostro lucia mas fino de lo que ya era y su carita asombrada al verme aun en el piso era todo un arco iris. Se había pintado los ojos de negro como de costumbre, pero de una manera más femenina, esta vez no uso tanto maquillaje e incluso había utilizado sombras mas claras, casi grises. Les había dado un toque expresivo al haberse puesto pestañas largas y enchinadas…Totalmente perfecto. Sus mejillas ahora polveadas con un leve color rosado como toda típica señorita encajaron a la perfección en el, lucia hasta mas joven y mas expresivo. Y que decir de sus labios…Brillaban de un color cereza verdaderamente antojable. La peluca ayudaba bastante, lo hacia lucir mas femenino al haberse sacado el fleco, creo que le había cortado un poco a la peluca lo cual lo hizo ver aun mas adorable. En pocas palabras, el Bill que había imaginado se quedaba corto con el de la realidad. Un ángel…Y por esta noche era todo mío– ¿Tom…?
–Te ves…Precioso–Rápidamente me levante del suelo y aun mas lo contemple. Bill, que al principio no había caído en la cuenta que ya me había deleitado con su encantadora presencia y que no me había pasado nada, se mordió los labios un tanto tímido y se tapo la cara con las dos manos pero solo por un segundo ya que al final se indigno a sonreírme al no poder retenerla más.
–Querrás decir preciosa.
– ¿Qué? ¡Ah!...Si, eso mismo–El era el equivocado, no yo. Amplio mas la sonrisa mientras se balanceaba de un lado a otro sobre si mismo, un gesto claro de timidez. Toda una monada.
–Pero ¿Sabes? Aun me siento un poco extraño vestido así, digo, no es de extrañarse pero la sola idea de salir a la calle de esta forma me da un poco de miedo. Y es que, ¿Que tal que alguien me vea? ¿Y si me reconoce? No quiero ni imaginar que explicación le daría, seria todo un alboroto y más si…–Sus palabras se fueron convirtiendo en susurros al atravesar mis oídos. La verdad no le podía prestar atención, estaba tan ensimismado con el que no prestaba el más mínimo interés en lo que me estaba relatando. Lo miraba solo moviendo la boca, hablando y hablando diciendo no se que tantas cosas, haciéndose caireles con los dedos en las puntas de la peluca, sonriendo y mirándome. No tenía palabras para describirlo…Bill, era mas de lo que yo había imaginado–…Y con el viento se me alce el vestido, eso seria otro grande problema ¿No?…Tom.
– ¿Eh? –Desperté–Ah si, si, como digas– ¿Qué había dicho? Oh, claro…–No te preocupes, no te verán y si así lo hicieran estoy seguro que nadie te reconocerá. Ahora ven para que te amarre bien la cinta ¿Quieres?–Bill suspiro, y mas bien lo vi como a una chica un poco acomplejada…Me derretía–En verdad que quedaste hermoso, hermosa…
–Si, gracias–Asintió y me hipnotizo con esa encantadora sonrisa la cual le devolví…Esto ya no era pesadilla, ahora era un verdadero sueño…Sueño que no duro nada para volverse a convertir en pesadilla. Mi sonrisa fue desapareciendo con apenas verlo dar dos simples pasos…Todo el encanto se esfumo de él de volada. En primer lugar, camino todo abierto, casi jorobado, jalándose una y otra vez el vestido y acomodándose el relleno, claro…Metiéndose mano.
– ¡Ush! Me molesta tener que usar esto. No se quiere quedar en su sitio…–Y cuando pensé que lo peor había quedado atrás…Casi me abalanzo contra el para reprenderlo cuando lo vi llevarse una mano “Ahí” Restregándosela con ganas supongo yo, para acomodarse el paquete, jalándose por encima del vestido haciendo caras de disgusto. Que le apretaba el calzón le apretaba y lo entendía, pues que es más cómodo que un bóxer del cual hay tanta libertad y por mucho que se nos mueva o algo, lo preferimos por mucho antes que una trusa. Y ahora tener que usar ropa interior de mujer era bastante malo. Se le transparentaban un poco las piernas a causa de lo transparente del vestido y ni que decir de lo demás, por suerte solo se le notaba la silueta de la panty y no mas haya de esta. Pero pese a eso, era imperdonable que se comportara de esta manera, ¡Se supone que esta protagonizando el papel de una chica, y para nada se comportaba como una!
– ¡Bill! Pero…
–Esto me empieza a picar–Se llevo las manos a la cabeza, acomodándose la peluca, moviéndola de un lado a otro varias veces hasta que por fin encontró una adecuada postura–…Listo.
– ¡Nunca! Escúchame bien, Nunca te vayas a comportar de esta manera vestido así–Abrió los ojos demasiado con una clara señal de no entender nada de lo que le estaba hablando–Se supone que eres una “Dama” No una vulgar. Tienes que tener mas cuidado con tus movimientos, vamos, Bill… ¿Acaso no puedes actuar como una chica?
– ¿Como quieres que actué como una si no lo soy? Esto ya es demasiado para mi y encima de eso me pides a gritos y regaños que me comporte como una dama. ¡Por favor!
–Siempre te sales por la tangente ¿Verdad? Yo no te estoy reprochando nada, solo que no había tomado en cuenta algo.
– ¿Que cosa?
–Hermanito…–Lo tome de los hombros y lo mire cautelosamente–Necesitas clases de modales femeninos–Una cara atolondrada es lo que ahora tenia en frente, pero enseguida desapareció cuando entendió de que hablaba. En cierta forma yo no me consideraba un experto en cuanto a este tema del comportamiento de las chicas, pero de una u otra forma me había fijado bastante en los detalles de las chicas con las que he salido y de algo estoy seguro, para nada se comportarían como Bill lo hizo hace un momento.
Aun nos quedaba una hora para estar listos, lo suficiente como para que le enseñara algo, aunque sea lo básico seria suficiente.
Conforme pasaba la hora de volada, vimos los temas principales, desde caminar recto e ir fingiendo que caminaba sobre una línea recta para contonearse un poco, cosa que al principio resulto un poco complicado pero al final logro hacerlo algo bien ¡Coño, hasta podría hacerse pasar de modelo! También repasamos como podría mantenerse siempre recto y sin nada de encorvarse, cosa sencilla de hacer. Y lo peor y más importante, tratar de evitar estarse acomodando la entrepierna, por muy incomodo que se encontrara tendría que aguantarse. Lo bueno que pareció comprender. Por ultimo, aclaramos también como debe sentarse, con las piernas cerradas y si es necesario cruzadas.
–Pero va a ser muy incomodo estar con las piernas cruzadas, sabes a que me refiero.
–Bueno, entonces no lo hagas, solo procura no abrir las piernas más de la cuenta ¿Ok?
–Captado.
–Vale, creo que es todo–Mire el reloj de pared. Con el tiempo justo–Ya estas listo Bill, así que llego la hora de irnos…
– ¡Que fastidio será todo esto!–Grito y yo me quede de a cuadros ¡Maldita sea! ¿Como no lo note antes? ¿Como se me pudo pasar algo tan notorio?
–Bill, tu voz… ¡TU VOZ! –Tanto como yo, él se quedo petrificado.
–Oh por dios, ¿Ahora que haremos?
– ¿Qué mas hacer? Tendrás que fingir la voz, se que puedes hacerlo no es tan difícil. Solo agudízala un poco, haber inténtalo.
– ¿Qué digo?
–Lo que sea…invéntate algo.
–Ok, ok–Carraspeo un par de veces e incluso tosió también preparándose para su actuación–Am…Hola, Tom–Un desastre. Se le escuchaba tan fingida que cualquiera se daría cuenta de eso.
– ¿Qué fue eso, Bill? Vamos, se que puedes hacerlo mejor, y procura esta vez no imitar la voz de burbuja.
–No puedo hacerlo, yo no soy un actor…–Nos quedamos callados, mirándonos, pensando en cualquier solución que se nos viniera a la mente, pero al único que al parecer se le ocurrió algo fue a mi…La cosa mas obvia ¿Pero al cabo era una idea no?
–Lo siento Bill, pero ahora las cosas cambiaron.
–Escucho.
–Tendrás que protagonizar el papel de una chica tímida, ¿Si sabes a lo que me refiero? Entenderás que te mantendrás con la boca cerrada todo lo que te sea posible. Si es necesario yo contestare por ti. Es lo único que se me ocurre.
–Ah, por mi encantado, ni siquiera pensaba entablar una conversación con… ¡Oye!…Aun no me has dicho con quien saldremos ¿No los conozco verdad?
– ¿Como los vas a conocer? Claro que no, ni siquiera les he hablado de ti.
–Oh, gracias–Un tono totalmente sarcástico pero yo no mentía. Siempre procuraba no mencionar a Bill con nadie con los que salía, el propósito de estas huidas era para despejarme de él…No podía mencionarlo– ¿Y entonces?
–Saldremos con Kellen, Volker y Zelig.
– ¿¡Qué!? No juegues… ¿Esos pervertidos amigos tuyos que se pasan morboseando a las mujeres? ¿Son los mismos de los que me has hablado? Si lo hubiera sabido antes juro que no te hubiera ayudado en esto.
– ¿Porque crees que no te dije? Ya, Bill, estaré contigo todo el tiempo, no te pasara nada.
–Vaya, como si eso fuera hacerme sentir mejor–El claro desagrado de Bill se podía notar desde a kilómetros de distancia. Por eso me limite a finalizar esta pequeña conversación con miedo a que él se echara para atrás…No quería eso.
–Si, como sea. Ahora vámonos que llegaremos tarde– Le tendí la mano para que se acercara y no puedo negar que me asombro verlo…Lo hizo, algo indeciso pero en si acepto– ¿Listo para ser mi novia?
– No del todo ¿Pero tengo opción? Por mi preferiría quedarme en casa todo el día a tener que pasar por esta vergüenza.
–Tomare eso como un si.
–Solo espero que esto nos salga bien.
–Ya veras que si, tú no te preocupes–Y enseguida la puerta de la casa fue cerrada y ambos nos encaminamos a nuestro destino.
Bill
Tanta prisa en llegar aquí para que…Los tipos esos, como era de esperarse, aun no llegaban, eso dejaba muy marcado lo impuntuales que eran. Estaba comenzando a hartarme.
–“Apresúrate que llegaremos tarde, ya nos deben de estar esperando” Si como no, ¿Ya viste la hora? Son las nueve y media y nada que aparecen.
–No seas impaciente, Bill. Sabes como somos nosotros los hombres, o bueno, ahora no lo sabes, nena.
– ¿Podrías dejar de hacer eso? No molestes…
–Solo bromeo y lo sabes. Ya, veras que no tardan. Seguro ya vienen en camino.
–Eso mismo dijiste cuando llegamos. Ya me estoy cansando… –Me calme el vestido a causa de una leve ventisca y me cruce de brazos algo cabreado. Prefería mil veces ser yo quien llegara tarde a convertirme en un sauce de tantas raíces que sacaba por tanta espera. Lo detestaba.
Nos encontrábamos en un parque un tanto concurrido. Si, Tom me había traído al que seria el punto de reunión para encontrarse con aquellas personas para que de aquí nos fuéramos a no se donde, en realidad no preste mucha atención. Pero accedí pensando que quizás por la hora no habría muchas personas, la idea principal de un parque es visitarlo de día pero al parecer me equivoque. Estaba tan lleno de personas cual típica plaza. Lo bueno es que logre convencer a Tom de sentarnos en una de las bancas con menos luz, así por lo menos las miradas serian pocas.
–Oye…
–Hum.
–Y… ¿Exactamente como describiste a tu novia?–Bueno, eso era una duda que tenia en la mente desde hace poco al ver el resultado de mi transformación ¿Les habría dicho antes como era su “Chica”? O improviso…
– ¿Para que quieres saber?
–Simple curiosidad.
–Mmmh…–Frunció el ceño hacia la nada, con un claro gesto de duda pero al final hablo–Si lo hice…Alta, delgada, pelinegra, ojos castaños…En realidad no importa, eso es lo de menos– ¿O fue mi imaginación o…?– ¡Por fin! Mira, ahí vienen.
– ¿C-como?–Gire el rostro hacia la dirección que me apuntaba Tom y en un segundo el pulso se me acelero. Efectivamente, tenía razón. Aun estando un poco lejos no era impedimento como para no poder visualizar tres deambulantes siluetas respectivamente de los mujeriegos de los que tanto había escuchado…Sus tres locos amigos convertidos en mi mas grande pesadilla. Enseguida comencé a sentirme bastante nervioso e inevitablemente comencé a temblar y las manos empezaron a sudarme.
–Ya, tranquilo…–Me apretó el muslo suavemente, quizás tratando de calmarme o terminar con el pequeño brinco de mi pierna. Asentí con un tremendo nudo en la garganta. Poco a poco se iban acercando mas que hasta ya incluso podía escuchar sus voces. Inhale y exhale aire una y otra vez, tratando de relajarme. Me enderece y alce la cabeza para no estar encorvado, tampoco iba a arruinar todo de un sentón, tenia que hacerlo bien. Pero aun rondaba por mi cabeza… ¿Cómo pude convencerme de hacer esto? Ahora mi negatividad se había apoderado de mí por completo haciendo desaparecer cualquier pensamiento positivo. Antes me había convencido de que esto si iba a funcionar, pero ya estando en la situación, las cosas parecían cambiar drásticamente– ¿Listo Bill?
–Me siento muy nervioso…
–No lo estés, ya te dije, estos tipos son tan estúpidos que ni siquiera se darán cuenta. Aparte, te ves verdaderamente como toda una mujer–Le di un leve codazo a Tom. Pero debo admitir que su comentario me había dejado un poco mas tranquilo. Cuando menos me di cuenta, Tom se levanto de la banca en donde estábamos y yo le imite el gesto. Volteé directamente hacia donde estaban ellos y cuando menos me di cuenta, ya los tenía en frente– ¡Vaya! Hasta que por fin llegan ¿No quedamos a las nueve? –Se saludaron con el puño y con un golpe de hombros, lo mismo hizo con los otros dos.
–Que va. Keller y yo estábamos listos desde hace rato, pero el idiota de Volker nos pidió que pasáramos por él y eso nos retraso. ¿Qué cree que somos sus choferes? Le insistí que tomara el transporte pero el cabrón no quiso.
– ¡El puto coche se me descompuso! Supuse que seria menos tardado si pasaban por mí. A que no se les ocurrió eso, eh.
– Y ya con esa idea se siente muy muy el tarado este…–Tom reviro los ojos algo fastidiado, pasando completamente de ellos. Yo mientras tanto, me mantenía lo más callado que podía, observándolos, oculto detrás de Tom. No me atrevía a salir de mi barrera. ¡Que pavor! Aquí por lo menos me sentía protegido…Con lo poco que duro. Tras cometer el inútil error de asomar un poco la cabeza por curiosidad…Tres pares de ojos absortos se desviaron hacia los míos. Me escondí rápidamente como un tímido suricato detrás de mi hermano mayor ¡Patético!
– ¡Oh, pero miren nada mas! ¿A quien tenemos aquí? –El chico alto de cabello oscuro que usaba una gorra negra al igual que su polera, se asomo por arriba del hombro de Tom, Y como si eso no fuera suficiente, lo empujo hacia un lado…Quedando yo completamente al descubierto. Rápido adopte la postura que con tanto empeño había aprendido justo antes de salir de casa…La espalda recta, las piernas juntas y las manos entrelazadas por delante, de ahora en adelante tenia que comportarme como tal…Rogaba porque no descubrieran nuestro pequeño secreto–Tom, ¿Que no piensas presentar a tu amiga?–Esto ultimo lo dijo con un tanto de sarcasmo, lo cual no se porque me hizo enfurecer pero aun con mis enojos involuntarios, no podía imaginar lo que ahora estaba por llegar…Tener que mantener un directo contacto visual, para lo bueno que soy con eso. Sabia que esto iba a llegar tarde o temprano, así que no me quedaba de otra. Por un lado me sentía un poco tranquilo, solo un poco ya que dejar que Tom contestara por mi no se creería mucho ¿O si?– ¿Y bien…?–Tom, un tanto serio, se acerco de nuevo junto a mi, por lo menos me sentí mas relajado con su presencia.
–Amigas tengo muchas…Ella es mi novia–Quise que me tragara la tierra. ¿Cómo se atrevía a divulgar eso? En primer lugar dudo mucho que Tom soltara algo así como así, para nada creíble. A lo cual no me quedo otra opción más que sonreír para enfatizar su respuesta y darle realidad a la situación…No tardo más de un segundo para sentirme observado.
–Tu novia ¿Eh?…Vaya–Al parecer el chico que comenzaba a preocuparme era creo que Zelig, el de la gorra…Aun no se tragaba el cuento o ¿Algo mas había notado?
