Pureza
Todos hemos leído Romeo y Julieta o por lo menos sabemos de qué trata la historia. Un amor puro, tan puro que ni el odio ni la muerte pudieron con él.
Se dice que un amor así de puro solo se da cada 10 mil años, creo que ya se cumplió la fecha…
[…]
- Eres un idiota! – los gritos de Bill resonaban por toda la casa
- Pues tú no te quedas atrás, princesa! – Tom que no se quedaba atrás hacia sonar su imponente voz
- No puedo creer que seas mi gemelo, eres la persona más estúpida que he conocido en mi vida
Tom no pudo responder al ataque de su gemelo pues este había sellado la puerta de su habitación con un golpe que pudo haber derrumbado la casa.
[Tom]
Eres un idiota! Pasas más tiempo comprando accesorios o decidiendo que usaras para verte mejor que charlando conmigo como antes. Por una parte es mejor así, me ayudas a reprimir esto que siento que no es normal, pero… Extraño al viejo Bill…
- Hey pequeño genio! Necesito entrar también es mi habitación sabes?
- Pues que mal! Puedes dormir en el sillón si te place! – la voz de Bill se oía débil, era obvio que intentaba ocultarlo pero ante Tom él era transparente.
- Entonces me iré a un hotel, quizá hasta encuentre acompañamiento!
Al oír esto Bill salió de la habitación como un rayo pero Tom, que había mantenido su enojo lo más discreto posible, ya había salido de la casa como quien es perseguido por la mafia rusa.
[Bill]
Es un idiota! Todo el tiempo pensando en mujeres! Prefiere tener sexo con las groupies que ir a cenar conmigo como antes. Pero así es mejor, así me ayudará a reprimir este deseo impuro que me invade, pero… Extraño al viejo Tom…
Lo extraño, es normal no? Digo él es mi hermano! Es normal que extrañe a alguien que amo…
Que “amo”…lo amo? Pues…lo quiero porque es mi hermano, pero no es solo mi hermano, es mi gemelo! Nuestra conexión es mucho más fuerte que la de simples hermanos, es irrompible! Lo es? Si lo es porque hemos peleado tanto? Porque ya no me siento seguro diciéndole mis secretos?
Mientras Bill pensaba no podía dejar de caminar por la habitación, era un tic que tenia, uno que solo Tom conocía. Caminando no noto que frente a él se hallaba una caja y la pateó, cosa que rompió su concentración
La caja se abrió en el piso y dejo al descubierto su contenido. Cartas y fotos se esparcieron por el suelo, Bill se arrodillo frente a ellas y comenzó a analizarlas con inquietud. Todas tenían fecha de tiempo atrás, todas dedicadas a Tom, todas de parte de Bill. Las fotos no eran si no retratos de Bill, fotos en las que se le podía ver durmiendo, riendo, serio e incluso algunas que él se había dejado tomar, pero las demás eran fotos clandestinas, fotos de las que jamás se había enterado.
- Te atrapé! – dijo Bill con una clara sonrisa en su rostro, de pronto sintió un calor intenso en la espalda, volteó abruptamente y se encontró hincado frente a su reflejo con trenzas.
- Sabes que es grosero espiar las cosas de otras personas? – su rostro no mostraba expresión, pero, por primera vez hace mucho tiempo, Bill pudo leerlo tan claro como el cristal, estaba avergonzado.
- Pues cuando las cosas de alguien más son fotos no autorizadas de la persona espiando, creo que está en su derecho. – respondió mientras se ponía de pie para no ser intimidado por su gemelo.
Tom se quedó mudo, había descubierto su secreto, pero lo había entendido? Había entendido lo que él sentía? Ese amor que lo destrozaba todos los días y todas las noches. Había entendido que sus frecuentes escapadas con las groupies no eran sino una forma de borrar de su mente el rostro de su hermano a quien deseaba más que a la vida?
- Y bien, no ibas a buscar “entretenimiento femenino”? – apartó a su hermano del camino y se dirigió a su armario para romper ese punto incomodo en el que se hallaban.
