*Bar de Mala Muerte* Cap 2

*Capitulo two*

11:00 pm

Llevaba más de media hora tocando a la puerta pero nadie me abría, mmm… pienso que a de andar de compras, pero ya era muy tarde como para que anduviera en la calle, aunque si anda acompañada no veo el problema. Seguro anda de fiesta, aunque joven no es pero vieja tampoco solo es menor que mamá por 3 años, así que según mis cálculos ella ahorita a de tener unos 37 años, dicen que de los 30 a los 40 es la mejor época, tendré que llegar a esa edad para saberlo. Mi madre tenia 22 años cuando me dio a luz, si lo se muy joven, así que tuve una madre joven.

Para mí se fue muy pronto y no disfruto de muchas mas cosas, cosas que le fueron arrebatadas al recibir aquel empujón, me dejo con mi padre cuando ella tenía 35 y yo apenas 13, viví 5 años en la mierda con mi papá… Ya Bill olvida el pasado ahora piensa… ¿Donde podrá estar tu tía?

Lo mejor será esperar un rato mas para ver si llega, porque no creo que llegue temprano de una fiesta, solo si tiene un trabajo, no creo que quiera ir toda desvelada a su empleo.

¿Les nombre que día es hoy? ¿No? Bueno les diré… hoy es jueves me escape de mi casa a las 5:00 pm, llegue a las 8:00 pm, me entretuve un poco preguntando a la gente donde se encontraba la dirección en la que estoy ahorita, me costaba mucho parar gente y que me tomaran atención, creo que aquí no son muy confiados ya que ni siquiera se esperaban a que terminara la pregunta cuando seguían su camino, así que cuando por fin di con la casa ya eran las 10:26 pm.

12:00 pm

Hace rato decidí sentarme en uno de los escalones que están antes de llegar a la puerta principal.

--¿Buscas a Esmeralda?—Una voz me saco de mis pensamientos, voltee a ver quien era y me encontré con una señora como de unos 40 años, pelo negro, delgada, ojos café oscuro y piel blanca.

--Si… ¿Usted es?

--Era amiga suya.

--¿Era? ¿Se pelearon?—Mi tía no era de buscar peleas y mucho menos con la gente que conoce… si solo la vi una vez a los 10 años, pero era muy simpática y dulce.

--No, pero hace como 3 meses ella se fue.

--¿Se fue, pe...Pero como así? ¿Sabe dónde puedo localizarla? ¿Una dirección, teléfono de casa, celular… algo?

--No, lo siento, su dirección no la tengo y algún teléfono tampoco, ella prometió comunicarse pero aun no lo ha hecho.

--¿Le puedo dejar mi numero? Es por si ella se comunica, Solo dígale que la busca su sobrino y que por favor me llame.

--Si, claro.

Saque mi libreta y una lapicera apuntando mi número. Si se pregunta porque traigo una libreta conmigo es porque, la libreta es la segunda cosa mas impórtate que tengo, (claro en primer lugar la foto de mi madre), en ella están impresas mis palabras, con ellas expreso mis sentimientos, ya les tengo nombre: Canciones… mis canciones. Mi sueño es poder mostrárselas al mundo, sé que es casi un imposible, pero ahora que no tengo a nadie que me lo impida lo intentare, en fin no hay nada que perder, solo que aun no se si me anime a cantarlas, tengo pánico escénico, primero empiezo a tartamudear, luego a sudar y por ultimo salgo corriendo del lugar en el cual se suponía que cantaría, en este caso era el concurso de talentos de la escuela, me apunte solo porque mi mamá me dio ánimos y porque dijo que seria especial para ella. Fue mi más grande vergüenza, los niños se burlaban de mi y hacían comentarios sobre lo que me paso, en pocas palabras fue todo un caos.

--Aquí esta--Dije tendiéndole un pedazo de papel con mi numero apuntado—Adiós… y gracias.

--Oye—Me hablo antes de que me diera vuelta para irme.

--¿Si?

--Ten cuidado, por estos rumbos es muy peligroso andar solo… y mas a estas horas de la noche.

--Lo tendré y gracias de nuevo—Me di la vuelta para empezar mi rumbo ¿A dónde?... aun no lo se, pienso que lo mas conveniente es un lugar en el cual poder pasar esta noche, un hotel, o cualquier cosa.

Sobe un poco mis brazos, me estaba empezando a dar frio. Esta claro tengo 2 grandes problemas que resolver.

- 1º Que hacer para entra en calor, con el suéter que tengo no me basta.

- 2º No me sé mover aquí y tengo que encontrar donde pasar la noche.

Mire mi reloj eran las 12:40 pm. Llevo caminando más de 20 minutos y aun no encuentro nada, ni un anuncio iluminado, diciendo con letras grandes “Hotel”.

A la siguiente calle se podía ver un grupo de personas, no sabría decir si son Hombres o Mujeres, Jóvenes o Viejos, ya que no se podía ver muy bien por la poca luz que alumbraba las calles.

Un poco más cerca pude comprobar que se trataba de 4 hombres, más o menos de mi edad, pero preferí pasar por el otro lado de la calle, pudiendo así evitarlos, vestían ropa “chola” , así que es probable que se trate de personas que solo buscan problemas y que pertenecen a una “pandilla”. Así se les llama. Son un grupo de personas en el cual varia el numero de integrantes en ella. Solo pertenecen a ellas personas iguales, me refiero a que los que pertenecen a una siempre tienen algo en común como; que son drogadictos, problemáticos, ex convictos, etc. Los conozco porque en Berlín existían varias pandillas, también se les puede conocer como “Barrio A”, algunos tienen nombres como; “Vatos Locos”, “Pelones”. El nombre lo decide el líder o si no lo meten a votación, el que tenga más votos es el que se queda, también escogen nombres que los describan según como ellos creen que son y a lo que les dice la gente. El chiste es que todos son iguales y creo que la mejor palabra que los describe es: “Problemáticos”.

--Hey muñequita, ¿A donde vas tan sola?—Mierda, había logrado pasar enfrente de ellos sin que me notaran y ahora resulta que ese esfuerzo se fue a la mierda y para el colmo de mi suerte me han confundido con una tía, ahora si, no queda duda que hoy no es mi día.

Seguí caminando, sin prestar atención, pero creo que eso no les gusto.

--¡He, para!

Si claro ni menso que estuviera para ponerme hacerles caso, sabia que si me paraba me iría muy mal, con esas personas se tiene que ir uno con mucho cuidado. Empecé a escuchar pasos detrás de mi, así que acelere el paso, si me vieran, seguro creerían que estoy en una carrera de caminata, aunque pensándolo bien, no esta muy lejos esa opción, ya que estoy en una carrera… pero de ella depende mi vida, no un maldito trofeo.

Sentí como bruscamente alguien me tomaba del brazo haciéndome parar de un momento a otro, su agarre era fuerte, mi brazo comenzaba a doler.

--¿No oíste cuando te hable? ¿O eres una puta sorda?—Joder Bill, ahora si… este es tu fin.