–Aja…–Me sentí apretujado cuando Tom me rodeo la cintura con un brazo y me acerco a el, creo que haberme colorado las mejillas fue una perdida de tiempo ya que de haber sabido que podría lograr este efecto con apenas simple gesto las hubiera dejado normal. Zelig frunció el ceño, tratando de captar la mentira, pero lo mejor que se me ocurrió fue desviar la mirada hacia a uno de los otros dos…Keller. Aquel chico rubio, un tanto de mi estatura vestido de camiseta roja y jeans simples, preferí no haberlo hecho. Al parecer Zelig no era el único que no se creía esto ya que pude notar que me miraba de una forma un tanto extraña. ¡NO! ¿Se habrá dado cuenta de la mentira? ¿Noto que no soy chica? Por instinto baje la mirada y sujete el brazo de Tom, aferrándome con fuerza con las dos manos, quizás sin saberlo estaba tratando de hacerle saber que esto no iba del todo bien porque con palabras no podía, no ahora ¿Y que haremos entonces? Por pura curiosidad, volví a levantar el rostro un poco para observarle de nuevo y poder descifrar algo mas pero no me demoro mucho hacerlo…Me quede absorto. ¿¡Como!? ¿Acaso había visto bien? Porque mi imaginación no hizo esto ¿Para que lo haría? ¡No! Este tipo me acaba de mandar un beso y no juego ¿Y que decir de ese giño? En definitiva esto era real. ¿Pero por que lo hizo? No creo que sea correcto estarle coqueteando a la novia de su amigo porque eso era lo que hacia. Me sonreía de una manera extraña y no se que tanto me quería decir ya que con señas no le entendía nada…Gracias a eso me había hecho sentir muy incomodo y ahora se me iba a ser mucho mas difícil poder verle a la cara. Mire a ver a Tom para saber si haría algo pero estaba más perdido en otro tema con el chico de gorra que ni siquiera presto atención a mi pequeño y mudo “Auxilio”. Creo que después de todo si eran tan estúpidos como me había hecho saber–Bien, les presento a Bi…–Ante el silencio de Tom, me vi obligado a mirarle un poco preocupado ¿Por qué se había callado? Sus ojos parecían un par de perlas brillando a causa de lo dilatadas que estaban. Me miraba con temor. Indirectamente pude notar que me trataba de decir algo por los débiles gestos que hacia. Negué un poco con la cabeza, tratando de pasar lo mas desapercibido posible, haciéndole saber que no entendía nada de lo que me trataba de decir–Este…Ella se llama…–Me apretó mas la cintura con algo de fuerza, a lo que yo di un pequeño brinquito por su inesperada acción. Lo mire de nuevo mucho mas confundido y fue ahí cuando lo entendí todo. ¡Puta madre el nombre! ¡EL MALDITO NOMBRE! ¿Cómo se nos pudo pasar lo más importante? ¿Y ahora que íbamos a hacer? Darles mi nombre era una opción imposible. Me quede paralizado tratando de controlar mi respiración. No se me ocurría nada, mi mente se había secado como el agua en un desierto. Como respuesta le devolví el apretón en el brazo que sujetaba disimuladamente mirándolo a los ojos. En este momento yo no era de mucha ayuda y Tom lo sabia, así que de esta tenia que salir él sin mi ayuda…Confiaba en el–…Este…Bueno…Ella es…Uhm…–Le di un desapercibido codazo para que hablara y les sonreí a ellos para disimular–… ¡DEVI! si, les presento a Devi– ¿Devi? ¿Y quiere decir…?
–Oleee, guapa…–El primero en abrirse paso entre los dos para pararse frente a mi y presentarse fue el que menos quería que se me acercara…–Un gusto en conocerte, Devi–Sin mi consentimiento me tomo del brazo y me aparto de Tom con algo de esfuerzo ya que no me solté con facilidad hasta que Tom tubo que mover el brazo para poder hacerlo…Yo exageraba. Al estar desprotegido me tomo de la mano y no me quedo otra opción más que estrechársela también. Pero lo que si no me esperaba fue cuando el muy confianzudo se atrevió a darme un beso en la mejilla. Era de esperarse pero jamás lo vi venir–Yo soy Keller, pero para ti nena, puedes llamarme Kell–Asentí y teniendo cuidado de no ser tan brusco, retire mi mano de la suya y le correspondí con una simple sonrisa, no podía hablar, que mas me quedaba…Pero cuando estuve apunto de retroceder de nuevo hacia mi gemelo, choque con este mismo. Me sentí un poco aliviado pero cuando coloco su mano extendida sobre mi espalda y me empujo otra vez hacia adelante…Quise asesinarlo. Era como si el mismo arrojara un pedazo de carne a un montón de lobos salvajes. Claro que mi actitud no era la adecuada y Tom se había dado cuenta. Lo mire un poco enfurruñado a lo que el hizo lo mismo y claro…El ganaba.
–Preciosa, yo soy Volker…–El chico con el que no había tenido nada de contacto hasta ahora se aproximo. Vestía con una chamarra azul oscuro y unos vaqueros negros, era extraño verlo con gafas de sol negras puestas como diadema por encima de la cabeza–Si quieres un poco de diversión, de los cuatro yo soy la mejor opción–Tom, hizo un chasquido con la boca con total disgusto, como si su broma no le hubiese agradado, pero al instante todos comenzaron a reír y yo a colorarme. Como si ya fuera costumbre hacerme esto, me jalo lo suficiente como para poder estar mas cerca de el, dejando a Tom un poco detrás de mi. Me sentí aislado y la peor parte es que este resulto ser mucho mas descarado que el anterior… ¡Se atrevió no solo a darme un beso en la mejilla, si no dos, uno de cada lado!…Instintivamente sentí nauseas. Me aparte de él un poco aterrado y como si no hubiera sido suficiente la anterior amenaza de Tom, retrocedí lo suficiente hasta quedar de nuevo a su lado.
–Ya hombre, compórtense. ¿Qué no ven que es la chica de nuestro camarada? –Suspire. Al parecer el que me tenía preocupado ya me había dado una clara señal de no haberse dado cuenta de mi identidad. Se acerco cauteloso, sonriendo de una manera un poco inadecuada para mi gusto–No le hagas caso a Volker, no sabe lo que dice. ¿Pero como no estar nervioso con tan encantadora damisela?–Algo en él no me cuadraba. En un principio lo había visto algo serio, indeciso, pero ahora parecía estar más relajado y seguro. Hasta un poco más caballeroso que los demás–Que hay, yo soy Zelig–Le tendí la mano ya por propio impulso y la tomo pero no la estrecho como lo habían hecho antes sus amigos, si no más bien se tomo la libertad de besarla delicadamente. Abrí los ojos ante su inesperada acción y temo decir que sonreí ante ello. Mire a Tom el cual solo reviro los ojos. Pero cuando por fin me estaba convenciendo de que este chico no era igual que los demás… ¡ERROR! El muy hijo de puta empezó a succionarme la mano y con un ultimo toque de perversión…La lamio cual típico perro. La aparte rápidamente con una clara expresión de asco y me limpie todo el rastro de su saliva asquerosa en el vestido. En un segundo se paso a mi lista de los mas odiados por Bill kaulitz. Mire a Tom con la furia en mis ojos, para que les dijera algo mientras los tres tipos se descojonaban entre risas…Aunque yo no era el único enfadado. Tom fusilaba a todos con la mirada.
–Ey, ey, ey, ni se les ocurra volver a hacer eso con él-ella… ¡Esta completamente prohibida para ustedes y lo saben!
–Ya bájale, sabes que solo miramos las pertenecías de los demás mas no las probamos– ¿Qué quiso decir con eso?–Nena, no te espantes, solo fue una broma entre amigos. Por que somos amigos ¿Cierto? Siendo la novia de Tom, oficialmente ya eres la custodiada de nuestro grupo–No se porque eso no me agrado–Descuida Tom, sabemos que es tooooda tuya–Zelig le dio un pequeño golpecito a Tom en gesto amistoso, a lo que Tom simplemente se conformo con sonreír un tanto obligado pero enseguida ambos estaban como si nada. Me descoloco un poco la actitud de mi hermano ¡Yo esperaba que le rompiera la cara, o que lo amenazara de muerte! Pero bueno, supongo que era de esperarse esa actitud tan pasiva siendo ellos sus amigos. Ni hablar, de todas formas sabia que esta noche seria una de las más largas de toda mi vida–Pero oye nena…–Gire el rostro un tanto escondido para verlo– Llegaste con Tom y todo eso pero dinos… ¿En verdad eres su novia? O hay algo arreglado aquí–Creo que jamás me había sentido mas observado que en este incomodo momento. Todos, incluyendo Tom, me miraron atentos. ¿Pero como se le ocurría preguntarme algo así? Quizás era cierto que a Tom no le habían conocido alguna novia por su impulsiva inestabilidad, pero que este tipo llegara a decirme a mí ¡Su novia! algo así, era irrespetuoso. Tuve tantas ganas de decirle un sinfín de cosas, pero me tuve que contener. Mi maldita voz…– ¿No dices nada?
–Creo que se ha quedado muda.
– ¿Te comieron la lengua los ratones?
–Que ratones, mas bien gatos ya que no ha dicho ni pio.
–Cierto, desde que estamos aquí no la he escuchado hablar.
–Demasiado tímida diría yo.
– ¿Tom con alguien así? Muy raro…–Cada reproche, cada acusación, cada palabra que desmentía todo esto me estaban volviendo muy pequeñito. Pero aun sintiéndome así, no lograba desaparecer…Y eso estaba mal porque ni idea de lo que haría. Tom, quien no dejaba de mantener esa fija mirada congelada en mi, me ponía aun mas nervioso.
– ¿Y bien, nena? Vuelvo a preguntarte… ¿Eres la novia de Tom?
–Ya bájale ¿Si? a ver dime, ¿Qué ganaría yo con mentirles?
–Tu sabes bien que ganarías…–Se me quedaron mirando, como si estuvieran pendientes a cada reacción mía. Supongo que se estaba refiriendo a la susodicha y ridícula apuesta que seguramente ni idea tenían que yo sabia todo al respecto.
– ¿Qué dices, Devi?… Eh, eh, eh…No lo mires a él si no a mi–Estaba perdido. Lo único que pude hacer fue simplemente asentir con la cabeza–Si lo eres, bien. ¿Y por que no lo decías eh? ¿Te pasa algo? No seas tímida con nosotros, no te haremos nada y…–Sin esperar a que terminara, me lleve las manos al cuello. Apretándome la garganta y emitiendo algunas que otras señas a Tom para que me ayudara. Este rápido se dio cuenta de lo que trataba de gritar y me sentí tranquilo cuando por fin hablo.
– ¡Oigan! Dejen de acosarla con tantas estupideces ¿Qué no ven? ¡Esta enferma!–Los tres chicos se quedaron callados y me observaron un tanto serios, por su expresión parecieron también un poco preocupados–…La garganta le escose y no puede hablar porque esta un poco ronca. Y piénsenlo…Aun así acepto a venir, cosa que ni ustedes harían ni por alguien conocido…Ella ni los conoce y miren…–Y de repente cientos de disculpas, apapachos no muy bien recibidos por mi parte y algunos alboreos como “Oh, esta enferma la nena, ¿Quieres que te cure de una forma efectiva que hasta gritos te saldrán?” o “Tom, quien como tu. Lo que todo hombre quisiera…No tener que escuchar balbucear a su novia” Y blah, blah, blah…Esta difícil fase la habíamos pasado con éxito.
–Pero si aun estando tan callada es toda una monada no me imagino cuando hable.
–Capaz y te la miente por estarla molestando…Eso haría yo.
–Eso haríamos todos con Keller…–Se descojonaron de risa, yo incluido. En si el ambiente se había vuelto un poco mas confortable…Con lo mucho que dudaría–No, pero ya enserio, Devi, eres toda una modelo ¿Sabes? Tienes todo bieeen acomodado–Ósea que… ¿Me estuvo barriendo con la mirada sin darme cuenta?– Envidia que te tenemos Tom. En verdad que tu chica esta preciosa.
– ¿Y creen que no lo sabia? Les aseguro que es la mas bella con la que he salido–Me apene bastante y un poco indeciso lo mire. Tom, me imito. El me mantenía a su lado ya que no me permitía estar escondido detrás de él todo el tiempo. Y ahí, perdido en sus ojos…No se cuando ni como, pero cuando me di cuenta solo podía estar concentrado en los dedos que acariciaban los míos, jugando con ellos, rozándose levemente con algo de nerviosismo. Cuando ya no pude sostenerle la mirada, la desvié de nuevo hacia el piso tímidamente y Tom, agarrando la valentía que a mi me falto, tomo mi mano y la entrelazo con la suya. Apreté fuertemente los dientes algo tenso… ¿Por qué me sonreía de esa manera tan coqueta? ¿Por qué se me hacia coqueta su sonrisa? Y lo mas importante… ¿Por qué siento mariposas revolotear en mi estomago? Me apretó la mano como si estuviera dándome fuerzas, algo como en clave Morse…”Todo saldrá bien” Enseguida voltee a ver a los demás… ¡Pensaran que somos un tanto raros al tomarnos de la mano…Somos hermanos! Pero rápido reaccione al ver que nos miraban como las personas más normales del mundo ¡Claro! Yo ahora no era Bill.
Keller, Volker y Zelig, comenzaron a hablar de ningún tema en específico, cosas de ellos, mujeres, sexo y tantas habladurías tontas. Incluso estando yo presente, no dejaron pasar la oportunidad de echarle un ojo a unas dos chicas que pasaron contoneándose frente a ellos…Se las comían con la mirada. Todos empezaron a hacer bulla y para intimidarlas y como ya me lo imaginaba, las chicas pasaron de ellos. Soltaron carcajadas y a empujarse entre ellos, cual típico macho y comenzaron a hacerle señas a Tom para que los acompañara. De impulso, Tom me soltó la mano para seguirles el ridículo juego pero enseguida, antes de que se alejara mas de mi, fui yo quien le sujeto la mano esta vez. Instintivamente me miro algo confundido antes de captar que no quería que me dejara ni por el más mínimo segundo.
– ¿Todo bien?
– ¿Así se comportan siempre?–Le susurre al oído para evitar que me escucharan.
–Y aun no has visto nada, pero tranquilo, yo estaré contigo.
–No me sueltes ¿Si?
–No lo hare.
–Eh, eh, ¿Que se andan secreteando ustedes dos? ¿Sabían que es falta de respeto hacer eso?– ¿Y de cuando acá ese tipo sabia de modales? Ahora era Keller quien hablaba.
– ¿Y eso a ustedes que les importa? No es nada…
–Ella es la invitada “Especial” aquí…Nos interesa–A pero que chismosos. Tom, supongo que no sabiendo como librarse de ellos…Suspiro.
–Que no es nada. Solo…Que le empezó a doler la cabeza–Como siempre un As bajo la manga. Debo admitir que admiraba la inmediata improvisación.
–Aaww ¿Le duele la cabeza a la nenita?–Volker poso su mano en mi frente, igual a un doctor cerciorándose de que no tuviera algún tipo de fiebre– ¿Quieres que te compre una pastilla?
–No me digas que ya quiere irse a casa…
–No puede, aun falta que se divierta un poco.
–Insisto, puedo comprarle una pastilla para el dolor.
–Quizás con una cerveza bien fría se le pasa…
–Tal vez tú cures así tus migrañas, pero ella es una dama.
– ¿No le estará dando fiebre?–Entre todos se estaban debatiendo que hacer para curar mi “Supuesto dolor de cabeza” se que ellos se esforzaban y lo hacían con buena intención, pero entre tanto y tanto alboroto en verdad terminaría con un dolor de cabeza–… ¿Cuantos dedos vez?
– ¡Ya! Esta bien, no es para tanto. Se le pasa en un par de minutos–Los chicos asintieron un poco inconformes y yo me encogí de hombros–Devi…–Dos manos tibias tomaron mi rostro con suma delicadeza. Me quede inmóvil por un segundo hasta que alce la mirada…Tom–No te preocupes, ya veras que pronto se te pasara. Confía en mí… –Me acaricio suavemente las mejillas y de pronto…Cámara lenta. ¿Por qué no dejo y no deja de mirarme? ¿Por qué comienzo a temblar? ¿Por qué se esta acercando mas? ¿Por qué esta cerrando los ojos? ¿Por qué yo cierro los míos? ¿Por qué mis manos se aferraron a su cintura?…No lo sabía, no todavía.
“Muuuuack”
–Tom, comiendo frente a los pobres como siempre.
–Aww pero mira ¿No crees que son miel sobre hojuelas?
–Hasta con verlos podría decirse que el amor se respira en el aire.
¿Amor? Cuando menos me di cuenta ya lo había empujado débilmente y yo ya me encontraba a tres pasos distanciado de él acariciándome los labios con la yema de los dedos ¿Pero que habíamos hecho? Simple. A esta acción solo se le podía nombrar con seguridad…Un beso ¡UN BESO!
En efecto, estos tres no parecieron darse cuenta de mi reacción ya que como si no existiéramos, comenzaron a hablar entre ellos y a reírse de las cosas que hacían. Por el contrario, Tom, no se había movido de la posición en la que lo deje ni mucho menos su expresión. Tenia los ojos completamente abiertos, y respiraba algo agitado…Se le notaba preocupado. ¡Nos habíamos besado! ¿Enserio había pasado?… ¡Si! esto era la pura realidad. Aun podía sentir un pequeño hormigueo en los labios, como si estuviera presionando los suyos sobre los míos todavía. Aunque haya sido sencillo, de piquito como mejor se explica, la palabra aun seguía patente ahí…Un beso.
Enseguida, los ojos de Tom expresaron mucho…Tristeza, preocupación, culpabilidad. Cuando se dio cuenta del error que habíamos cometido, decidido dio un paso, pero ahí se quedo ya que yo lo retrocedí. ¡Tenia miedo! No de el, si no de mí. ¿Qué mas cosas podía llegar hacer si se atreviera a volver a besarme?…No lo se.
Podía leer claramente lo que quería gritarme. “Perdóname, Bill” Yo negué con la cabeza despacio, Tom se altero un poco, pero enseguida al pensar en mi error asentí. Yo no tenía nada que perdonar porque en si no había pasado nada…No conmigo. ¡Yo era Devi! En este momento Bill no estaba. Yo estaba fingiendo ser su novia y tal vez esto no lo habíamos acordado pero en si yo tenia que concentrarme en mi papel y olvidarme de mi. Ahora sabia, todo lo que hiciera hoy no seria yo si no Devi. En resumen… ¿Entonces a quien había besado? A Devi. Pero aun sabiendo eso, lo cierto era que Bill lo había sentido más que Devi.
Respire profundo y sonreí para tranquilizar la situación. Al haber aclarado mis ideas, me entro mas confianza y caminando como lo había practicado en casa, me acerque a Tom quien me miraba sumamente apenado y algo sorprendido.