No, no lo había entendido…
[Tom]
Ja! No lo entiende, no entiende esto que siento, pero es tarde, no puedo contener más esto que me carcome el alma.
Bill estaba dando la vuelta para oír la respuesta del pobre ser que había desarmado, o cuando menos para poder mostrar su expresión de victoria, cuando Tom saltó hacia él y lo tomó por los hombros.
- No entiendes? No entiendes lo que significan todas esas cosas? – intento controlar su voz pero se podía notar la desesperación en ella.
- Emm…claro! Quiere decir que idolatras a tu pequeño hermano, lo cual debo decir te tardaste en confesar. – Bill sabía el verdadero significado de aquellas cosas, pero algo dentro de él sentía que no debía decirlo.
Entonces Tom no pudo mas, tomó a Bill por los brazos y lo azoto contra la pared, la cabeza de Bill dio un fuerte golpe contra esta y después se dirigió a mirar a su atacante.
- Agh! Qué te pasa quieres…
Las palabras del atacado se quedaron suspendidas en el beso desenfrenado que le proporcionaba la fiera que tenia frente a él. Los labios de Tom no se saciaban con la cálida y delicada boca de su clon, los aprisionaba temeroso de que al soltarlos, el otro corriera aterrado por el ataque sexual del cual había sido víctima. Pero dejaba a Bill sin aire así que este lo separo de un golpe en el pecho y tomo una bocanada de aire.
- Sabía que me odiarías, no esperes que te pida disculpas, porque no me arrepiento. Nunca me voy a arrepentir de amarte… - sus palabras se perdieron en el silencio de la habitación y dieron paso a pequeños sollozos del pequeño Bill. – ódiame, me mataras, pero yo puedo amarte por los dos. – Tom se dirigió a la puerta para retirarse cuando Bill lo detuvo.
- Y que mi palabra aquí no cuenta? – levantó la mirada, el enamorado esperaba ver una expresión de miedo o al menos de odio, pero no fue así, los ojos de su reflejo brillaban de alegría, mientras cascadas de lagrimas brotaban de sus ojos y su sonrisa mordía su labio inferior.
- Con esa cara asustas – vaciló su hermano.
- Ya te he dicho que eres un idiota?
- Si, varias veces el día de hoy.
[Bill]
Como no lo iba a entender? El es mi otra mitad, se cuando esta triste o cuando está feliz. Simplemente tenía miedo, miedo de que mis sentimientos me traicionaran, miedo de ser llamado impuro por esto que siento. Pero ya no…
Lo miré a los ojos y, como antes, no se necesitaron más palabras, ambos sabíamos lo que sentía el otro. Esta vez yo lo tomé y planté un beso intenso en sus labios. Quien me correspondió el beso con la misma intensidad.
El me empujó contra la pared y continuó disfrutando el triunfo que tanto había deseado, el sueño que tanto había tenido, la historia que tanto había esperado. Te conozco hermano, ahora que te puedo ver claro otra vez, puedo leer el sufrimiento que has pasado, y créeme que es el mismo que he pasado yo.
Me tomó con fuerza por la espalda y me dirigió hacia la cama. La desesperación de satisfacer los deseos que tanto habíamos ocultado era tan grande que nuestros pasos torpes no nos guiaron a la cama si no al piso.
- Te amo, Bill – dijo con voz firme
- No creo que puedas amarme más de lo que yo a ti
- Claro que…
Ahogué sus palabras con los intensos besos que eran solo suyos, pero eso ya no era suficiente para ninguno de los dos, nuestros besos se convirtieron en caricias. Llevé mis manos a su cuello planté varias mordidas y besos en el, mientras Tom se desvivía en pequeños gritos de placer.
- Basta Bill, que me vas a dejar marcas… - sus palabras eran apenas audibles por la excitación.
- Mejor, así todos sabrán que eres mío.
Sin poder contenerse más Tom me sacó la playera, estaba tan ajustada y él tan desesperado que rasgó partes de ella.
