HUYENDO
BILL POV
Sabia que esto pasaría, no se que me paso, ¿Por qué lo hice?, será que las palabras que me dijo me hicieron por un momento creer que el podría sentir lo mismo que yo… que iluso fui, esto era lo que me merecía, yo me lo busque, mientras empacaba algo de ropa en una mochila no podía borrar las ultimas palabras que me dijo “ME DAS ASCO” el llanto no se hizo esperar, si ya lo había perdido como el me había dicho que ni siquiera podía verme como su hermano, para que seguir aquí junto a el si me lo había dejado bastante claro, me sobresalte cuando de un empujón abrieron la puerta pensé que era el, que ingenuo lo que el menos quería en estos momentos era verme.
—¿Bill? —Andreas, reconocí su voz—¿Qué estas haciendo?... ¿Por qué empacas?
—Yo…—Carajo que le decía—Me voy
—Pero el vuelo es mañana, que se supone que…tu… ¿que tienes?... ¿que pasa?
Aunque trate de ocultar las lagrimas no pude, Andreas era mi mejor amigo y también había sido muchas veces mi paño de lagrimas no me daba pena llorar delante de el pero jamás le decía el motivo tampoco podía decirle el por que me iba.
—Andreas… ¿tu me consideras tu amigo verdad?
—Bill el que me preguntes eso me ofende pero no, no te considero mi amigo te considero mi hermano.
Sus palabras me hicieron que mis labios se curvaran en una pequeña sonrisa, lo abrase fuertemente, me hubiera gustado escuchar esas palabras de alguien mas… de Tom, pero el mismo me había dicho que ya ni como hermano podía verme, abrase mas fuerte a Andreas lo extrañaría mucho, pero no podía seguir aquí.
—Me voy, y te pido por favor que no le digas a nadie que me viste o que te dije que me iba a nadie en especial a Tom—El pronunciar su nombre fue como si me quedara sin aire me dolía.
—Pero ¿que paso?, ¿se pelearon?, Bill no creo que sea algo tan grabe siempre se reconcilian así son ustedes dos. —Como decirle que ahora yo no era nada para Tom que me odiaba que no quería verme el mismo me lo había dicho mas lagrimas rodaron nublando mi vista.
—Andi, no me preguntes por favor, no hay solución a nada, no puedo hablar ahora por favor prométemelo…. No le dirás a nadie nada de esto por favor—Le suplique
—Ey Bill tranquilo, esta bien esta bien si no quieres hablar y si es tu decisión así será pero cálmate si, ¿pero a donde iras?
—No lo se, a cualquier lugar pero no puedo seguir aquí
—Esta bien pero ire contigo
—No, no quiero que nadie sepa donde estoy, por favor Andi necesito tiempo solo eso
—Nadie sabra nada, pero no puedes irte por ahí sin saber donde quedarte o donde estar, dejame ayudarte no puedo dejarte solo no así, tengo un amigo en Berlin, puedes quedarte con el nadie sabra que estas ahí.
—No quiero causar molestias
—Bill, por favor no le dire nada a nadie pero no me pidas que te deje ir así como así—Sabia que Andreas no aceptaría un no como respuesta y no quería perder mas tiempo así que acepte
—Ok
Andreas saco su celular y empezó a hablar con alguien no preste atención me dedique a meter algo de ropa, dinero y mi pasaporte a una mochila, me dirigí al baño a enjuagarme la cara era un desastre el maquillaje se me había corrido todo, cuando salí Andreas había terminado.
—Listo, Markus te recibirá en su casa, puedes quedarte el tiempo que quieras, aunque en verdad espero no sea mucho te echare de menos.
—Gracias andi no se que haría sin ti
—Tonto, pensabas irte sin despedirte de mi, vamos te acompañare al aeropuerto
—No, ya hiciste bastante por mi, mas de lo que merezco
—Pero llámame cuando estés ahí, y cuando llegues, y si necesitas algo sabes que estaré disponible las 24 horas solo llámame sea lo que sea, aquí estaré.
—Lo se—Lo abrase por ultima vez—Gracias, cuídate mucho, Adiós
—Adiós Bill.