–Bill, yo…
–No…–Cuando estuve frente a él lo calle–Aquí yo soy Devi, no Bill–Susurre en su oído y no conforme con eso le di un leve beso en la mejilla. Parpadeó un par de veces no muy convencido de mi repentina actitud y menos aun cuando volví a entrelazar nuestras manos. Al principio se quedo un poco lelo y lo entendía ¿Quién no? Pero al ver que yo no estaba enojado o algo por el estilo, apretó mi mano y sonrió. Diría que le había quitado un peso de encima.
Y así seguimos durante un lapso de tiempo. Entre sonrisas, bromas y empujones entre ellos con nosotros, calculando eran ya como las diez quince y aun seguíamos en este parque. Me sentía más confiado, pero solo con Tom. Durante este tiempo tuve que soportar comentarios estúpidos y sobre todo tener que aguantar sus miradas indiscretas cual típico morboso… ¡Que incomodes! Y aun mas cuando a Tom, entre broma y broma se le escapo decir que yo tenía un tatuaje de estrella en la cadera ¿Qué insinuaba al decir eso? Quise morirme cuando todos por inercia supongo, descendieron la mirada hacia ahí. ¡Mi vestido era un poco transparente! Ósea que podían verme indirectamente los calzones, no lo creí, pero cuando comenzaron a alzar las cejas, hacer uno que otro gesto extraño y a relamerse los labios, tuve que ir corriendo a abrazar a Tom para voltearlo de espaldas a ellos y quedar protegido…Tom no se negó. Es mas…En distintas ocasiones me había tomado de la mano acariciándola cariñosamente con el pulgar, o si no es que también de vez en cuando me abrazaba o me rodeaba la cintura con uno de sus brazos, o inclusive se clavaba en mis ojos cual típico chico enamorado. En verdad era un excelente actor a comparación de mí, que con cada acción suya, yo me sentía mucho mas atrapado por la inquietud que por cualquier otra cosa, pero yo hacia mi mejor esfuerzo por cumplir mi papel.
–Oye Tom…–Logre articular en voz muy bajita– ¿Cuánto tiempo mas vamos a estar aquí? –Lo cierto era que deseaba largarme de una vez, si acababa esto cuanto antes mejor. Ni aunque hubiera venido como Bill, podría soportar a estos locos por tanto tiempo. No me había sentado en mucho rato y ya me empezaban a doler las plantas de los pies.
–Tienes razón… ¡Holgazanes! ¿No creen que ya sea hora de irnos?
– ¡Cierto! –Volker, quien miraba su reloj muñequero comenzó a saltar un tanto emocionado– ¡Ooooh, Si! Justo la hora perfecta para la diversión. Es ahorita cuando llegan las preciosuras…Como tuuuuuu…–Su dedo casi me roza la nariz a lo que me eche para atrás… ¿Hora de que?
– ¡Eso es demasiado correcto!…Tom, coge a tu chica y andando–Mire a Tom algo alarmado sin comprender a donde exactamente nos dirigíamos.
– Eeeh… ¿A dónde vamos ahora?
– ¿Y ahora que se están secreteando…?
–No le hemos dicho a donde vamos.
–Noooo ¿Pero que sucede con tu novio que no te informa?…Ven nena–Me tomo de la mano sin mi consentimiento, pero tampoco pude refunfuñar, y me jalo hasta quedar junto a el. Paso su brazo por encima de mi hombro y me acerco mas a su rostro como si estuviese apunto de susurrarme algo. Mi pecho pego contra el suyo y yo solo rece para que no lo notara “Diferente” al de las demás mujeres–Te aseguro nena, que lugar como al que iremos no hay dos. Te divertidas mucho te lo aseguro. Hay música, baile, alcohol, chicas lindas como tu y…
– ¡Mucho sexo!–Gritaron a coro Volker y Keller a lo cual los mire algo alarmado ¿Pero que clase de sitio era ese?
–Pero no te preocupes, tu estas segura con nosotros–No se porque esa sonrisa no me pareció para nada segura ¿A dónde diablos me querían llevar? Me quede pensando… ¿Entonces a ese tipo de lugares son los que frecuenta, Tom? Nunca antes me lo había dicho, incluso cuando le preguntaba donde se había metido siempre salía con la misma respuesta “Por ahí” Vaya, por lo menos “Con Devi” podría enterarme un poco mas sobre la vida nocturna de mi hermano–Seguro te gustara…
–Se llama “Scream” Es una discoteca–Articulo Tom, sonriendo seguramente al ver mi rostro completamente asustado.
– ¡Yeah! ¿Y sabes que es lo mejor de todo?–Negué, ni idea.
–Lo mejor es que esta noche… ¡¡LAS CHICAS ENTRAN GRATIS!!–Tuve que apartarme y taparme los oídos antes de que me quedara más sordo de lo que me había dejado su grito mesclado con el de sus amigos. ¡Pero que le pasa! Cuando menos me di cuenta, me vi rodeado de todos estos inútiles, brincando y haciendo una gran bulla alrededor de mí…Fue como si estuvieran danzando alrededor de una fogata cual típico indio. Me hicieron sentir bastante incomodo y alterado. Desesperadamente volteé a ver a Tom para pedirle que me ayudara pero mayor fue mi sorpresa cuando lo vi brincando como idiota junto con sus amigos de igual manera ¡Alrededor de mi! ¿Por qué lo hacían? Simplemente por molestarme. Estuve a punto de gritarles un sinfín de palabrotas, pero me contuve de inmediato. Lo único que se me ocurrió hacer fue tomar a Tom por el cuello de su chamarra y hacerlo parar.
–Jajaja, no te enojes, solo estamos jugando–Me sujeto de la mano y me ayudo a salir de este circulo de personas locas. Como pude me acomode el vestido y la peluca un poco ya que con algunos empujones me lo desacomodaron todo–Ya chicos, no le pareció nada divertido.
–Es el centro de atención fue inevitable–Keller, el chico que me dio mala espina desde el comienzo, se aproximo hacia mi caminando algo chulesco…Si, como no–Mas bien creo que lo que le molesta a la señorita es que tiene miedo de perder a estos cuatro guapos hombres al estar rodeados de hermosas mujeres ¿Verdad? –Pero que estúpido…–El problema es que tú le perteneces a Tom, por lo que ahora nosotros tenemos que conseguir nuestras propias presas ya que si nos acercamos a ti, Tom , nos despedaza vivos que si no…–Esa mirada que me dio…No me gusto–Pero no te preocupes nena, que chica más guapa que tú…No existe.
“PLAFF”
– ¡Tom!–Rápidamente se coloco a un lado mío y me alejo lo más posible del rubio descarado, poniéndome detrás de él.
– ¡Oye que te pasa! Con ella no pueden jugar así ¡Se los había advertido! ¡Es mi novia!– ¿Juego? Vaya juego. El muy imbécil se atrevió a darme un guantazo en un glúteo ¡Así como si yo fuera una cualquiera! Todavía no me lo podía creer ¿Cómo fue capaz? Lo peor de todo es que esa acción suya, había ocasionado que yo soltara un grito fuerte por la sorpresa. Solo esperaba que no se notara la diferencia de voz entre una chica y un chico– ¿Estas bien?–Asentí con la cabeza un tanto avergonzado. Me había dejado en un completo mar de pensamientos. Solo llevaba así pocas horas y ya había pasado un sinfín de cosas horribles provenientes de estos tontos. No me imagino lo que seria ser una mujer por siempre, comprendía mejor a las chicas al decir que son mucho mejores que los hombres…Estaba de acuerdo.
– No la lastime ¿O si? No es para tanto…
– ¡Ella no es como las demás chicas! ¿Si? A ella la respetan.
– ¿Y desde cuando acá Tom se preocupa por una chica de esa forma? Antes no hacia ningún escándalo por eso.
–Es su novia ¿Cómo quieres que actué?
–Si pero, antes no hacia ningún escándalo cuando jugábamos así con sus otras chicas.
–Ya lo escuchaste…”Ella es diferente” Y se nota ¿Que no la ves?
–Si, lo noto pero ¿Cual es la diferencia?
– ¿Qué no te has dado cuenta? Observa bien…–Creían que murmuraban Volker y Zelig, pero yo escuchaba perfectamente mientras Tom discutía con Keller…Trague saliva– Nuestro querido, Tom…Se ha enamorado–Y ambos chicos voltearon a verme. Yo, quien seguía abrazado a mi hermano, desvié la mirada…”Se ha enamorado”
– ¿Y bien? Discúlpate con ella, eso no fue gracioso.
–Vale, tienes razón, tal vez me pase…–Tom me tenia sujeto de la cintura en modo sobreprotector lo cual agradecí bastante, no soportaría ver a ese tipo tan cerca de mi de nuevo–Devi, no soy bueno en esto pero…Perdóname nena ¿Dale?–Enseguida sonrió y me extendió la mano a sabiendas de que yo no emitiría palabra alguna, quizás con un apretón de manos quedaría todo arreglado y aunque no quisiera ni perdonarle la existencia, no me quedaba otra opción más que estrechar su mano…Quedamos en paz–Ok, ya con todo arreglado, vámonos–Quedaron de acuerdo en irnos cada quien es los coches en los que llegamos, así que todos empezamos a caminar directo hacia nuestros autos. Lo que agradecí fue que aunque sea por unos minutos, los que tardaríamos a llegar al lugar, podría estar lejos de ellos, puesto que ellos tres se irían en su auto mientras que Tom y yo en el nuestro.
Una vez dentro…
–Tom, ¿Te puedo hacer una pregunta?
– ¿Qué pasa? –Encendió el auto y enseguida lo puso en marcha.
– ¿Por qué Deví…?–Y es que enserio tenia muchísima curiosidad por saber…
–No es importante ¿Es un nombre no? Da igual.
–Pero quiero saber… ¿Por qué Devi?–Insistí cuando Tom dio vuelta en el semáforo.
– ¿No te acuerdas?
– ¿Acordarme de que?–Tom suspiro y sonrió.
–Cuando éramos niños mamá nos compro dos osos de peluche…Uno rosa y otro azul. Yo fui el primero en escoger así que me quede con el azul y obviamente tú con el rosa pero al parecer no te molesto. Yo, con mi excelente imaginación infantil, nombre al mío “Oso tata” No me preguntes porque ya que ni yo me acuerdo.
– ¿Oso tata?
–Calla que tu fuiste mas detallado…–Giramos en “U” por la esquina derecha mientras mi curiosidad por aquella historia irrecordable me envolvía.
– ¿Cómo lo llame?
–Mas bien como la llamaste…–Sonrió divertido– “Señora osa de Bill” ¿Ahora que nombre es mejor? –Reí al igual que el. Vaya que fui detallado–Bien, con el paso del tiempo “Señora osa de Bill” fue un nombre un poco cansado de repetir así que lo abreviaste a “De Bill” Cada vez que preguntabas por el oso, lo llamabas así, pero no conforme con eso y al decir el nombre demasiado rápido en cada ocasión, lo redujiste a “Devi” Y así la osa se quedo con ese nombre al igual que a mi, pero en la mente…Fue el primer nombre que recordé de momento, parecía que tu chillona voz me lo gritaba de tantos años que estuve escuchándolo–En realidad había olvidado por completo a Devi, no recuerdo la ultima vez que la tuve entre mis frágiles brazos, pero se que me sentía tan bien con ella ¿Cuánto tiempo ya ha pasado encerrada en el baúl?
–Me alegra que me pusieras así…
–Que bien–Ya llevábamos mas de medio camino, estaba seguro que no tardaríamos nada en llegar, pero aunque el silencio se había apoderado en el ambiente, estábamos cómodos aun con el pequeño flashback del inesperado beso que nos dimos…Nadie menciono nada–Oh, mira Bill, ¿Ves ese lugar? hemos llegado…–Voltee hacia la dirección a donde me apunto y en efecto, pude ver un enorme local, debo admitir que era muy bonito, estaba infestado de gente y una enorme cantidad de personas haciendo fila para entrar adornaban el lugar. Efectivamente, en una enorme pancarta pude leer… “Esta noche mujeres entran gratis” Sonreí ante eso. Tome una fuerte bocanada de aire antes de entrar al lugar…
(…)
– ¿Ya viste a las mamis de ahí? ¿Presa fácil no crees?…
–Con las dos y me iría feliz a la cama…
–Nada, que la pechugona me la cojo yo–Ya llevábamos como mas de una hora en este lugar y a decir verdad, yo sentía como si hubiera pasado una eternidad. Estábamos sentados en una de “Las mejores mesas del lugar” supongo que se debe a que estos frecuentan tanto aquí que ya hasta se hicieron amigos del gerente quien fue que los dejo pasar. Yo…Entre gratis. Lo peor de todo es que de lo único que hablaban era sobre a cuantas chicas iban a follarse esta noche, o cual de todas tenia mejor cuerpo, cual se movía mejor e inclusive comparaban su forma de bailar a como serian en la cama… ¡Por favor!...Fue asqueroso de tan solo escucharlo y mas para mi vestido de esta forma ya que no dejaban de mirarme de una manera vulgar y sonreírme de la misma forma…Creían que no escuchaba lo que hablaban por lo alto de la música pero yo era todo oídos. Lo que si agradecía era que durante todo el rato que llevaba disfrazado, nadie se había dado cuenta de mi verdadera identidad ni mucho menos que soy hombre, por ese lado estaba satisfecho.
– ¿A ti cual te gusta Tom? –Que ni se le ocurra contestar con tonterías porque…
–La que esta sentada a mi lado…– ¡Oh! Eso no lo esperaba… ¡Pero claro! Hablaba de Devi. De pronto, todas las miradas se posaron en mi medio vacilantes, como si ya sabían lo que contestaría Tom. Yo en cambio, me deleite mejor con mirar a mi hermano quien me miraba también…Su sonrisa, imite la suya tímidamente… ¿Cómo Tom podía ser tan encantador a veces? En definitiva ser Devi me ayudaba a conocerlo mejor…
– ¿Ya vez preciosa?…Fidelidad segura con Tom. ¿Quién se apunta?–Keller, ya llevaba mas copas que todos los demás, por lo menos tres arriba de nosotros, a lo que no me extraño para nada ese comportamiento tan atolondrado que empezó a apoderarse de el–…En cambio–Se fijo en Tom–Yo que tu tendría cuidado por que desde que entramos, la competencia no ha quitado la vista de las tetas de tu chica– ¿Cómo dijo? Me cruce de brazos instintivamente por lo menos para sentirme un poco protegido ante ahora las nuevas miradas de mis queridos acompañantes. Al ver el descontento de Tom, Keller apunto con la nariz hacia un punto fijo, dándonos a entender que ahí estaba el problemita. Volker y zelig solo se limitaron a alzar la vista, pero en cuanto a Tom y a mi tuvimos que voltear un poco la cabeza para ver con mayor claridad. En efecto…Eran tres tipos, jóvenes también, pero se notaban un poco más maduros a comparación con los que estaba sentado. Note como uno de ellos, descaradamente me hacia señas bastante obvias para que fuera a lo que respondí con una cara llena de asco. ¡Que horror! Como que esto ya se estaba saliendo de control. Tener que soportar a estos malandrines ya era mucho, ¿Ahora tener que lidiar con mas? No lo soportaría. Tom, al darse cuenta, se acerco más hacia mí y enseguida me abrazo efusivamente…Me dio un beso en la mejilla. Pero ¿Que era un simple beso en este momento? Con tal de quitarme a esos tipos de encima, también abrace a Tom e incluso aunque dude, termine recargando mi cabeza en su hombro ¿Con eso es obvio que teníamos una relación no? Sonreí con tan solo imaginar el rostro de esos hombres al ver tan encantadora escena. Lo bueno que Tom, era el que estaba conmigo, así no tenia que pasar por todo esto yo solo.
–Pobre de aquel que quiera acercársele…
– Apenas menciono perros y se embravece el lobo ¿Tanto te jode que te la lleguen a despedazar? – ¿A que?
– ¿Y a quien no? Por ese suculento bistec hasta me vuelvo caníbal.
–Jamás quiero ni imaginarme yo en esta situación… ¿Yo enamorado? Por favor…–Todos rieron ante el comentario de Zelig, y por primera vez en mucho tiempo yo también ¡HA! ¿Ese tipo enamorado de una chica? Ni siquiera podía tener los ojos fijos en una sola, era algo ilógico de pensar.
Aunque solo estuviéramos cinco personas en la mesa, eran más que suficientes para armar un tremendo escándalo. Hablaban entre todos, inclusive con algunas que otras zorritas que se acercaban de vez en cuanto a la mesa…Habían varias interesadas en estos tipos. Prácticamente el ambiente era apropiado para el lugar. Todo mundo bailaba, reía, gritaba e incluso besos entre lesbianas y homosexuales hubo, en fin…Todo un show. Yo, mientras tanto, solo me concentraba en no arruinarlo todo. Ya me había acostumbrado a mantener esta pose de niña tímida, por lo que no era nada difícil mantenerme fija en su conversación. De hecho, pase la mayor parte del tiempo enrollándome varios mechones de cabello con los dedos, un simple tic que fui adoptando, mientras sonreía fingiendo ser parte de su conversación.
– ¡Hey Tom! –Por lo visto Keller, no pretendía dejarnos en paz – Pero que grosería la tuya hombre… ¿Por qué eres así con Devi? –Tom frunció el ceño algo confundido ¿A que se refería? Ni yo entendía. Lo cierto era que odiaba cuando la atención se centraba en mí.
–Como grosero… ¿De que hablas?… ¿Te he faltado al respeto, linda?–Me pregunto Tom esperando alguna reacción mía, por lo que yo negué con la cabeza algo extrañado.