- Hey! Yo amaba esta playera sabes? – le reclamé
- Más que a mí? – dijo con una expresión de quien se sabe victorioso
Le quité tanto la camisa y los pantalones de un tirón, para comenzar a cubrir su musculoso cuerpo con besos y caricias, y después sacarle la ultima prenda que le quedaba, pero él decidió no quedarse atrás y me sacó los pantalones así como los bóxers para dejar mi ser completamente descubierto. Nuestros cuerpos se fusionaban en un mar de pasiones que no se podían resistir.
Ya no éramos 2 simples hermanos queriéndonos, éramos uno solo, nuestras respiraciones iban al mismo ritmo, nuestros corazones latían con la misma fuerza.
Pude sentir el rose de su miembro contra el mío mientras jugaba con el piercing de su labio. Sus manos se volvieron decididas y comenzaron a recorrer mi cuello para bajar por mi pecho hasta llegar a mi piercing y seguir su camino aun más abajo.
Yo sabía a dónde se dirigía pero pensarlo me ponía nervioso, él era el experto, el se había acostado con mas chicas en una semana que yo en un mes. Esas palabras retumbaron en mi cabeza.
“Chicas” “Se había acostado con chicas”
Seres a quienes no les tenía el más mínimo afecto, personas de las cuales no puede recordar ni sus nombres. Por alguna razón no podía, no quería seguir.
No podía hacerlo con alguien que no se interesaba en con quien lo hacía.
Lo tome por los hombros y lo empuje hacia atrás, se percató inmediatamente de mi rechazo y me miro confundido.
- Creí que esto era lo que querías…
- Lo es, bueno no, lo es pero… - como se lo explicaría? Como le diría que no podía estar con el por qué esto era solo su pasatiempo? Sabía que me amaba pero este sentimiento de desagrado no desaparecía…
- El que no habla no tiene derecho de exigir, así que dilo ya – se notaba su impaciencia, pero no era mi intención hacerlo enojar
- Como puedes hacerlo con cualquiera?
- Tú no eres cualquiera! – su voz sonaba firme y esta vez algo mas enojada
- Me refiero a las groupies, siempre lo haces con ellas pero no te interesan en lo mas mínimo, no recuerdas sus nombre, ni nada de ellas!
- Por que debería? Y esto que tiene que ver contigo? – no soporte su descaro y mis palabras salieron como arpones de mi boca
- PUES POR QUE SON PERSONAS JODER! – su expresión se tornó seria y se hincó frente a mi
- Todas ellas, todas y cada una de ellas fueron una distracción, distracción para no morir de dolor al saber que no te tenia. Para que aprender el nombre de alguien que no se interesa en mi ni yo en ella? – su rostro se torno apacible y yo me sentí como un completo idiota. Todo este tiempo él había estado librando una batalla en la que nadie le podía ayudar, nadie más que yo, y no lo había hecho.
Brinqué a sus brazos como un niño que se ha caído de la bici y va a contarle a su mamá. Planté el beso más húmedo y apasionado que jamás había dado, en la boca de mi ser más preciado y continuamos ahí donde yo había roto el momento.
El rose de su miembro contra mi piel era como el de una flama ardiendo que me hacia retorcerme, cuando supo que era el momento, lo introdujo dentro de mí. Primero lento y gentil, y con forme me iba acostumbrando a esa sensación de dolor y placer, fue haciéndolo mas rápido. Fusione mis labios con los suyos en un intento de contener un grito que habría despertado al mismo Ades. Cuando hubo termidano dentro de mi se recostó a mi lado y acarició mi negro cabello.
- Eres el ser mas hemoso del mundo, lo sabias Billy? – solté una pequeña risa, Tom no solia decir cosas asi, pero estaba seguro de que a partir de ahora eso cambiaria
- Prométeme que nunca me vas a dejar – se levantó para luego recargarse sobre uno de sus brazos y acerco su rostro al mio
- Te lo juro – me dedicó aquel juramento al tiempo que posaba sus suaves y tibios labios sobre los mios, ese dia supe que nuestro amor era puro.
Dos lindas bayas modeladas sobre el mismo tallo. Así es como dos cuerpos visibles, no teníamos más que un solo corazón
- William Shakespeare
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