Afuera me esperaba mi taxi, tuve mas que suerte nadie me reconoció en el aeropuerto y encontré boleto para el primer vuelo a Berlin, vaya que el destino es una porquería no, me daba todas las facilidades para alejarme de el, no tuve que esperar mucho para abordar, me sobresalte cuando mi celular sonó, era Andreas dude en contestarle pero no podía portarme mal con el después de todo lo que había hecho por mi, solo le dije que ya estaba en el avión me dijo que su amigo iría por mi, la idea no me agradaba tanto me costaba algo tratar con gente nueva, me sentí vacio al notar el asiento de mi lado derecho vacio, ese lugar que siempre que viajaba era ocupado por la persona que mas amaba, ahora me encontraba solo, este pensamiento me hizo caer en la cuenta de la realidad, el dolor que apenas había sido mínimo me invadió era como si me hubieran arrancado el corazón y lo pisotearan en el suelo, me di cuenta de la realidad el amor, mi esperanza, mi alegría “mi vida” habían perdido sentido así me sentía vacio como si me faltara algo sabia exactamente lo que me faltaba mi otra mitad ahora no había nada por que luchar, ya nada tenia sentido, la persona que mas amaba en el mundo me odiaba, sentía que me habían sumergido en un mar de dolor donde yo no hice nada por salir a flote ¿para que? Ya no importaba nada, cerré los ojos tratando de suprimir todo, pero de pronto sentí a Tom empujándome y repitiéndome “ME DAS ASCO”.
Desperté sobresaltado, el empujón había sido el aterrizaje, había dormido todo el vuelo, sin embargo en mi mente seguía repitiendo las ultimas palabras de Tom, espere a que todos bajaran del avión, fue el ultimo en bajar, el aeropuerto estaba repleto, como se suponía que sabría quien era el amigo de Andreas, mas fue obvio cuando vi a un chico alto, delgado, de cabello negro alborotado, con un pequeño letrero que decía “Andreas Friend” camine hacia el.
—Hola…
—Hola, debes ser Bill—¿Cómo sabia mi nombre? —Andreas me hablo de ti, mucho gusto yo soy Markus—Dijo estrechando fuertemente mi mano
—Igualmente, si, te agradezco mucho el dejarme quedar en tu casa, en cuanto encuentre un lugar me ire.
—Como crees, Andreas me dijo que te cuidara, además me haces compañía casi siempre estoy solo en casa. —No me había fijado tenia ojos verdes y sonreía alegremente, su sonrisa me recordó a mi cuando podía sonreír, ahora parecía algo imposible no tenia motivos pare sonreir ya nada tenia sentido—Bueno, pues vamos, no creo que quieras que te reconozcan verdad
—Gracias de nuevo.
Camine a su lado, nos dirigimos a la salida, me abrió la puerta de un Ferrari rojo, mientras el subia al asiento de conductor, rebusque en mi mochila unas gafas pero olvide meterlas, sin embargo saque mi celular lo había apagado, en cuanto lo encendí sonó, tenia mas de 100 llamadas perdidas, de Georg, Gustav, David, nada de Tom, no se por que pensé que me llamaría, cada segundo que pasaba dolía, en cierta manera estaba vivo si se le puede llamar así, me parecía mas a un zombi solo el cascaron ya no sentía nada por dentro, solo dolor que era lo que me impulsaba a seguir aquí. No me di cuenta de que el auto se detenia, todo el camino había sido silencioso, nos encontrábamos frente a una enorme casa, rodeada de arboles, baje del auto y espere a que Markus entrare.
—Bienvenido—De verdad se portaba amable conmigo
—Gracias—Fue todo lo que pude decir
—Bueno te mostrare tu habitación—Subimos unas escaleras, hasta que llegamos a una puerta, cuando la abrió vi que era enorme, parecía de esos hoteles de lujo aunque lo mismo hubiera dado si era un basurero, solo quería quedarme solo—Bien este es el tuyo, mi cuarto esta enfrente, la cocina es bajando las escaleras a la derecha, como veras nos rodea el bosque, puedes salir si quieres, pero no te alejes mucho puedes perderte, y si necesitas algo solo buscame estoy en la sala, creo que quedras descansar, así que mejor de dejo.
—Gracias
0 comentarios:
Publicar un comentario