–Que si lo has hecho…Tom. La pobre solo se la pasa mirando a la muchedumbre bailar ¿Y ella que? No la has sacado a bailar. Eso es imperdonable, por lo que si no lo haces tú…–El rubio se levanto de su asiento algo zangoloteado, pero enseguida recupero la postura. Rápidamente se acerco a mi y extendió una mano…Maldita sea ¿Por qué no me tragaba la tierra? Así seria todo mas sencillo…–Vamos a bailar nena, Tom se ha portado grosero contigo al no ofrecerlo– ¿Bailar yo? Me quede aturdido tratando de pensar en como negarme, porque obviamente con este tipo no daba ni dos pasos y ni quería darlos. Al ver mi quietud, se atrevió a tomarme de la mano y comenzó a tirar de mí levemente, incitándome a ponerme de pie. Solo pude sonreír tontamente mientras ponía toda la resistencia posible ¿Quien se creía? Enrosque mi brazo libre al de Tom para tomar mas fuerza ¡Tenia que salvarme!–Que vengas, nena, no te preocupes que Tom no se enoja–Negué con la cabeza ya que mi voz aquí no valía, pero aun ante mi resistencia pareció no importarle por lo que hasta el muy descarado se atrevió a casi tirársele a Tom para poder tomarme de la cintura e intentar levantarme de mi asiento…Eso ya no me gusto. Ganas de estamparle un fuerte golpe en la cara de imbécil que tiene me sobraban.
–Ya, tranquilo, ¡Me la vas a romper…!–Tom, me sujeto fuertemente de la cintura, quitando sus vivarachos tentáculos de Keller sobre mi…Lo agradecí bastante–…No le gusta bailar.
– ¿Cómo que no le va a gustar bailar? No te puedo creer eso…Mírala, ese alto y esbelto cuerpecito que tiene se ha de mover como los dioses –Me encogí sobre mi mismo al ver las escaneadas descaradas de sus dos amiguitos– ¿Es enserio eso nena? –Asentí con la cabeza dándole la razón a Tom. Keller abrió los ojos y la boca en modo exagerado fingiendo estar sorprendido–Noooo me estas choreando ¿Verdad? Lo mas seguro es que no sabes bailar…Pero mira que yo profesor y tu mi alumna, te puedo enseñar muuuuy bien–Y de nuevo esa mirada. Me incomodaba bastante cuando me veía de esa forma tan morbosa. Apreté fuerte el brazo de Tom suplicando por que entendiera el significado de ese gesto. “Sácalo de aquí”
–Que ya dije. ¿Si quieres bailar por que no te vas a ligar con alguna de la pista? aquí no conseguirás nada–Acribillo a mi gemelo con su afilada mirada antes de separarse de mí por completo. Por lo visto el alcohol ya empezaba a hacer de las suyas, hasta su aliento fue insoportable para mi.
–No me apetece bailar con ninguna otra mas…Pero si ella no baila supongo que yo tampoco lo hare hoy…–Y se desparramo de nuevo.
–ignóralo preciosa, a este ya se le subió, así es el. No te preocupes siempre le pasa–Como si fuera a hacerlo.
– ¡Yo no estoy borracho!
–Nadie dijo que lo estés… ¿Ves? Tu mismo sacas tus propias conclusiones.
–Ya mejor cállense los tres y dejen de discutir sobre lo ebrios que están, mejor disfruten de la noche–Ambos asintieron resignados y como si no hubiera pasado nada, los tres pidieron mas cervezas las cuales bebieron como agua…¿Pero es que ninguno tenia limite? Tom se acerco lo suficiente para poder decirme algo al oído. Ahora no era complicado hablar de esta forma pues la música estaba tan fuerte que la única manera de hablar con los demás era tener que gritarse unos a otros–Oye, si quieres podemos ir a bailar nosotros dos– ¿Pero de que iba? Reí de tan solo imaginarlo ¿Bailar yo? ni en un circo. La simple idea me daba pavor y es que aunque no lo parecía lo cierto era que bailar era algo que me atormentaba mucho…Me daba vergüenza. Le di un leve codazo a Tom mientras me apartaba de el un poco para acomodarme sobre mi lugar completamente recto y con las piernas cruzadas, que por cierto, después de todo no fue tan complicado. Tom solo sonrió y se llevo la bebida a los labios.
Ya era media noche y estos no parecían tener la menor intención de parar. Todo el rato que había pasado aquí sentado no se habían parado de hablar entre ellos, incluido Tom. ¿No las chicas son las que cotorrean más? ¡Error!
Ahora si…La cabeza la sentía explotar debido a los fuertes retumbos de las bocinas, era como si estuvieran usando mi cabeza como tambor. Lo único para qué tenía mente era para idealizar un plan de escape, pero lo único que se me ocurría era que Tom me llevara, pues salir así vestido de aquí, aunque no quisiera admitirlo me daba terror. Lo peor de todo es que no había podido abrir la boca durante un buen rato y eso causaba más aburrimiento en mí de lo que tenía, a comparación de Tom quien se mantenía pendiente en la plática, tan animado como si apenas acabara de llegar. Como yo, él solo llevaba ingerido una cerveza, lo suficiente para entretenerse un rato y para no actuar como un estúpido, exactamente como sus amigos.
–Tom ¿podemos irnos ya? Estoy cansado…–Hice un puchero mientras mi gemelo me miraba algo confundido, o mejor dicho pensativo, lo cierto era que parecía no querer irse y eso no me agradaba. Yo ya había cumplido con SU apuesta ¿Cuándo me tocaba a mí descansar?
–Solo un rato mas ¿Si? Te prometo que ya pronto nos vamos…
–Pero Tom, estoy muy aburrido…
–No tardaremos, enseguida nos vamos ¿Si?–No me quedo de otra más que cruzarme de brazos y volver a esperar. Sin nada mejor que hacer, recargue mi cabeza sobre mis manos, mirando a todo mundo bailar. Me preguntaba por que estos no hacían lo mismo, por lo menos así estaría a solas con Tom…Me sentiría mas cómodo.
Instintivamente empecé a mover las piernas tratando de engañar a mi vejiga, que sin darme cuenta me empezó a molestar. Genial, lo que me faltaba… ¿Dónde demonios están los baños? Levante un poco la cabeza tratando de ver mas o menos entre la multitud de personas pero era imposible.
–Tomi, ¿Y el baño?
–Esta al fondo ¿Por qué? ¿Quieres ir?
–Si.
– ¿No puedes esperar a que lleguemos?
– ¿Ya nos vamos?
–No, pero ya pronto–Si como no…
–No aguantare, mejor voy de una vez–Y es que con la panty me apretaba hasta las ideas. Me levante de mi asiento tras la mirada de todos los presentes y enseguida Tom hizo lo mismo. Antes de que pudiera dar un paso, me sujeto del brazo evitando cualquier movimiento mío– ¿Pasa algo?
–Sabes…No creo que sea buena idea.
– ¿Por qué no? –Me intrigaba saber.
– ¿Ya olvidaste como vienes vestido? –Tomo un mechón de mi cabello entre sus dedos, colocándolo frente a mí, recalcando su argumento.
–Es lo que he tratado pero no ¿Y eso que?
– ¿A que baño piensas entrar? Por que vestido así, solo puedo pensar en uno…– ¡Oh no! Mi cara de horror hablaba por si sola. De modo que si quería ir al baño ¿Tenia que entrar al de mujeres? ¡Joder! Eso ya seria muchísimo, una cosa es disfrazarse de mujer y otra muy distinta es tener que acoplarse a la vida de una, yo no podía hacer eso. Tenía que haber otra forma…
–Yo no quiero entrar al baño de mujeres ¡Eso ya es demasiado! Mejor entro al de hombres ¿No?
– Oh, pero por supuesto que no. ¿En que piensas? Vestido así solo serás presa fácil para ebrios vomitando en los baños si sabes a lo que me refiero… ¡Pensarían que eres mujer!–Eso no me agrado y ahora hasta dude en ir. Tal vez podía aguantarme ¿No? ¡No!–Bill si quieres ir al baño tendrás que ir al que ahora te corresponde–Patalee algo cabreado. Tom acertaba como siempre. Si entraba al baño vestido así, con lo borrachos que están todos…No quiero ni pensarlo. ¿La solución?
–Por todo lo que estoy haciendo, estas destinado a pagarme toda tu vida…
–Yo no soy quien quiere ir al baño.
–Y tampoco soy yo quien anda haciendo apuestas absurdas–Me evadió la mirada algo orgulloso y acojonado, casi como si estuviera de acuerdo conmigo, pero enseguida el resentimiento se fue de su rostro y como si nada recupero la compostura.
– ¿No quieres que te acompañe?
–No, puedo ir solo, gracias–Aunque Tom no estuvo muy de acuerdo con mi respuesta, al final pareció ceder.
–No te tardes ¿Quieres?–Asentí y como relámpago me dirigí hacia el baño. Pude escuchar a Tom explicándoles el motivo de mi partida al ser interrogado por sus acompañantes que al decirles parecieron comprender. Fue difícil llegar teniendo que esquivar a tantas personas que te manosean, pero al fin de cuentas logre llegar.
“Bill, tu puedes hacerlo, no te pongas nervioso y actúa normal” Respire profundamente antes de decidirme a entrar, observando entre ojo tan cerca y tan lejos los baños para hombres, a los que hoy no podía ingresar. Lo que agradecí fue que no hubiera ni una sola cola fuera de los baños, solo esperaba que estuviera igual por dentro.
Asome primeramente la cabeza, despacio, con la esperanza de no encontrar a ninguna intrusa por aquí, aunque bueno, si se hablaba de intrusos, el que sobraba aquí era yo, pero ya no importaba. Sentí mi corazón pararse por un segundo al ver mi esperanza desvanecerse. ¡Pero si esto parecía un bazar! Había mujeres por todos lados, aunque el baño fuera enorme, con tantas chicas aquí lo sentía chiquito. La mayoría se encontraba frente al espejo, otras estaban pasándose ropa entre los cubículos, como no, con las puertas medio abiertas… ¡Pero que imagen! Sentí que me daría algo al no saber ni por donde mirar. Aquí estaba un poco más silencioso, por lo que se podía hablar con claridad sin gritar, cosa que por lo visto sabían demasiado bien ya que casi todas hablaban hasta por lo oídos. Sin hacer sufrir mas a mi pobre vejiga y con falta de confianza, rápidamente trate de pasar lo más desapercibido y sin levantar la mirada, me escabullí dentro de uno de los cubículos vacios que se encontraba más cerca de mí, cerrando como si de ello asegurara mi vida– ¡Uff! Lo bueno que ya estoy dentro, lo mas difícil ya paso–Con cuidado me levante el vestido hasta arriba de la cintura, atorándolo entre mi barbilla y mi cuello para evitar que se resbalara–Bien y ahora…–cuando estuve apunto de bajarme el apretado y torturador calzón, me percate de algo… ¿Haría mucho ruido a la hora de mear? Lo digo por que echar agua a una distancia considerada hace ruido y bastante, con lo cerrado que estaba aquí hasta se podía escuchar un simple escupitajo en el váter ¿Por qué no hablaban con más fuerza? Tal vez así no escucharían aunque temo decir que el baño se estaba vaciando al ya no escuchar tanta bulla ¿No se quedarían por siempre en el baño no? Pero con suerte si meo de a poco no se escuchara… ¡Claro que se escuchara! Idéntico a como si dejaran una llave abierta, muy notorio– ¡Rayos! ¿Y ahora que hago?–Sea lo que sea tenia que pensar pero a la voz de ya ¿Y si esperaba a que salieran todas? No estaba seguro de cuanto tiempo podría seguir aguantando así que eso no–Tal vez ya no haya tanta gente…–Con cuidado me asome por una de las rendijas de la puerta, pero lo que vi no me gusto nada… ¡Esto estaba repleto de chicas! ¿No algunas ya se habían ido? Claro que llegaron mas, a esa pelinegra no la vi cuando entre ¡Demonios! Tenia una opción en la mente pero no quería reconocerla ni mucho menos aceptarla…Lo único que me faltaría para representar excelente el roll de chica. Mi salvación mas rápida que se me pudo ocurrir–Nonono…No puedo creer que vaya a hacer estoooo…–Sin tener otra sugerencia mejor a la mano, me baje rápidamente los calzones y sin pensármelo dos veces, me senté en el retrete, eso si, antes lo limpie un poco aunque por lo menos era mucho mas higiénico que el de los hombres, e incluso cerré los ojos como si así fuera menos bochornoso. ¿Que tiene? Total, nadie me veía, por lo que este suceso no iba a salir de aquí.
Tratando de relajarme, comencé a orinar pausadamente–Bill, no pasa nada, tranquilízate…–No podía creer que me estuviera pasando esto. Me sentía completamente humillado ¡Si alguien se enterara!...Ni dios lo mande. La meada fue silenciosa…Por lo menos esta opción desagradable funciono. Apenas termine, me levante enseguida y me subí de nuevo la incomoda ropa sin pensarlo, para después acomodarme el vestido antes de salir, no sin antes bajarle al baño.
Salí cautelosamente del cubículo y al no ver ninguna fea reacción hacia mí, me dirigí mas confiado hacia los lavamanos. Casi todos estaban ocupados, pero logre ver uno vacio. Me lave las manos mientras me miraba al espejo…Enserio que parecía una chica debo admitirlo. Me alivie un poco. A un lado mío se encontraba una muchachita de vestida de rojo y el cabello rubio amarrado en una coleta algo despeinada, debía tener como unos dieciocho años si no es que mas. Vi con atención como se estaba retocando el maquillaje, primero las pestañas y luego siguió colocando un poco de polvo en su nariz incluido en las mejillas. Eché un pequeño vistazo a mi alrededor y me di cuenta que todas hacían lo mismo. Ahora entendía por que se tardaban tanto en el baño. Me enfoque en mi reflejo una vez mas, clavándome fijamente en mi rostro. En cuanto a mis ojos, aun lucían perfectos, la piel de mi cara ya empezaba a verse un poco grasa, quizás por el bochorno del lugar y que decir de mis labios, ese color rojizo con el que había llegado, había desaparecido por completo. ¿Por que no había traído yo mi propio neceser? Hasta ya los tenía partidos de tanto relamerlos. Mire de reojo una vez mas a la chica que estaba aun lado de mi e instintivamente mire sus cosméticos; ella si tenia brillo labial, con eso me conformaba ¿Pero como conseguirlo? Quizás si se lo pido me lo preste. ¡Oh, por dios! ¿Que me esta pasando? Se supone que no debo preocuparme por eso aunque debo admitir que de eso aun siendo hombre me preocupo…Yo me maquillo y me gusta verme bien, con ser chica no era diferente pero aun así no confiaba en pedir nada… ¿Pero y si Tom me veía feo o desarreglado? Tampoco quería que me viera así ¿Entones que hago?
–Amiga… ¿Necesitas algo?–No me había fijado que aun la seguía mirando o mas bien, sus pertenencias… ¡Pero es que hasta tenia la marca que yo usaba! Rápidamente la mire, me sonreía con normalidad, nada fuera de lo común.
–Eeemh…yo…– ¿Y ahora que le decía?
– ¿Quieres que te preste algo?–La vista se me desvió de nuevo hacia sus cosméticos, mirando el labial que necesitaba de urgencia. La chica, al ver mi obviedad, sonrió y tomo el brillo– ¿Quieres usarlo? –No me lo esperaba, pero si, si quería usarlo.
–Eeehh…S-si. Por favor…–La pena que tenia que pasar con tal de que Tom no me vea con mala cara. Tosí un par de veces…La voz aun se me notaba grave, se me era casi imposible agudizarla por lo que tenia que hablar un poco mas bajo que ella.
–Toma…–Le tendí la mano y me lo dio en la palma muy amable.
–Gracias–Enserio que llegue a pensar que me mandaría por un tubo, que lindo de su parte. Ella continúo espolvoreándose la nariz mientras que yo me entretuve colocándome el brillo en los labios “Perfectos” Cuando termine lo sostuve en la mano, esperando a que ella terminara con lo suyo para poder dárselo. Cuando por fin me miro se lo di.
– ¿Quieres un poco de polvo?
–Mmmh ¿No te molesta que lo use?–Pregunte algo sorprendido ante su generosa oferta y mi efusiva respuesta.
–Para nada, es mas, tengo otra esponjita sin usar, ya sabes, para prevenir eso de los granos en la cara por compartir cosas…–Asentí y sonreí por el detalle. Era muy linda esta niña…–Aquí tienes.
–Eres muy amable–Tome un poco de polvo y me esparcí una pequeña cantidad por las mejillas, la frente y por encima de la nariz, desapareciendo todo el brillo de mi piel–Muchas gracias.
–Nena, estas ronca ¿Verdad? – ¡Coño! ¿Ya lo había notado?…En definitiva era un asco para hablar hoy, a lo que de nuevo asentí–No te preocupes…–Comenzó a guardar todos sus chunches a lo que yo solo observe en silencio–…Yo tengo un buen remedio. Ahora que salgas del baño, tomate un buen trago de tequila con limón y sal y veras como se te quita el malestar de inmediato, te lo aseguro.
–Oh, eso hare…Gracias.
–Descuida. Oye fue un gusto hablar contigo… ¿Cómo te llamas?
–Devi.
–Mucho gusto Devi soy Katia.
–Coff…Coff…Un gusto–No, en definitiva lo agudo no me salía ¡Parecía un travesti!
–Bueno, tengo que irme, me están esperando, diviértete mucho esta noche y no dejes que esa ronquera te impida hacerlo ¡Disfruta la noche! –Y salió del baño.
Divertirme eh…Me quede pensando ¿Por qué no podía divertirme hoy? ¿Quién lo impedía? ¡Nadie! No solo por estar vestido de esta forma ya me iba a arruinar toda la noche, a fin de cuentas ya me estaba acostumbrado. ¿Acaso Tom era el único que podía pasarla bien? Por supuesto que no. Yo también tenía derecho a distraerme un rato e iba a hacerlo. A fin de cuentas soy joven y la noche también…
Salí del baño mas animado que cuando entre, de nuevo la música se apodero de mis oídos pero en esta ocasión en vez de despreciarla, decidí recibirla con gusto al menear la cabeza hacia ambos lados conforme a la música e ir jugando con la peluca al sacudirla coquetamente mientras saltaba al escabullirme entre la multitud. Unos de los meseros de aquella discoteca paso por mi lado y yo sin dudarlo tome una copa de la bandeja que tenia alzando…Me la lleve a los labios y continúe saltando alegremente procurando que el vestido no se me alzara de mas. Durante mi recorrido varios hombres trataron de colarse frente a mi para “Bailar conmigo” pero yo sin ser grosero les sonreía y me desviaba de su camino hasta que logre visualizar la mesa de mi hermano y claro…A mi hermano. Tom, estaba parado, mirando hacia ambos lados algo nervioso, hasta que me vio. Con su cara de pocos amigos, me tomo del brazo fuerte y me aparto un poco de sus amigos.
– ¡joder, Bill! Ya te habías tardado bastante ¿Dónde estabas? Me preocupe. Estuve a punto de irte a buscar ¿Por qué la demora?
–No es nada sencillo ir al baño en este estado, entiéndelo–Me solté y bebí hasta el fondo toda la copa.
– ¿De donde tomaste eso?
–De un camarero…Tenia sed–Le di la copa vacía y él algo enfurruñado la dejo en la mesa.
–Entiendo…Oye, si quieres podemos irnos ya ¿Vale? Estos ya están mas para atrás que nada.
– ¿Y a mi que? Yo quiero quedarme, todavía es temprano–Tom me observo completamente sorprendido. Seguro pensó que con gusto me largaría de aquí, y quizás si lo habría hecho antes pero ahora, era mi turno de Divertirme.
– ¿Quieres seguir aquí?
–Si…Tomi, quiero otra bebida.
–Te acabas de tomar una, ya es suficiente ¿No crees?–Me acomodo un poco la peluca, escondiendo un verdadero cabello mío por debajo de esta.
–Solo será un trago mas, anda ¿Si?–Se le notaba angustiado, al parecer la idea no le había gustado en lo mas mínimo, pero ni modo, no había nada que el pudiera hacer para impedirlo. De alguna manera algo de quedarme mas tiempo aquí era porque sabia que él estaría conmigo…Y yo como su novia.
– ¿Qué quiere la nena?–Keller, se aproximo mas para tratar de escuchar lo que estaba diciéndole a Tom, y sin importarme un comino ya lo que pensara, esta vez fui yo quien contesto a su pregunta.
– ¡Quiero otra bebida!–Tuve que alzar un poco la voz debido al ruido de la música, Claro que aun tratando de fingirla pero para lo bueno que soy…Pero fue suficiente para que Keller, pudiera escucharme. Ya no me importaba si notaba algo raro en mi voz, a fin de cuentas ¿Se supone que estoy ronca no? Para nada me agradaba la cara de Tom, por eso trate de evitarla al hablar ya que juro que me podía asesinar con su simple y penetrante mirada. El rubio, abrió los ojos expresivo, pero fue lo único que hizo ante mi valentía de pronunciar palabra.
–Ooooooh, eso es todo. Enseguida te la traigo–Se encamino directamente hacia la barra mientras yo esperaba.
– ¿Qué ya no te preocupa que te escuchen hablar?
–No, la música la distorsiona un poco, no te preocupes–Frunció la boca. Parecía algo inquieto, como si quisiera decirme algo, pero no lo hizo. Cinco minutos después Keller llego junto con mi bebida en mano.
–Aquí tienes, preciosa–Alce la copa y le sonreí para agradecerle. Enseguida me lleve todo el trago a la boca y lo bebí como si se tratase de agua, lo cierto es que estaba algo sediento–Woooow muy bien Devi, te lo has tomado hasta el fondo–Alzo la mano con la palma extendida instándome a que chocara la mía con la suya y simplemente le seguí la corriente–Genial, ¿Quieres que te traiga otra?
–No, ella ya no va a tomar más–Por el tono de voz de Tom, pude notar que feliz no estaba. Yo no estaba haciendo nada malo ¿Qué acaso no era lo que el esperaba que hiciera? Me acerque a Tom, lo suficiente como para parame frente a el y tomarlo de la cintura de apoyo al hablarle al oído…Simple impulso.
– ¿Por qué te enojas? ¿No desde un inicio querías que me divirtiera? Estoy tratando de hacerlo por ti, porque ya me canse de ser un aguafiestas, porque ya me canse de arruinarte y arruinarme la noche, porque aunque sea difícil quiero esforzarme para quedar como la mejor novia que has tenido frente a tus amigos, po-porque no entiendo el impulso q-que me incita a querer seguir jugando a e-esto…–Mi voz inesperadamente comenzó a quebrarse cuando un nudo se atravesó por mi garganta mientras me aferraba con mas fuerza a Tom. Había decidido dejar hablar al Bill que si era valiente, el que si se atrevía a ver con la verdad y aunque fuera difícil, a ya no engañarse… Y vaya, el valiente estaba vestido de chica… ¡El puto alcohol quizás!–…Q-quiero quedarme porque en casa solo podemos ser hermanos y…y…No sabes cuanto lo detesto–Oooh si, lo que antes no podía ver, ahora lo había aclarado. El porque de mi nerviosismo al tenerlo cerca, cuando me tocaba, cuando me sonreía o hablaba, el porque de todas mis reacciones tensas al verlo solamente o al celarlo cuando hablaba con chicas… ¿Por qué el? Algo dentro de mí latió con fuerza… ¡Bum, bum, bum! ¿Por qué apenas lo descubrí? ¿Por qué no pude prevenirlo antes? Fácil…Porque no quería. Amaba demasiado a mi gemelo, y no de modo fraternal. Y lo peor es que aun sabiéndolo ahora no me desagradaba del todo, pero no podía soportarlo. Antes de que pudiera reaccionar, me separe violentamente de el. Parpadee varias veces para que lo húmedo de mis ojos se desvaneciera y no me avergonzara más de lo que ya estaba. Tom, no dejaba de mirarme, casi me sentía succionado por esos dos ojos oscuros que aparentaban ser agujeros negros dispuestos a tragarse todo lo que había dicho. Por su reacción incongruente y asustada supe rápidamente una cosa…Había metido la pata hasta el fondo por haber hablado de más.
Me di la vuelta con la respiración a mil y directamente mi atención se centro en la barra…Comencé a caminar ignorando al ebrio de Keller y a mi gemelo, según…
– ¡Bi…Este….Devi! ¡Espera! ¿A dónde vas?
–Voy por un trago–O dos, tres…–Ahora vuelvo.
–Te acompaño–Me detuve sin voltearme.
–No es necesario, Tom. Mejor encárgate de que ninguno de tus amigos me siga ¿Si? ya regreso.
–Quiero hablar contigo…Por favor–Cerré los ojos con fuerza.
–Necesito despejarme un poco, te aseguro, no tardo–Tom pareció muy poco convencido ya que no escuche una sola palabra más de su boca. Ejercí de nuevo el paso, tratando de no chocar con alguien en el camino. O era yo o todas las personas comenzaron a balancearse de lado a lado, hasta el piso parecía moverse…No, yo era el mareado. Pero lo cierto era que moría de ganas por tomar otro trago ¿Qué había hecho? O lo peor ¿Qué había descubierto? Ahora prefería haberme quedado en la negatividad ya que me sentía muy mal, tenia ganas de hasta llorar…De todas las personas de las que pude haberme enamorado… ¿Por qué Tom?
De inmediato me sujete de la barda ya que podía notar las luces moviéndose a sus anchas por todo el lugar pero a una velocidad raramente vista…Comencé a carcajearme. Parecían luciérnagas que huían a toda marcha de insecticidas, me mareaban. Estaba empezando a sudar y la vista me daba vueeeeltas ¿O era la pista la que se movía? cuando me senté todo se volvió mas tranquilo, aunque las personas seguían moviéndose de un lado a otro…Sacudí la cabeza. No pensaba tardarme aquí, solo quería despejarme y beber algo un ratito. De todas formas ¿Que serán solo cinco minutos sin el…?
Tom
– Joder, aparece Billy…–Mi pierna no dejaba de saltar y mi puño golpeaba constantemente la mesa. Trate de ver entre toda las personas si por algún sitio lo lograba ver, pero no había ni rastro de el, era como si se lo hubieran llevado. Habían pasado veinte minutos desde que se alejo de la mesa supuestamente para ir por una bebida, pero aun aunque hubiera tanta gente aquí, máximo se tardaría diez minutos en volver…Me estaba preocupando. Desde que se fue no había podido dejar de pensar en lo último que me dijo.
“Q-quiero quedarme porque en casa solo podemos ser hermanos y…y…No sabes cuanto detesto eso”
Al parecer yo no era el único que pensaba de esa forma…Me mordí una uña. ¿Y si Bill también se ha sentido extraño? ¿Y si…Siente lo mismo que yo por el? El es mucho más débil que yo y no dudo que si estoy en lo cierto, Bill en este momento esta más asustado que nada, y no miento al decir que yo también. Necesitaba hablar con él urgentemente.
–Tom… ¡Tom!…Estas mas perdido que nosotros chaval ¿No escuchaste nada de lo que te dijimos? –Nada importante seguramente y ni siquiera me importaba hablar con ellos ahora, pero tuve que hacerlo.
– ¿No la ven?
–Ooouh, tu novia. Es tan calladita que ni notamos que no estaba. Ya enserio Tom, ¿En realidad andas con ella? Porque conociéndote se que harías todo por cumplir la puta apuesta…
– ¿No la habrá alquilado? Conozco calles donde se puede hacer eso.
–No creo, si así fuera seria una guarra o más habladora…Pero esta es diferente. Amigos, que se me hace que tendremos que acostumbrar a las pavitas a vernos con mostacho.
–La madre que nos pario…Adiós encanto, pero aun así se que puedo tener a la mujer que yo quiera, y si Devi no estuviera “Con dueño” seria la primera… ¡Ey!…Au, au, au… ¡Era broma Tom, suéltame!–Si, bromeábamos así antes, pero ahora se trataba de Bill, y a el nadie me lo molestaba. Le solté el cabello el cual había agarrado con el puño desde la raíz y Volker solo se quejo al sobarse la cabeza–Ya pues…Que si andas con ella entonces…
– ¿Creen que si no, estuviera preocupado por ella ahora? Busquen… ¿La ven por alguna parte? –Todos algo inseguros por mi preocupación, levantaron la cabeza y como radares comenzaron a buscar por todas partes al igual que yo.
–No la vemos por ningún lado, Tom… ¿Y si ya se fue?– ¿Irse? El no seria capaz. Dijo que quería quedarse ¿Pero y si mintió? Nonono, el me avisaría primero. ¿Pero y si aun no quiere verme? ¡No! Sigue aquí, estoy seguro.
–No, ella esta aquí. Seguro se perdió al querer regresar–Y aunque sonara ridículo, era muy lógico considerar esa opción.
– ¿Qué te parece si voy a buscarla?–Keller, se levanto de la mesa decidido a marcharse, no sin antes esperar mi respuesta–La encuentro y la traigo aquí sana y salva.
–No, en todo caso soy yo quien debe ir–Hice el intento de ponerme de pie también, pero Keller puso ambas manos en mis hombros, sentándome de nuevo.
–Eso parece ser lo mas lógico pero watcha, si ella regresa y no te ve en la mesa, huira despavorida si solo nos ve a nosotros–En eso tenia muchísima razón, conozco a Bill perfectamente y estoy seguro que si viera la mesa sin mí en ella, preferiría ir a buscarme y de nuevo un embrollo se armaría. No soportaba a mis amigos y mucho menos lo haría a solas con ellos, y lo cierto era que yo tampoco seria capaz de dejarlo rodeado de estos imbéciles, conociéndolos…Quizás tendría que considerar la idea de Keller– Déjame a mi buscarla, no será tan difícil como parece. Enseguida te la traería.
–No estoy seguro…
–Ahora no puedes pensar bien por que estas preocupado…Hombre, te portas de una manera muy sobreprotectora, eso no ayudara a nadie. Hazme caso–Después de darle varias vueltas al asunto, tratando de pensar en otras mejores opciones, no me quedo de otra más que tomarle la palabra. No dudo que Bill se enojaría al ver a Keller ir por el, lo más seguro que pensaría que yo lo mande a buscar. Pero no había muchas opciones y no dudo que también se renegara a venir si me veía a mí. Esto ya me estaba alterando.
–Vale, vale. Pero si no la encuentras vienes de inmediato a avisarme ¿De acuerdo? A ver si no viene antes.
–Por supuesto, no lo dudes–Me estrecho la mano y sonrió, fruncí el ceño. Rápidamente se escabullo entre toda la multitud y al instante se perdió entre ella.
–Tom, que no le paso nada, deja de tamborear la mesa que hasta un terremoto provocaras…Tranquilízate ya veras que ahorita la encuentra–No estaba muy confiado de eso pero decidí hacerle caso a Volker ¿Por qué tenia que preocuparme? Bill no es para nada estúpido y a fin de cuentas es un hombre que sabe cuidarse solo…Me repetía mil veces eso para calmarme.
12:45 Am
– ¿Crees que ya la haya encontrado?
–Exageras, apenas tiene cinco minutos que se marcho, se paciente–Paciencia era lo ultimo que tenia en este momento ¿Cómo quiere que este tranquilo cuando mi hermano esta perdido por ahí? Tenia poco tiempo que se había ido Keller, por lo que supongo yo tenía que seguir esperando.
01:05 Am
–Pero y este que…No ha venido ni el ni mucho menos con B-Devi–Empecé a dar golpecitos leves sobre la mesa con mis dedos y a seguir moviendo las piernas en tic nervioso. Aun no regresaba…
–Otra vez…Ya estas hartando Tom. Dale tiempo de buscar ¿Ya viste el gentío que hay aquí? Me imagino que no será nada fácil buscar a una persona aquí. Y suponiendo como es tu noviecita, capaz y hasta esta escondida por un rincón–Desvié la cara hacia la manada de gente que brincaba y bailaba en el centro. Un caos total. Supongo que entre uno era mas complicado buscar…Solo esperaría un poco mas. ¿Pero por que Bill no regresaba aun? Por favor que este bien…
01:23 Am
– ¡Abran los ojos! ¿No la ven?
–Tom, que no esta por aquí. Yo digo que esta por el otro lado. Pero Keller…
– ¿Saben que? Por mi Keller y ustedes se pueden ir a la mierda… ¡Yo voy a ir a buscarla! No es posible que ni eso sepa hacer bien “Yo voy a buscarla” “Te la traigo enseguida” ¡Demonios! De haber sabido hubiera ido yo mismo–Yo ya no estaba sentado desde hace un buen rato, me la había pasado caminando de un lado a otro en este mismo sitio, alzando la cabeza sobre todo el jolgorio de gente, siguiendo inútilmente las estúpidas ordenes de Keller al quedarme a esperar a Bill por aquí. Estaba demasiado enojado con todo mundo. Con el estúpido de Keller por no hacer bien su trabajo, con Volker y Zelig por estarme colmando la paciencia, con Bill por haber desaparecido y meterme en esta terrible angustia y sobre todo conmigo mismo por haber permitido que se marchara solo. ¡Pero que estúpido! Hasta a algunas de las chicas que se habían acercado para hablarme no les fue tan bien que digamos, pero nada se me hacia importante si no se trataba de Bill ¡Ya estaba cansado!– Estén pendientes. Si regresa o la ven me dan un timbrazo al cel.
–No Tom, no vayas solo. Mejor te acompañamos.
–Si, este ya jugo con nosotros…Es obvio que no regresara–No me gusto para nada la manera en que dijo esto ultimo, sonó tan aterrador. Pero debía considerar que tal vez ellos tenían razón ¿Y si no regresaba? Sacudí la cabeza borrando cada pensamiento malo y rápidamente con la mirada les dije que estaba de acuerdo– ¿Quieres que nos separemos?
–No será necesario. Solo mantengan los ojos bien abiertos–Separarse era una buena idea, pero ya no podía fiarme de ellos. Lo mas seguro es que terminarían perdiéndose también como lo hizo el tarado de Keller, pero agradecía su pequeña preocupación.
El primer sitio al que fuimos fue a la barra. Tuvimos que soportar varios empujones y pisotones e incluso uno que otro reclamo, pero no me importaba estar empujándolos para que se quitaran de mi camino. Al llegar a esta, nos fijamos bien buscando por todos lados, pero no había rastro de él por ningún lado. Incluso le pregunte al Barman por Bill, si no la había visto o si había venido por aquí, necesitaba saber.
– Pelinegra, alta, mmmh… ¿Vestía de negro?–Asentí– Oh, estuvo aquí hace como una hora mas o menos, solo tomo un trago y se marcho.
– ¿No vio por donde se fue?–Pregunto Volker.
–Por aquella dirección…Creo–Los tres volteamos hacia la dirección que nos había indicado y rápidamente emprendimos el paso–No se veía muy bien así que le dije que se fuera a casa–Stop.
– ¿Cómo? ¿Estaba enferma? ¿Algo le paso?
–Parecía estar mareada. Que va…alcohol es lo que le llamaría a su enfermedad, estaba ebria– ¿Perdón?–No dejaba de hablar y hablar de cosas sin sentido y de reírse hasta de una mosca que volaba a su alrededor.
–Vaya, por eso no la encontrábamos. Seguro esta más pérdida que nada–Lo que bromeo Zelig me cayó como agua fría…Bill no estaba bien. Y lo peor de todo es que estaba solo…O tal vez no.
– ¿Entonces dice que se fue?
–Vino un chico…Rubio, alto…–Todos nos miramos y con una simple palabra lo deducimos.
–Keller.
–Se fue con el.
– ¿Como y usted lo permitió?
–La chica pareció conocerlo ya que lo llamo por su nombre. Mas bien ella se levanto y se fue hacia donde les dije…El la siguió–Me quería arrancar el cabello de lo desesperado que me puse. Esto ya no me gustaba nada.
Comencé a caminar y caminar hacia la dirección señalada, con Volker y Zelig siguiéndome.
– ¡Cuando lo coja lo mato! ¡LO MATO! –Al levantar la mirada me fije en aquel sitio… ¡El baño! ¿Cómo no se me ocurrió? Tal vez había tenido algún problema y había entrado. Era una esperanza vaga ya que desde que el barman lo vio irse, una hora es lo que había pasado. ¿Y si no esta?
Llegamos a los baños y sin pensarlo me adentre en el baño de hombres buscando por todos lados.
– ¡Tom! ¿Qué haces?–Ni siquiera me fije que Zelig había entrado detrás de mi.
– ¿Tu que crees? Buscándolo.
– ¿A quien?
–Pues a…– ¡Coño! Era cierto. En este momento Bill no era Bill si no Devi. No seria nada lógico buscar a una chica en el baño de hombres ¿Cómo se me pudo ir ese detalle? Fue inercia–…A Keller, me tiene que explicar muchas cosas.
–No creo que este aquí, lo conoces. Si estamos de acuerdo en lo que estamos pensando que pudo haber hecho con tu chica…No creo que este en el antro.
– ¡No! si esta. ¿Sabes por que? Porque conozco a ella y se que no se iría de aquí con el.
–La emborracho, Tom, y…
– ¿¡Te quieres callar!? Ya se lo que hizo y por eso voy a matarlo cuando aparezca–Salí del baño hecho una furia. Azotando la puerta con fuerza…Con que le haya hecho algo…
Una vez fuera, le pedí a una joven que entrara al baño de chicas y se fijara si no veía a Bill por ahí. Le describí todos los rasgos de Devi y entro sin problema. Al minuto ya se encontraba a fuera con una negativa en respuesta. Me empecé a desesperar,
–No esta, no la encuentro…Sigan buscando ¿Quieren?–Yo ya no hablaba, si no mandaba. Ellos algo cohibidos asintieron, ¿Qué otra opción tenían? Empezaba a considerar la opción de que quizás si se había escapado de él y se haya marchado ya a la casa puesto que no lo veía por ningún lado. Incluso volvimos a regresar a la mesa por si acaso, pero no había nadie– Oigan, ¿Creen que se la haya llevado?
–Lo conoces…–Y vaya que si–Pero piensa, aunque le haya puesto los ojos a Devi, sabe que es tu novia. ¿Crees que seria tan cabrón como para bajártela?
–No me pongas cuestionarios, ahorita no estoy de humor para eso– Estaba confundido. ¿Por qué otra razón no aparecía? ¿Y Keller? Lo mande a buscarlo mas nunca volvió. ¿Dónde rayos podrían estar? No, no podía pasarme esto a mí. Aunque no sea por Keller, tenía miedo a que le hubiera pasado algo.
Me lleve las manos a la cabeza, tratando de pensar en que hacer. Vi entre el gentío una bolita de muchachas que bailaban entre si. Una de ellas tenía las manos arriba y en estas un celular, el cual usaba como si este fuera una luz. ¡Bingo! ¿Cómo no lo pensé antes? Rápidamente me lleve las manos a los bolsillos buscando con desesperación mi celular.
–Voy a llamarle– Busque el nombre de Bill entre los contactos, lo cual no fue nada difícil, y enseguida oprimí el botón de llamar.
Llamando…
Ring Ring…Ring Ring…
–Contesta por favor…Contesta…
Ring Ring…Ring Ring…
– ¿Qué pasa?
–No me coge el teléfono…–Colgué antes de que entrara al buzón y enseguida volví a marcar. Sonó una y otra vez y nada. Me extrañaba bastante. Bill por lo general siempre contestaba al segundo timbrazo pero en esta ocasión no fue así. Y si lo había traído por que yo mismo me había encargado de colocárselo dentro del sostén– ¡Joder, no me contesto!
–Yo le llamo a Keller– Volker, al parecer tuvo la misma respuesta que yo ya que marcaba y marcaba y nada por el otro lado del teléfono.
– No lo coge. Si, en definitiva esta con ella.
– ¿Quieres seguir buscando?
–Si, de aquí no salgo hasta encontrarla–Me preocupaban tres cosas…El estado de Bill, el grado de borracho que estaba y lo zonzo que podría ser para dejarse llevar con un desconocido ¿Y si lo había obligado? Supongo que Keller se llevaría una gran sorpresa al descubrir pequeño detallito en Bill, ya eso ni me importaba. Es mas…Ahora deseaba que lo supiera.
Nos envolvimos de nuevo entre la multitud todos pendientes de cada rincón. El era mi responsabilidad, en todo caso fue cosa mía haberlo traído aquí y ahora se me había perdido. Si le paso algo, juro que no me lo perdonare jamás…
Anduvimos por casi todo el enorme lugar, tratando de evitar a costa la muchedumbre de gente que se empujaba y bailaba como si de eso vivieran. La mayoría estaba en el centro y otras personas sentadas disfrutaban de conversaciones poco importantes.
Por casi en la esquina del lugar habían un alboroto mayor. Varia gente saltaba y gritaba como nunca, formando un gran circulo que rodeaba a personas que también bailaban. Hasta algunos tipos estaban subidos sobre las sillas, chiflando y aplaudiendo la polémica que había ahí. Pude ver unas manos por arriba de todos, supongo que de una de las cientos de personas que bailaban ahí…Todo un caos.
– Me rindo Tom. Ya hemos buscado por todos lados y nada que aparece.
–Debe estar aquí–Después de dar inútilmente otra vuelta al local, nos habíamos quedado en la barra Zelig y yo. El se encontraba sentado y yo parado…Ni siquiera podía descansar. Volker fue mandado por Zelig a buscar por los rincones, yo quise ir pero no me lo permitió ya que dijo que tenía que despejarme un poco de todo esto.
– Y dejando atrás a Keller ¿Cómo sabes si no se fue sola a su casa? Ya la hubiéramos encontrado si estuviera aquí.
–No, estoy seguro que sigue aquí, si no esta con Keller no se atrevería a irse sin mí, ella no lo haría. Así que deja de estar diciendo cosas absurdas y mejor vamos a buscar a Volker antes de que se nos pierda también–Solo di un paso cuando él me tomo del brazo.
–Tom, te lo digo en buena onda. Venimos a divertirnos no a estar de niñeras toda la noche.
– ¡Como puedes decir eso! ¡Esta perdida! no es nada normal que desaparezca así como así.
–Lo se, hombre. Pero cálmate, así alterado no conseguirás nada.
– Me vale, yo voy a ir a buscarla en vez de estar perdiendo el tiempo contigo.
– ¡Que no Tom, espera! Ya, no exageres. Mira, si sigues buscando jamás aparecerá. No as escuchado la frase de “Si tienes algo déjalo libre y si lo recuperas…No…Si regresa te lo quedas y si no…Bueno, no me acuerdo muy bien ahora, pero el chiste es que si dejas de buscarla seguro aparece. Siempre pasa.
– ¿Entonces quieres que me quede de brazos cruzados sin hacer nada esperando a que aparezca?
–Exacto. ¿Ves como nos entendemos? –Cerré los ojos con fuerza. Esto cada vez estaba peor. Esperar no me ayudaba en nada y estaba que sacaba chispas por mi hermano ¿Pero donde coño estaba? Cuando abrí los ojos me fije en una silueta que venia corriendo velozmente hacia a mi…Volker.
– ¡Tom!…Uff…No vas a creerme esto–Por su expresión suponía que debía ser algo sumamente importante para mi, a lo que rápido lo tome de los hombros y lo sacudí frenéticamente para que hablara.
– ¿¡Que pasa!? ¿La encontraste?… ¡Dime que la encontraste por favor! ¡Habla!
– ¡Hey! Amigo…Me vas a romper el cuello–Sin reaccionar, enseguida lo solté. Volker solo se quejo y se sobo el cuello el cual había sido casi doblado por la zangoloteada que le di. Pero ni su casi fractura me importo.
– Ya… ¿Qué paso? ¿La viste?
–Auh…No estoy seguro.
– ¿Cómo que no estas seguro? No te entiendo… ¡La viste o no!
–Cálmate Tom–Zelig se puso entre los dos al ver la situación…Volker era un pequeño gatito y yo un perro rabioso– Volker, Habla de una vez antes que Tom te acribille…
–Bueno…O fue mi imaginación o era tu tímida novia la que encontré bailando en aquella multitud desenfrenada.
– ¿¡Como dices!?–Volker me señalo la dirección de donde había venido. ¿¡Que!? Si era la misma avalancha de gente que habíamos visto varias veces, en un rincón, gente rodeando a personas que bailaban…Rápidamente me dirigí hacia la enorme cantidad de personas que se encontraba rodeando la mesa a la que se refería Volker …¡No! Solo rodeaban a una sola persona. Al llegar ahí me escabullí entre toda la gente, empujando de mala gana hasta lograr colarme hasta el frente…Casi me dio un ataque.
– ¡Ey, ey, ey!…hip…No creerán que me verán los calzones, eh…hip…Para eso las putas de sus casas jijijijiji…–Soltó tan natural entre risitas estúpidas y pasos verdaderamente torpes…Y no lo digo por que caminaba si no porque al estar parado solo en la única mesa que rodeaban…Estaba bailando. ¡Si, lo había encontrado! Y de que manera.
– ¡Vamos nena, muévete mas!
–Eah, eah…Eah, eah…No te cortes… ¡Enséñanos como te mueves, preciosa!
–Así se mueven…hip…las serpienteeees… ¡Eeeeaah!–Con los brazos al aire y con la cabeza echada hacia atrás, comenzó a mover la cadera de un lado a otro, despacio, tratando inútilmente de menearse a un ritmo deseado ya que no dejaba de balancearse…Hasta temí que cayera al suelo. ¿Pero como llego a esto? La boca debía llegarme al piso de lo impactado que estaba.
–Alaaaaa… ¿Si es tu novia? Pero mira que bien se mueve–Zelig se unió a la bulla y yo quise acribillar a todos los presentes…Iniciando con Bill. A pesar de su estado, aun seguía disfrazado de chica cosa que agradecí, pero en definitiva su actitud era de un mismísimo payaso de circo. Estaba bailando hasta arriba de la mesa tan sonriente y vivaracho que fue imposible de creer. Jamás lo había visto comportarse de esa manera tan poco común de el y mucho menos verlo bailar así ¡Ya que jamás lo había visto bailar!… ¿Qué no le gustaba? Ahora parecía que me había timado. Movía las caderas de una forma tan disfuncional que no comprendía como atraía tanto la atención de todos aquí presentes…Aunque lo coqueto no se le iba ni aun estando rapado. Tenía ambas manos arriba mientras brincaba una y otra vez, haciendo ruido con las botas cada vez que caía ¡El puto vestido casi se le alzaba cada vez que hacia eso! Y a el ni parecía importarle.
– ¡Que no muevan la mesa!…hip…Que me caigo y ya no hay nadaaaaa–En realidad era Bill el que se balanceaba, no dejaba de reírse por las cosas que decía y como no, comenzó a dar palmas y a incitar a la gente a que siguiera aclamándolo–…hip…Vamos…Eah, eeeah, eaah…Bailen conmigoooo jijiji…
– ¡Vamos nena!…Muéstranos mas cositas.
– ¡Muévelo mas! …Si, así…Eeeeaaaaah…
–Jijijiji…hip…
– ¡Quítate ese vestidito!… ¡Yo te doy cien, preciosa!–Pero que…Ni cuenta me había dado. ¡La mayoría de los espectadores eran hombres! Todos estaban gritando y aplaudiendo e incluso vi varias manos que ofrecían dinero a cambio de que él siguiera con su “Show”…La sangre me hirvió de coraje. Con empujones me fui acercando a un tipo que trataba de tomarle fotos por abajo del vestido, pero tras mi trayecto, alguien llamo mi atención…Keller. Estaba como no, hasta el frente, un poco alejado de nosotros. De hecho el era uno de los que tenían dinero en sus manos…Desgraciado. No se cuantos pasos di pero cuando me di cuenta ya lo tenia enfrente…Lo tenia, ya que con el tremendo empujón que le di retrocedió varios pasos, llevándose consigo a varias personas que estaban de tras de el las cuales dos de ellas eran chicas, pero no me importo.
– ¡Tu!… ¡Eres un autentico hijo de puta!–Con los puños cerrados me acerque a él antes de que pudiera levantarse y la cara de horror de Keller no fue impedimento para que lograra detenerme, el no…Pero Volker me tomo por la espalda y detuvo mi previa pelea– ¡No!…Déjame. ¡Me las va a pagar!
–No empieces una pelea ahora, Tom…–Zelig fue directo hacia Keller y lo levanto del suelo pero de inmediato lo sujeto para que no se me acercara y prevenir que esto se vuelva algo mas grave.
– ¿¡Qué le hiciste!? Por que se que fuiste tu…
– Se esta divirtiendo ¿No? Cosa que tu no lograste hacer desde que llegamos.
– ¡Llevo mas de una puta hora buscándola! ¿Por qué no la trajiste cuando te lo pedí? ¿Qué pretendías hacerle?…Te conozco, no mientas.
–Ey, a mi no me eches el muerto por la actitud de tu noviecita. Yo no tuve nada que ver. Cuando la encontré trate de hacer que regresara pero ella no quiso venir.
– ¡Mentira! Keller, cuando te ponga las manos encima juro que te…
– ¡Ya estuvo! Tom, nosotros nos encargamos de el, tu mejor ve antes de que alguien le meta mano a Devi y ahí si no hay quien la defienda– ¡Cierto, Bill! Me había olvidado por completo que seguía en la mesa. Dejando atrás mis reproches, y dándoles la palabra a ellos, me solté de golpe y les di la espalda para acercarme de nuevo a Bill, ya después le rompería la cara a Keller, total, no seria la primera vez que lo hiciera.
Cuando me pare frente y debajo de el, no me extraño para nada verlo bailando y brincando aun con la enorme sonrisa en su rostro, era como si no le importara nada las curiosas miradas hacia el, no a el, pero a mi si.
– ¡BILL! –Grite. Mis compañeros no estaban aquí así que no me preocupe al nombrarlo con su nombre. De inmediato, pareció como si la música parara a su alrededor ya que dejo de bailar. Se quedo quieto por un momento, buscando hacia ambos lados hasta que tuve que alzarle la mano para que me viera…Funciono. Los ojos le brillaron cuando me vio y su sonrisa que había desaparecido, renació.
– ¡Toooooom! –Camino hacia mí, pero arriba de la mesa, con esta tambaleándose y Bill ni cuerdo para caminar bien, casi se cae de boca si es que no le hubiera tomado de la mano fuertemente antes de hacer más el ridículo. El cabello se le fue casi todo en la cara y tuve pavor al pensar que se le podía caer, pero la condenada estaba bien adherida a Bill. Se llevo el cabello de mala gana hacia atrás sin mucho éxito, ya que varios mechones se le quedaron pegados en la cara por el sudor que tenia. Se paro de nuevo aunque quedo encorvado aun sin soltar mi mano– ¡Ven aquí, baila con tu nooooviiiiaaaa!–Gritó esto ultimo con mas fuerza y yo casi casi estuve a punto de venerarlo al ver a todos los mirones observarnos.
– ¡Nooooooo, que tiene novio!
– ¡Déjalo! Mejor vente con nosotros, preciosa.
–Ya, que este te pega un golpe como lo hizo con el otro tipo.
– Pero se la lleva…No, déjala bailar.
– ¡Aguafiestas, aguafiestas, aguafiestas, aguafiestas, aguafiestas, aguafiestas…!–fruncí el ceño con tan solo escucharlos ¿De que iban? Si fuera pulpo ya los hubiera golpeado a todos.
–Tomi…hip…Yo quiero bailar contigo.
– ¡Ya! ¿Estas de coña? Te bajas ahora porque te bajas–Aproveche su débil agarre para tirar de él fuertemente y lograr que se bajara de la mesa.
– ¡Aaaaaah!–Casi me deja sordo cuando grito al sentir el vértigo de la caída. Lo sostuve en brazos para evitar que se lastimara. Era todo un desastre. Se tambaleo varias veces antes de poder enderezarse por completo y ni eso logro hacer. Lo aleje de la multitud enardecida y me lo lleve fuera de la pista de baile no sin antes escuchar unos que otros reproches de partes de “Sus admiradores”– ¿Por qué me bajaste? Querían pagarme ¿No viste?…hip…Iba a se millonario–Trato de zafarse de mi agarre pero no se lo permití. Aunque no me gustara nada la idea de haberlo encontrado bailando para un montón de hombres calientes, sentí un alivio enorme al tenerlo frente a mi, algo exhausto, perdido, vestido aun con esta incomoda ropa pero sonriente al verme…Lo abrace fuertemente. Sentí su delgado cuerpo encajar con el mío, y su frente recargarse en mi hombro.
–No vuelvas a desaparecer de mi así ¿Quieres?
–Tengo sueño.
–Bien, nos vamos ahora–Si era necesario tener que cargarlo para sacarlo de aquí, estaba dispuesto a hacerlo, era más que obvio que Bill no estaba en sus cincos sentidos.
–Espera Tom, quiero sentarme…– ¿Y ahora que pasaba? Empezó a aflojar más el cuerpo, lo sentí mas pesado cada vez.
–De acuerdo, sentémonos, pero solo por un momento ¿Si?–Bill asintió débilmente y enseguida nos sentamos en la primera mesa que vimos libre– ¿Te sientes bien? –Coloque mi mano sobre su mejilla, cerciorándome si no estaba enfermo o algo. Bill tenía los ojos cerrados y la cabeza la tenia apoyada en la mesa– ¿Por qué no regresaste? Estaba muy preocupado por ti.
– ¿Te enojaste conmigo, Tom? –Levanto la cabeza algo flojo, rascándose la peluca, supongo que ya le molestaba.
–Nada de eso ¿Por qué lo dices?
–Vino tu amigo ese…El rubio, dijo que tenia que volver con el a la mesa…Yo estaba esperando mi copa, no podía ir…cuando me la dieron el me jalo del brazo y…y, dijo que tu habías dicho que te dejara solo por un momento–Ese estúpido, como no lo tenia en frente.
–Dime que más te dijo.
–Quería llevarme a casa…Auh…–Frunció el ceño y se tomo la cabeza, supongo que le dolía. Me acerque y le masajee las sienes con la llena de los dedos, el bajo las manos y cerro los ojos dejando que lo hiciera–…Tom ya se fue, dijo que te llevara a casa para que no te regreses sola. Eso mismo dijo ¡HA!… El tonto creía que yo era mujer jijijji.
– ¿Eso te dijo?
–No le creí. Me escondí entre toda esta gente y…El me siguió.
– ¿Y Después?
–Vi una mesa aaaaalta y me subí en ella para buscarte y… ¡Pusieron la canción que me gusta!… Hace mucho que no la escuchaba… ¡Es que yo no quería bailar solo! Quería bailar contigo…–Me agarro la mano y coloco su cabeza encima, recargándola en ella. Tenia los ojos cerrados, solo podía sentir su respiración rozar mi muñeca…Era cálida–Dijiste que no me soltarías…
–Ya no lo hare, te lo prometo–Le quite el molesto mechón que tenia sobre la cara y se lo coloque tras la oreja. Entonces todo esto había sido culpa de Keller. Debí suponerlo. Ahora entiendo por que jamás regreso ¡Quería llevarse a Bill! O mejor dicho, a Devi. No quiero ni imaginar lo que hubiera pasado si lo conseguía. No me preocupaba nada tener que explicar por que Devi resulto no ser mujer, si no mas bien, lo que seria capaz de hacerle keller a Bill al descubrirlo. Después arreglaría cuentas con el, y vaya que tengo buenas maneras de hacerlo–Oye Bill, ¿Recuerdas cuantas copas te tomaste desde que desapareciste?…Bill, no te duermas.
–No duermo…Solo me tome una.
– ¿Estas seguro? No me mientas…
–No miento, solo llevo la que bebí en tu mesa…La que robe del camarero jijijiji…Y una con la de la barra ¿Crees que me lleven a la cárcel?–Era ilógico que se comportara tan extraño solo con tres copas, ni siquiera era alcohol solo. Lo mas seguro era que se le había subido por lo rápido que se las tomo.
–Esta bien–Le di un pequeño abrazo con una sola mano, puesto que la otra aun seguía debajo de la cabeza de Bill.
–Cuatro.
– ¿Qué?
–Fueron cuatro, no conté la que me dio el Rubio.
– ¿Te dio una bebida Keller?
– Seeeeh… ¿No te acuerdas?… El mismo fue por ella a la barra, tu estabas…– ¡Cierto! Keller había ido por la bebida de Bill, el mismo fue quien se la trajo, entonces quiere decir…
–A ver Billy, mírame…–Lo tome por el mentón y le alce el rostro, acercándolo para verlo mejor. Los ojos no dejaban de marearlo al estarse moviendo sin rumbo fijo, ni siquiera podía mantener la mirada fija en mi por mucho tiempo, se le desviaba y estaban completamente rojos… ¡Desgraciado mal parido! ¿Como rayos pude pasar eso por alto? Ahora encajaban todas las piezas. Volker, Zelig y sobre todo Keller, tenían una especie de estrategia cobarde para conquistar chicas. Les compraban bebidas con un sobreactuado gesto de caballerosidad. La llamaban entre ellos “La bebida mágica” ¿Cómo se atrevió a hacer ese truquito con Bill?…Si, lo había drogado. El muy canijo le había echado el mismo polvo con el que droga a sus victimas. Una droga suave, solo te confunde al principio, lo suficiente para llevar a cabo sus planes ¿Pero como si sabía que era mi novia? Simplemente con Bill, hasta el más heterosexual rompía los esquemas con apenas mirarlo. ¡Este me las tenia que pagar! Solté a Bill y este rápido se recargo de nuevo sobre la mesa. Lo contemple discretamente, estaba calmado, tenia los ojos cerrados, respirando tranquilamente. Yo no era experto en esto, pero tal vez los efectos ya empezaban a pasársele. Apreté el puño con fuerza al igual que los dientes completamente cabreado… ¡Yo a él lo mataba!
–Ven, levántate–Alcé a Bill por la cintura una vez que lo desperté–Es hora de irnos, te veo muy cansado.
– ¡No es cierto! no quiero irme aun…
–Lo siento pero ya es tarde, ya estuvimos mucho rato aquí.
–No, todavía falta que hagamos algo…–Me tomo de la mano y algo mas firme, empezó a caminar directamente hacia la pista…Yo me mantenía fijo en el por si tropezaba pero de inmediato empecé a entender sus intenciones. Trate de zafarme pero al parecer tenia mas fuerza de la que creía.
– ¿Qué es lo que estas haciendo?–Se detuvo en un punto fijo entre la multitud danzante y de inmediato enrosco sus brazos alrededor de mi cuello, de nuevo poniendo todo su peso sobre mi.
–Todavía no he bailado contigo–Antes de que pudiera decir algo, sentí como empezó a moverse, o más bien a balancearse lentamente de un lado a otro en el mismo lugar, contagiando en mi el ritmo de sus pasos. Por inercia lo rodee de la cintura suavemente y el recostó su cabeza sobre le hueco de mi hombro y mi cuello, sintiendo su respiración chocar sobre mi piel. De puro instinto le bese la cien y el sonrió…Lo tenia tan cerca. Muchas miradas se posaban en nosotros ya que nuestros pasos no concordaban en absoluto con el ritmo de la música. Todos brincaban y se movían frenéticos, pero nosotros mas bien parecía que bailábamos un Vals…Me gustaba. En nuestro mundo solo estábamos el y yo. Jamás me había sentido tan cómodo con una persona.
–Bill, este olor es…–Al tenerlo tan cerca, pude darme cuenta de algo.
–El perfume de mamá. Tenia que oler a chica…Incluso también me puse su desodorante, solo espero que mama no se entere jijijijij…No le digas eeeh…
–No lo hare…–Todo lo que había hecho por mi y yo aun no se lo había agradecido–Gracias por ayudarme en esto, de verdad que te debo miles.
–No quería verte con bigote, así que también el favor fue para mi–Lo escuche reír mientras sus caderas no dejaban de menearse despacio– Me gusta estar así contigo Tom, solitos los dos, sin tus amigotes.
–Créeme que no miento al decir que a mi también–No sabes cuanto…
–Te quiero mucho, demasiado, Tomi…–Trague saliva. Nunca era necesario decir que nos queríamos ya que eso era más que obvio, siempre nos limitábamos a estar separados, no hacíamos nada sin el otro y eso pudo haber ocasionado que mis sentimientos tomaran otro tipo de afecto por mi hermano, pero ¿Qué era lo que pensaba realmente, Bill? Hace rato había mencionado algo que me dejo seco y nervioso por largos minutos, no quería hacerme ilusiones con nada, pero si tuviera que deducir algo con lo que llevo conociéndolo…Diría que somos mas parecidos de lo que pensábamos…Lo abrace mas fuerte– Te quiero de aquí hasta las estrellas de ida y vuelta–Ingenioso como siempre. No pude evitar reír.
– ¿Enserio? No sabía que me querías tanto…
–Es que antes no lo había notado, bueno si, pero…Ahora me doy cuenta que te quiero mucho mas y…Además nunca te lo había dicho.
–Me alegra que lo hicieras…Por que ¿Sabes? Yo te he querido mucho antes y mucho más de lo que tú me quieres y me llegas queriendo de ese modo–Tal vez me había apresurado al contestarle de esa forma, pero comenzaba a sospechar que yo no era el único que se sentía culpable al esconder algo prohibido. Y al sentir a Bill asentir, afirme que no estaba equivocado…Mi corazón dio un vuelco de felicidad. Sabia que Bill no estaba en sus creces, pero antes de este estado, me había casi confesado lo mismo que yo había tratado de gritarle todos los días, por eso creo que en el estado en el que esta, le había dado mas valentía para acercarse conmigo de esa forma…La embriaguez solo lo empujo a hacer lo que antes no se atrevía. Sentí sus labios pegarse a mi cuello, quietos, inertes. Entrecerré los ojos.
–Dime…–Rozaban mi piel– ¿De aquí hasta donde?–Con un poco de esfuerzo, levanto la cabeza para poder mirarme, lucia tan adorable. Sus ojos ya se mantenían fijos en los míos…Brillaban. Pero aun estando mejor, seguía un poco colocado. Me encantaba lo tierno de su comportamiento.
–De aquí hasta la galaxia que aun no ha sido descubierta–Ladeo la cabeza.
– ¿Y por que no ha sido descubierta…?
–Por que esta muy lejos, y necesitan tardar millones de años para encontrarla–Sonrió enormemente y abrió la boca en un total asombro, como si lo que acabara de escuchar fuera algo sumamente sorprendente.
–Aaw entonces si me quieres muuuuchooooooo–Asentí. No dejaba de mirarme y yo tampoco a el, sus ojos me habían atrapado totalmente– ¿Sabes? Me ha gustado mucho ser tu novio.
–Mas bien mi “Novia”
–Mmmh…También–Ambos nos seguíamos moviendo lentamente, era como si todo lo que se encontraba alrededor nuestro hubiera desaparecido…–Eres muy guapo.
–Tu también eres muy guapo, Bill.
–Es por que somos gemelos–Solo una pequeña risita traviesa al reírse de su propia broma.
–Si…Somos hermanos…–Y como si alguien le hubiera puesto pausa a una película…Nos mantuvimos Bill y yo mirándonos a los ojos los cuales de ambos perdieron el brillo. De pronto esa pequeña burbuja en la que habíamos entrado ambos, se reventó en un segundo y nos hizo caer a la realidad. “Somos hermanos” Nunca creí poder odiar una palabra tanto como lo había llegado a hacer. Bill me hacia sentir muchísimas cosas hermosas con tan solo verlo, me transportaba a lugares sumamente bellísimos. Pero lo nuestro simplemente era un espejismo.
–Tom, Y si no fuéramos hermanos… ¿Qué hubiera pasado entre nosotros?
– ¿A que te refieres?–Se mordió el labio y parpadeo varias veces, tratando de pensar.
–Bueno…Sabes ahora que te quiero demasiado…
–Aja…
–Que siempre te he querido…
–Si…
–Pero no sabes que…Es amor mas allá de lo fraternal…Te quiero mucho más que un hermano. ¿Tú también me quieres así?–Bum, bum, bum, bum…
–Desde siempre–Agacho la mirada y sonrió algo apenado. Parecía un niño al que apenas le explicaban las cosas.
–Entonces…Si fuéramos hermanos normales no podríamos estar bailando así ¿Cierto?
–Cierto–Lo tome de la espalda baja y lo pegue mas a mi. Bill me envolvió mas con sus brazos y pocos centímetros eran los que nos separaban.
–Entonces…Si fuéramos hermanos normales jamás me hubieras pedido a mí que me hiciera pasar por tu novia y si yo fuera normal jamás hubiera aceptado ¿Cierto?
–Cierto–Le acaricie la peluca con los dedos y observe descaradamente el falso pecho de Bill, acordándome por todo lo que tuvo que pasar para tenerlo. Le acaricie la espalda, sintiéndome un poco culpable. Sentí sus delicadas manos tomarme del rostro.
–Y entonces…Definitivamente si fuéramos hermanos normales…No podría hacer esto–Cerro los ojos y se acerco lentamente, impactando sus labios en los míos. Al principio estaba como en estado de shock, pero al sentirlos perfectamente amoldados a los míos, suaves, cálidos, presione mas sobre ellos logrando que un suspiro saliera de la pequeña nariz de Bill. Sentí un leve cosquilleo en el estomago cuando sin demora ni otro contratiempo, empezó a mover suavemente sus labios. Yo le seguí, los entreabría y cerraba casi al compas de él. Sin darme cuenta, ya me encontraba sumergido en el encanto del beso. Sabía que esto ya no era incorrecto, que mi conciencia estaba de mi lado al gritarme que por fin podría ser completamente feliz con mi gemelo…De la forma que ambos queríamos. Lentamente sus manos empezaron a acariciar mi rostro y fueron descendiendo poco a poco hasta mi cuello, rozándolo sensualmente con las uñas. Al ya no poder controlar los suaves movimientos de nuestras bocas, comencé a profundizar el beso, acariciándolo con la punta de la lengua hasta que el me permitió entrar al abrir levemente la boca. Ladeo la cabeza del lado contrario que yo y nuestras lenguas comenzaron a rozarse por primera vez la una con la otra, sintiendo un exquisito placer. Coloque una mano detrás de su nuca, sentía como se relajaba cada vez que cambiaba de lado. Lo acerque mas a mi cuerpo con la ayuda de mi otra mano a lo que el pareció no importarle. Lo bueno que Bill estaba vestido de esta forma, si no ya me imagino las miradas y comentarios indiscretos hacia nosotros. Empezaba a entrar en calor y nuestro beso a salirse de control, podía jurar que cualquiera que nos viera pensaría que nos estamos comiendo el uno al otro. Nuestras respiraciones se sentían agitadas ya que nuestro pecho no dejaba de subir y bajar. Comencé a cerrar y abrir la boca sobre la suya, besándolo dulcemente con un pico cuando comenzamos a separarnos. Pego su frente con la mía, ambos sin abrir los ojos aun. Yo quería seguir en este sueño, porque si, de ahora en adelante lo sabía…La pesadilla se había ido.
–Bill…Dime que esto es real, por favor–Le acaricie los costados al abrir los ojos, el ya me miraba. Me alegró ver como sonreía.
–Es real…–Me dio un tierno beso en la mejilla, cerré los ojos por el gusto…Lo sentí eterno–…Y también fue delicioso ¿A que si, Tomi?
–Estoy de acuerdo…
–Otra vez ¿Si? Dame otro beso…–Bill me rodeo de nuevo con sus brazos, acercándose peligrosamente a mi rostro–Uno chiquito…–Sin esperar a que le contestara, termino por dármelo el…Esa carita tan expresiva que tenia, se le notaba feliz– ¿Me das otro? –Esta vez si fui yo quien se lo dio, suave, un pico solamente–Otro…–Le obedecí–Otro…–No paraba de sonreír cuando lo besaba al igual que yo. Parecíamos dos chiquillos que acababan de dar su primer beso y la sensación les había gustado…Muy adictivo–Otro mas…
–No, Bill espera…
– ¿Dijiste que no?
– ¿Ya no te sientes mal? –Tenia que asegurarme. Bill frunció el entrecejo, pensativo.
– Ya no veo las luces moverse como antes…Me siento mejor contigo.
–Y ¿Sabes lo que acabamos de hacer? –Ladeo la boca, mirándome.
–No estoy borracho si eso es lo que piensas…Ya no. Y si, se lo que acabamos de hacer y no pienso olvidarlo si es lo que temes…–Si temía. Muchas veces en este estado las personas olvidan las cosas…Temía que a Bill le pasara lo mismo. Aunque Bill ya se notaba mas despejado, normal, seguía un poco ido…Pero confiaba que lo que hacia era lo que verdad sentía.
–Confió en ti.
–Y… ¿Me das otro beso?
– Sera mejor que nos vayamos a casa.
–Solo uno mas, de este tamaño…–Hizo un gesto con la mano simulando tener algo pequeño en ella.
–Bill…
– ¡Eres mi novio!…Y quiero que lo sigas siendo. ¿Lo serás aun después de hoy?
–Lo seré… ¿Tu serás el mío?
–Ya lo soy…–Ambos sonreímos. Jamás pensé que llegara a pasar esto algunas vez…Se siente raro cuando lo sueños se vuelven realidad–Mi beso…
–Ya nos vamos, te prometo que cuando lleguemos a casa te daré otro beso, uno mas grande ¿Si? –Quería sacarlo de aquí, quería tenerlo mas seguro en casa, por lo que si accedía a su petición nos demoraríamos mas…Conociéndolo.
–Nooo, ahorita mejor…
–Ya dije Bill, si quieres otro beso, tendremos que llegar a casa primero–No imagine el día en el que Bill, me estuviera casi rogando por un beso, era muy sorpresivo para mi. Bill, dudo un poco mi propuesta, pero al final pareció convencerse.
–Esta bien, vámonos ya–Lo tome de la cintura y enseguida nos dirigimos hacia la salida. Pero justo antes de salir, me fije que el relleno ya casi se le salía, quizás por apretarlo tanto.
–Aguarda…–Lo detuve antes de que saliera y empuje todo para adentro, acomodándole y escondiéndole todo el arrugado papel que llevaba puesto desde hace varias horas. Bill solo miraba lo que hacia en silencio.
–Tan pronto y ya metiéndole mano ah…–Me quede estático de impulso y tras dos segundos después de reaccionar, quite mi mano del pecho de Bill, quien solo se mantuvo mirándolos algo aturdido. ¿Tenia que encontrármelos justo antes de irnos? Creí que ya se habían largado. Rápidamente voltee y con el dedo corazón le dije todo lo que tenia que decir.
–Seguro hasta lo oscurito se fueron ¿No? No los encontrábamos por ninguna parte y ya vemos porque…
–Solo nos besamos…–Bill, me tenía sujeto por la cintura en un intento de abrazo. Fue el quien contesto su pregunta ingenuamente.
–Oh, vaya, pero miren nada mas que vocecita te cargas… ¿Ya hablas nena?–Volker, empezó a reírse como si lo que hubiera dicho Zelig, fuera lo mas gracioso del mundo…Par de idiotas.
–No con ustedes, pero si con mi hermanito… ¿Verdad que ya te dije cuanto te quiero, Tom?–Casi me da algo. Mire a ver a Bill para evitar que hablara de mas ¿Qué aun seguía perdido?…Esa sonrisa macabra, esos ojos firmes contra los míos… ¡Lo hizo apropósito! Le achine la mirada a lo que el solo ensancho mas la sonrisa. Solo esperaba que con su bromita, este par de imbéciles no se hayan percatado de eso.
– ¿Tu hermano?
– ¿Le dijo hermano?
– ¿Pero de que va?–Ambos intercambiaban miradas algo incomprensibles. Se miraban extrañados o más bien desconcertados. Como sea tenía que aclararlo.
–Esta borracha…Confunde las palabras…–Bill me pellizco el costado, por lo que me aguante el quejido que si no…
–Oh, ya veo…–Ambos parecieron convencerse por lo que pude respirar aliviado.
–Tom, ya quiero irme…
–Si ya nos vamos…–Pero antes…– ¡Oigan! ¿Saben donde se metió Keller?
–Se nos escurrió de las manos, pero cuando lo volvimos a ver ya se estaba yendo con una guapa rubia hace como una media hora…Ya vez–Se encogieron de hombros. Con que ya se había ido. Vaya forma que encontró para librarse de mi, pero ni crea que esto se quedara así, mañana mismo me las arreglo con el.
–Luego “Hablo” con el…Nosotros ya nos vamos, nos vemos después.
–Directito a sus casas eh…No se desvíen.
–Aja, si, como digas…–Reímos y ambos se despidieron de “Devi” esta vez sin beso en la mejilla puesto que el se encontraba completamente aferrado a mi cuerpo. Solamente se limito a despedirse de ellos con la mano.
Al salir nos dirigimos al auto, subí a Bill con cuidado del lado del copiloto y me asegure de que se pusiera el cinturón. Enseguida me subí al auto.
– ¿A casa? –Pregunto.
–A casa–Sonrió y entrelazo su mano con la mía, la cual bese segundos después.
El auto lo puse en marcha…
(…)
–Hum…Tom, ah…–Bill no dejaba de apretarme la camiseta por la espalda, envolviéndola con sus puños al sentir mi boca besar su esbelto cuello. Su sudor sabía justo como lo había imaginado. Ladeaba mas la cabeza mientras mi lengua tímidamente comenzaba a recorrerle la piel de arriba abajo. Comenzó a enrollarme con las piernas la cadera, empujándome mas contra el.
En resumen…El pequeño beso que le había prometido al llegar a casa se nos había salido de las manos al no poder controlar las caricias con las que lo acompañamos y sin darnos cuenta de cuando y como…Acabamos tumbados en la cama de su cuarto, devorándonos sin límites y continuando el beso en algo más intimo.
Bill comenzó a meter sus manos por debajo de mi camiseta y sin esperar a que me lo pidiera, me hinque para quitármela por completo, dejando mis trenzas caer sobre mi espalda. Note sus mejillas arder al plantarse directamente sobre mi pecho, el cual acaricio con las uñas suavemente.
–Jamás te lo había dicho pero…Me encanta tu cuerpo. Es muy diferente al mío. Y no porque este vestido de chica–Me erguí un poco, posando ambas manos a los lados de su cabeza, mirándolo desde arriba.
–Definitivamente eres mi gemelo…Piensas igual que yo solo que en contrario–Me acerque y le plante un beso en los labios el cual acepto con gusto. Me enderece de nuevo y quede sentado de rodillas entre sus piernas–Ven aquí…–Sonrió. Lo tome de las manos y lo inste a que se levantara lo cual hizo de inmediato. Me rodeo la espalda con sus delgados brazos y yo hice lo mismo…Pero en vez de abrazarlo como él lo estaba haciendo, realice otra cosa. Comencé a bajarle el cierre del vestido que por nuestras ansias, todavía usaba. No sin antes desamarrarle el moño que se había hecho en el frente. Lo fui desprendiendo lentamente de él, primero por los hombros, que al verlos al descubierto no dude en besarlos mientras el vestido iba descendiendo hasta lograr sacar los brazos que me envolvieron de inmediato el cuello, teniendo un soporte para evitar caer de espaldas…Lo cual no era necesario–Acuéstate…–Lo fui empujando despacio, cuidando que su cabeza no chocara con la cabecera de la cama, hasta que quedo recostado con los brazos extendidos a los lados de su cabeza. Tuve que aguantarme la risa al verlo con el sostén relleno de calcetines y papel. Con la peluca aun puesta…Joder hasta de los dos sexos hubiera sido tremendamente hermoso. Parecía una chica, ignorando que le pecho era falso, sus facciones me derretían…Pero esta vez yo no quería tener nada con Devi, si no con Bill.
–Ya, ríete…Se que doy risa ¿A que no?
–Bueno, desde siempre con solo mirarte me hacías el día para lograr sonreír. Esto solo es una nueva opción para hacerlo…No sabes lo sexy que te ves así.
–Si lo se…Me lo acabas de decir…–Se carcajeo y no lo pude ver mas adorable que ahora. Lo tome de las piernas y las alce un poco para poder jalarle el vestido, el cual salió después de varios jalones. No me importo ver donde cayo, simplemente lo lance al suelo. Me quede extasiado al verlo– ¿Qué pasa? –Esa cara coqueta, esa peluca que fingía ser su cabello extendido por toda la almohada, sus brazos posarse frente a su falso pecho intentando esconderlo, sus delgadas y largas piernas extendidas hacía ambos lados de mi cuerpo exponiéndome sin censura la entrepierna cubierta de la diminuta lencería negra que ambos escogimos…Era una imagen que nunca pensaba borrar del disco duro de mi mente.
–Joder, Bill…Eres precioso–Dije y enseguida me abalance contra él y lo bese. Por inercia y costumbre, dirigí mis manos hacia su pecho falso y envolví cada “Seno” con ellas, masajeándolo con gusto hasta que metí mano por debajo. Me costo ya que estaba apretado–…Humm…Bill ¿Te molesta esto?– Bajo la vista donde tocaba yo y asintió.
–Aprieta…
–Ya veo…–Tome sus brazos y los dirigí hacia mi cuello para que se agarrara de el. Lo hizo y yo lo levante un poco con una mano y con la otra la metí bajo su espalda, desabrochando el broche del sostén que ya le comenzaba a marcar la piel.
–Creo que vuelvo a respirar…–Bill tomo las bolas de papel y las aventó por los aires, cayendo nuevamente sobre nosotros–Pero estas parecen que quieren quedarse en mi o que…–Reímos y sacando ahora yo los calcetines que le había puesto, comencé a descender el tirante izquierdo del sostén, retirándolo de su brazo y repitiendo lo mismo con el derecho. Bill me lo quito de las manos y de nuevo lo lanzo al aire, esta vez cayendo al piso–Lo quiero lejos de mi…
–No te preocupes, ya lo está…–Al ver su pecho descubierto, rojizo, sudado y algo marcado por el sujetador, me incline y sintiéndome culpable por aquello, bese uno de sus pezones, mientras con una mano masajeaba el otro.
–Ah…Uuumm…–Continúe haciéndolo, abriendo y cerrando la boca hasta ponerlos duros. Un cabello rebelde comenzó a adentrarse en mi boca.
– ¡Blag! –Me lo saque y rápido acribille con la mirada a la peluca–Esto suelta pelo Bill, ¿Por qué no te la quitas?
– ¿Aun la tengo? –Se llevo las manos a la cabeza y al sentirla comenzó a quitarse los pasadores que la sostenían, desorbite los ojos y le ayude al ver que no se los alcanzaba.
–Deja lo hago yo…–Le quite uno por uno, escuchando uno que otro puchero de Bill al jalarle sin querer el cabello real, hasta que por fin se desprendió.
–Vaya que con eso hay mas calor…–Se alboroto el cabello y sacudió la cabeza para despeinarlo…Era aun mas hermoso, ya comenzaba a ver de nuevo a Bill. Tire la peluca y le sobe el costado izquierdo de arriba abajo llegando a las axilas y bajando a la cadera…Justo donde llegaba la prenda que cubría su miembro notoriamente excitado. Le fui besando el pecho hasta bajar a su ombligo. Notando su cadera subir y bajar al estremecerse. Tome el filo de la panty que usaba y mirando debes en cuando la expresión de Bill, para ver si no se quejaba o algo, comencé a desprendérsela. Ayudo un poco con el trabajo al levantar las caderas y dejar que la molesta prenda pasara primero por una de sus piernas que aun conservaba la bota y después por la otra.
–Oh, joder…Me da vergüenza…–Se tapo la cara con ambas manos al dejar al descubierto su pene erecto.
–No, Bill…Mírame–Le quite las manos de la cara. Bill, dudando al principio termino con mirarme–No te voy a obligar a nada ¿Si? –Le trate de dar toda la confianza que en mi había. Bill asintió, pero al instante negó.
–No es nada, solo que…–Suspiro–Tom, tenemos que estar igual.
– ¿Cómo?
–Que te quites la ropa, el pantalón…Quítatelos, por favor–Sabia que no era sencillo para el proponerme tal cosa al verlo desviar la mirada, y morderse el labio…No le podía quitar ese gusto.
–De acuerdo…Los dos tendremos vergüenza ¿Vale? –Le acaricie la mejilla y el sonrió al asentir. Me hinque de nuevo entre sus piernas y sin perderme detalle de su expresión, comencé a desabrocharme los pantalones. Bill tenía la boca entreabierta, mirándome detenidamente. Enseguida me los baje y me los quite dificultosamente ya que conmigo entre Bill era difícil. A diferencia de mi hermano, yo no era algo reservado con eso de verse desnudo frente a alguien, sabia que no tenia nada que avergonzarme así que la pena ni la sentía venir, pero tal vez con Bill era un poco mas diferente. Sin pensar en nada mas, me baje los bóxers e hice lo mismo que con los pantalones…Los avente junto al vestido de Bill– ¿Y bien? ¿Aun tienes vergüenza? –Sentía varias gotitas de sudor bajar por mi cuello, tener a Bill expuesto frete a mi no era nada fácil, por lo que desde mucho antes de desvestirme, ya tenia un empalme de caballo. Supongo que eso era lo que Bill miraba ahora ya que ni a la cara me veía todavía. Comencé a acercarme de nuevo a él, no demasiado rápido ya que aun no estaba del todo seguro de la reacción de Bill, quizás era demasiado pronto para hacer esto, pero al verlo levantarse un poco y tomarme de la cintura y hacer que me tirara sobre el, supe que no era así.
–No, ya no…ah…–Entrecerré los ojos cuando sentí su miembro chocar con el mío, acalambrándome el cuerpo al sentir cada placentera sensación al tocarse entre si. Inesperadamente, Bill, comenzó a alzar las caderas, rozándome aun mas contra el.
–Oh…Bill…–Lo bese y al mismo tiempo comencé a moverme en un leve vaivén, frotándome con fuerza en él y logrando sacar algunos que otros gemidos a Bill, los cuales me tragaba al soltarlos en mi boca. Movíamos la cabeza de un lado a otro, casi tragándonos de una manera demasiado efusiva a lo que a ninguno le molestaba…Todo lo contrario. Comencé a acariciarle el cuerpo, sintiendo su cadera moverse contra mi al acariciarle la estrella con el pulgar. Fui descendiendo hasta llegar a su trasero, el cual apreté con fuerza.
–Umm…–Pero no me detuve ahí. Logre colar una mano hasta sus nalgas, dándome el paso libre de entreabrirlas y buscar su entrada…Creo que fui muy rápido–Tom, espera…–Se separo de mi con la respiración agitada y rápido quite mi mano de ahí.
–Lo siento…
–No, es que…–Suspiro, fuerte–Tengo miedo, me va a doler mucho…Me va a doler–Me sentí un completo desconocido ¿Cómo podía obligarlo a hacerle algo así? ¡Claro que le iba a doler! Le bese la frente y la mejilla.
–No te preocupes, no haremos nada que no quieras–Le aparte los cabellos de la cara y Bill solo miro al infinito, pensando algo serio, hasta que por fin hablo.
–No, quiero hacerlo…Ahora. Quiero estar contigo–Me tomo de los hombros y yo sonreí.
–Lo haremos–Lo bese con fuerza y de un momento me separe. Me lleve tres dedos a la boca y los lamí con ansias, metiéndolos y sacando ante la curiosa mirada de mi hermano. Al dejarlos completamente empapados dirigí de nuevo mi mano entre sus nalgas y con un dedo comencé a tantearle su orificio, cerrado, pequeño…Virgen. A lo que Bill se estremeció, supongo que era incomodo. Sin esperar algo más, introduje lentamente el primer dedo.
–Ahhh…–Trate de ignorar su quejido y continúe metiéndolo y sacándolo–…Aauh, duele…Ah…
–Ya pasara…–Continuaba aferrado a mi espalda, a lo que suponiendo tenia apoyo, comencé a introducirle otro dedo.
–Tom, me duele…Ahh…–Cada vez que los metía y sacaba, se sobresaltaba, me sentía un poco mal al escucharlo quejarse.
– ¿Quieres que pare?
– ¡No!…Continua, ah…–Seguí preparándolo unas cuantas veces mas hasta que note que ya no gemía del todo. Después de hacer varios círculos dentro de él, supe que ya estaba preparado.
–Billy…Voy a hacerlo ya ¿Esta bien?
–A-aja…Hazlo–Sus ojos se cerraron fuertemente, previniendo el momento que se aproximaba. Saque mis dedos de el y tome mi miembro, segundos después ya estaba tratando de entrar en Bill.
–Auh, auh…No tan rápido… –Sus uñas se clavaban en mi espalda pero no me importaba. El estaba en una situación peor así que ese dolor es lo menos que me merecía.
–Trata de no apretar Bill…Relájate–Suspiro y le vi apretar la mandíbula. Al sentirlo mas calmado, la punta de mi pene dejo de sentir presión así que me tome la libertad de penetrarlo de golpe.
– ¡AAHH!… –Dio un golpe al colchón y llevo la cabeza hacia atrás. Me mordí el labio y espere un momento hasta que se acostumbrara y al hacerlo no dude en moverme, primero despacio, pero mientras mas gemía Bill mas me ponía–…Ah…Así, ¡Coño como duele!…Ouh…–Desvió la cara hacia un lado y una de sus manos tomo la sabana con fuerza, apretándola entre ella. Seguí moviéndome cada vez con más fuerza. Sintiéndome desvanecer cada que escuchaba a Bill gemir contra mi boca. Echaba la cabeza hacia atrás y entreabría la boca para dejar el paso libre a sus quejidos.
–Ohh…Bill, hum…–Me ponía ver como se movía hacia arriba por mis fuertes embestidas, casi casi pegándose la cabeza contra la cabecera. Me envolvió con sus piernas, acercándome más y haciendo presión para que le diera más a fondo. Al ver su carita contraerse de placer, quise ver más así que tome su miembro y comencé a pajearlo a un ritmo desenfrenado.
– ¡Aaaahh! Dios… –Mi mano subía y bajaba al ritmo de mis embestidas. Lo bese y el me correspondió entre suspiros y gemidos ahogados–Tom…Voy a correrme…–Y yo seguí–Ah…ah…Ah… ¡Oooohhh! –segundos después inevitablemente se corrió en mi mano al igual que yo dentro de él.
–Aaah…Bill…–Me deje caer sobre él, el cuerpo lo sentí pesado y estaba agotado. Sentí los brazos de mi Bill rodearme el cuerpo mientras su pecho subía y bajaba al igual que el mío. Le bese el pecho y con cuidado salí de el, emitiendo un leve gemido de su parte. Me deje caer aun lado para no seguir aplastándolo con mi peso, parecía de porcelana que podía romperlo.
–… ¿Tomi?
–Hum…
– ¿Es muy pronto para decir…Que te amo? –Eso no lo esperaba.
–… ¿Planeabas decírmelo algunas vez? –Estábamos envueltos por las sabanas en donde habíamos hecho el amor, porque si…Todo lo que yo hacia con Bill, era amor puro. Tenía puesta una mano sobre mi pecho, haciendo círculos imaginarios.
–Si…–Sonreí.
–También te amo–Me beso en los labios y yo lo rodee con un brazo, acercándolo hacia mi. Recargo la cabeza entre el hueco de mi cuello y le oí reír. Después de un rato me vi a mi contemplándolo completamente dormido mientras le acariciaba el cabello.
En definitiva esta había sido la noche que durante varios años había imaginado, pero que jamás la pensé hacer realidad. Tenía a Bill a mi lado, como tanto lo había implorado. Solo esperaba que mi pequeño hermano no despertara con tremenda resaca por que ahí si…Otro vestido tendría que comprarle para hacerlo recordar. Disfrute la noche, disfrute todo lo que pase con el, disfrute cada palabra que me dijo y aun sigo disfrutando su cuerpo enrollado al mío.
Quien diría que un simple vestido nos uniría de esta forma, que nos emparejaría de la verdadera forma para la que nacimos. Y no importa…Aun siendo gemelos se que podremos sobrepasar barreras juntos. Si hoy, el primer día lo hicimos, no dudo que también en los que nos faltan por vivir lo hagamos.
El único secreto que quedaba entre nosotros era el más preciado, el que nos había unido. Nadie jamás se enteraría de…
“Lo que esconde un vestido”
1 comentarios:
DIOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
K HERMOSO ONE SHOT!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
en seriiioO!!!!!!!!!!!!!!!!!
me encantoO!!!!!!!!!!!!!!!
juro que cuando ya estaba terminando me dieron ganas de llorar!
yo keria k continuaraaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!
T_T
me encantoO!!!!!!!!!
felicitacioOnes!
=D
Publicar un comentario